IP en el Mercosur en escenarios de desarrollo de vehículos eléctricos

Especialistas reclaman marco regulatorio de cara a la conformación de una gran cadena de valor de automóviles eléctricos en el Mercosur.


El bloque cuenta con recursos estratégicos, científicos y técnicos capaces de posicionar a la región de forma inmejorable en este rubro.

En el marco del XII Congreso Internacional de Economía y Gestión “ECON 2018” llevado a cabo durante los días 1 al 4 de octubre de 2018 en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, uno de los eventos más importantes de la Ciencias Económicas de nuestro país donde cientos de profesionales, estudiantes e investigadores debatieron sobre el presente y el futuro de la economía en la región, se llevó a cabo una charla denominada “Cadena de valor automotriz. Situación actual y perspectiva de la integración productiva en el Mercosur ante posibles escenarios de desarrollo de los vehículos eléctricos” a cargo de Federico Dulcich, Dr. en Ciencias Económicas y docente en la Universidad de Buenos Aires, el Dr. Adrián Canzian de UTN Regional Pacheco y el Dr. Damián Paikin de la Universidad de Buenos aires.

Durante el evento se analizó la posibilidad de la conformación de un plan estratégico a nivel Mercosur que tenga como base la producción y el comercializacion de automóviles eléctricos. En este sentido se expuso la situación expansiva que presenta la producción de dichos automóviles a nivel mundial, junto con las oportunidades y cuellos de botella para la región en términos productivos y de dotación de factores como el litio y la producción de las llamadas tierras raras en Brasil.

Por su parte el Dr. Damián Paikin presentó el marco regional de la industria automotriz, haciendo principal hincapié en el comercio entre Argentina y Brasil donde se lleva a cabo un régimen de comercio administrado, que abarca el 60% del comercio bilateral, actualmente con un resultado deficitario en la balanza comercial para Argentina, principalmente en el rubro de autopartes. Allí se analizó el rol de dos nuevos jugadores en la región como lo son la República Popular China y el potencial rol de la Unión Europea en el marco de los avances de las negociaciones por el acuerdo de libre comercio entre dicha región y Mercosur.

Si bien China a partir de la última década se convirtió en un gran actor mundial en la producción y comercialización de autos eléctricos, principalmente debido a la gran producción de tierras raras que posee, comentó Paikin, aún no logra desembarcar en el mercado regional automotriz debido a la protección aplicada mediante el comercio administrado. Mientras que se ve con preocupación el rol que potencialmente podría tener la UE, en el caso de que el acuerdo de libre comercio se materialice y se ponga en marcha el plan de reducción del arancel externo común, que actualmente protege la industria automotriz en la región.

Luego, pasando a un punto más específico, el Dr. Federico Dulcich propuso enfocar las miradas en las cadenas automotrices regionales como rubro estratégico de generación de alto valor agregado y su derrame en el resto de la economía. En este sentido realizó un análisis de los principales cuellos de botella que existen en la región, en pos de la consolidación de un plan estratégico de producción de automóviles eléctricos. Según Dulcich, estos cuellos de botella actualmente se encuentran en tres puntos clave: el alto costo de producción de las baterías necesarias para el funcionamiento de los automóviles eléctricos, el grado de autonomía de funcionamiento de dichos automóviles y finalmente la falta de localización estratégica de terminales de recarga.

Con respecto al costo de la producción de baterías, el profesor hizo hincapié en la gran cantidad de recursos minerales de litio que posee Argentina y la región en general (Chile y Bolivia), elemento que facilitaría la producción de las mismas, junto con la necesidad de reforzar la producción de avances tecnológicos en ese sentido. Por su parte, la falta de terminales de recargas representa otro cuello de botella que se debe sortear para garantizar el autoabastecimiento. Actualmente Argentina no cuenta con terminales de recarga, ni tampoco con tarifas establecidas para la utilización de dicho servicio, pero se está trabajando sobre este punto junto con la dotación de mayor autonomía a las baterías, que actualmente es menor a la de los automóviles de combustión interna, y logra sólo un promedio de 150 km.

Finalizando su exposición, Dulcich presentó el contexto nacional argentino sobre la industria automotriz, que según explicó, mantiene una tendencia hacia la especialización de producción de pick ups que no solo se comercializan en el mercado interno sino, que también se exportan a Colombia, Paraguay y Perú en el caso de Toyota y hacia Australia, Nueva Zelandia y África en el caso del Volkswagen. Esto abriría una oportunidad para la producción y autoabastecimiento de motores eléctricos para este tipo de automóviles como estrategia de salto al liderazgo de la región en ese rubro, algo que no sucede con los motores de combustión interna ya que no se fabrican en la región.

Las condiciones están dadas, se estima que para 2040 Mercosur habría podido sortear los cuellos de botella anteriormente expuestos y sería un gran error dejar pasar la oportunidad. Por su parte desde el sector estatal junto con el privado, mantienen mesas de discusión con el objetivo de generar un marco regulatorio para la producción y comercialización de vehículos eléctricos, comenzando en un principio con los autobuses de pasajeros en la ciudad de Buenos Aires.

Cerrando la charla, el docente de la UTN regional Pacheco, Adrián Canzain, miembro de un equipo de investigación que trabaja esta temática de producción estratégica de vehículos eléctricos como modelo de desarrollo, expuso los escenarios posibles frente a diferentes hipótesis de uso del vehículo eléctrico en Argentina.

Partiendo de un análisis global que presenta una tendencia creciente a la producción de este tipo de vehículos, impulsada principalmente por China. Su afán es el de posicionarse como líder en este rubro, debido a la gran dotación cuasi monopólica de factores estratégicos como las tierras raras, recurso utilizado para la producción de dichos motores, que otorga a este país oportunidades enormes de cara al futuro.

Todo indica que el mercado apunta a la consolidación de este sector, el sistema de carga inteligente, los automóviles con manejo autónomo, el mayor rendimiento en la utilización de energía y la protección del medio ambiente son algunos de los objetivos a los que apunta el rubro automotriz. Se prevé que para 2025 los precios de los automóviles eléctricos igualen a los automóviles de combustión interna, algo que facilitaría el auge de este rubro.

Mercosur cuenta con recursos estratégicos, científicos y técnicos capaces de posicionar a la región de forma inmejorable de cara a la conformación de una gran cadena de valor de automóviles eléctricos, en este sentido, se considera cada vez más necesaria la creación de un marco regulatorio para la producción, utilización y comercialización de vehículos de este tipo. Esta sería la tercera vez que se intenta impulsar la producción de vehículos eléctricos de forma estratégica a nivel global y está en los líderes de la región dejar pasar la oportunidad o posicionar a Mercosur como potencia global en el mercado.

Nicolás Urbieta, Lic en Comercio Internacional

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