Mauricio Macri electo en Argentina

Es la primera vez en 23 años, que una misma fuerza política gobernará el país desde el Ejecutivo, la provincia de Buenos Aires, y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Macri anticipó que priorizará la relación con Brasil, propondrá suspensión de Venezuela en la Cumbre Mercosur, y bregará por un acercamiento con la Alianza del Pacífico.


En una compulsa muy ajustada en sus resultados, la alianza Cambiemos -PRO con sectores del radicalismo y del peronismo disidente-, se impuso al Frente para la Victoria por el 51,40% de los votos contra el 48,60%, en la segunda vuelta por las elecciones presidenciales del 22 de noviembre. Macri anticipó que priorizará la relación con Brasil, propondrá suspensión de Venezuela en la Cumbre Mercosur, y bregará por un acercamiento con la Alianza del Pacífico.

A pesar de una diferencia que no superó los 2,8 puntos, las razones del triunfo hay que buscarlas en distintos factores. El más importante es la alianza alcanzada entre la fuerza de centro derecha PRO y los gobernadores de provincias importantes en su densidad demográfica, como Córdoba y Mendoza; aunque en el caso de Buenos Aires, las presidenciales se perdieron, a pesar de que la propia alianza había ganado la gobernación.

Una de las claves, que hizo que el ex empresario y hasta ahora jefe del gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cerrara su campaña en la lejana Humahuaca, en Jujuy, fue el solapado apoyo de Sergio Massa. El ex intendente de Tigre, que obtuvo 5 millones de votos en las internas partidarias, cedió su apoyo al candidato de Cambiemos, que apareció junto al gobernador electo en el cierre de campaña, apadrinado en su momento por el dirigente Massa.

En la primera conferencia de prensa después de las elecciones, Mauricio Macri anunció que la seguridad será un problema prioritario, por lo que se declarará “emergencia”, y se trabajará sobre tropas de control sobre el territorio, con la profesionalización de las fuerzas de seguridad de todo el país.

El 25 de noviembre, el presidente electo dio a conocer los nombres de los miembros de su gabinete.

Rogelio Frigerio será el ministro de Interior; mientras que el ministerio de Hacienda y Finanzas finalmente será ocupado por Alfonso Prat Gay; en tanto el titular del flamante ministerio de Energía y Minería será el ex directivo de Shell, Juan José Aranguren.

Varios ministros del gabinete de Macri en la Ciudad de Buenos Aires serán los titulares de las carteras nacionales: en Educación el titular será Esteban Bullrich; en Desarrollo Social Carolina Stanley; el ministerio de Transporte lo ocupará Guillermo Dietrich, el Ministerio de Modernización Andrés Ibarra; y el de Desarrollo Productivo será ocupado por Francisco Cabrera.

La ministra de Seguridad será Patricia Bullrich; el de Justicia, Germán Garavano; el de Defensa, Julio Martínez; el de Turismo, Gustavo Santos; en el ministerio de Salud será titular Jorge Lemus; y en el de Cultura Pablo Avelluto.

El radicalismo tendrá tres ministerios: Ricardo Burayille en Agricultura; en Defensa estará Julio Martínez, y el ministro de Turismo estará al frente Gustavo Santos; mientras que en el de Comunicaciones el titular será Oscar Aguad; en tanto que Lino Barañao continuará al frente de la cartera de Ciencia y Tecnología.

Marcos Peña anunció además que el Secretario General de la Presidencia será Fernando De Andreis; el responsable de Medios Públicos Hernán Lombardi, al tiempo que estará a cargo del Plan Belgrano -una de las propuestas de campaña de Cambiemos- el radical José Cano, mientras que el rabino Sergio Bergman estará a cargo de Medio Ambiente.

Además, propondrán como titular de la AFSCA a Miguel de Godoy, en la AFIP a Alberto Abad y en el Banco Central, a Federico Sturzenegger; mientras que queda pendiente la designación del responsable del ministerio de Trabajo. 

Las principales líneas de su política, pasarían por la promoción de los grandes productores agropecuarios, que ya cuentan con la quita de retenciones –lo que provocó la retención de stocks de soja por los productores- y la drástica apertura del cepo cambiario. Estas medidas fueron avaladas con entusiasmo por los sectores de la FIESP –los industriales del Estado de San Pablo- ligados al negocio agropecuario, que ven una gran oportunidad para exportar su producción desde establecimientos en Argentina, que se reabrirían de cumplirse con estas expectativas. La apuesta del presidente electo es a que con la liberación del cepo, y la suba del dólar oficial de $ 9,70 a $13, ingresen dólares al circuito por la liberación del stock de granos (el campo), que vuelva el ahorro externo al país, y se deje de acopiar dólar barato-ahorro, uno de los mecanismos que hicieron decaer las reservas del BC. Mauricio Macri apuesta a que se logre estabilizar ese dólar único y se produzca confianza, traccionando inversiones. 

Sin embargo, los observadores anotan un riesgo en esta decisión, que es que la suba del dólar se pueda trasladar a los precios, desembocando en un cuadro de inflación y recesión. La pregunta es cómo podrán manejarse estos cambios drásticos, sin un capital político avalado por un margen electoral de más envergadura que el menguado 2,8%. En este sentido, especialmente los líderes del peronismo, recomiendan realizar los cambios en forma gradual, cuidando que no se produzcan desequilibrios dejando el dólar libre,  –tal como lo sugiriera el ala más dura, liderada por el neoliberal Melconián-, sino por lo menos, por medio de flotación en una franja controlada por el Banco Central. Los efectos incluso pudieron verificarse hace días en los anuncios de devaluación manifestados por Macri, que están produciendo relativa suba en los precios, manejados por empresas alimentarias concentradas que pueden dañar a los sectores más vulnerables.
 

Paritarias

Entrevistado por Plan M, Mauricio Macri manifestó que seguirá vigente el sistema de las paritarias, pero pidió “razonabilidad” a la hora de negociar salarios. Interpelado por el posible efecto de la quita del cepo cambiario el 11 de diciembre –tal como anunció-, en los precios de los alimentos, manifestó confiar en “la responsabilidad del sector empresario alimentario”. En cuanto al impuesto a las ganancias, Macri anunció que se ajustará el mínimo no imponible, que era una reivindicación sostenida por el poderoso Sindicato de Transportes dirigido por Hugo Moyano, que dio apoyo a su gestión.
 

Derechos Humanos

El presidente electo manifestó que se continuará con los juicios de lesa humanidad de la última dictadura militar, minimizando su expresión del día anterior, cuando sostuvo que "el cambio no es revancha ni ajuste de cuentas". "Aquellos que cometieron actos que violan la ley, la justicia va a tener toda la libertad que corresponde para ir a fondo y que no haya ningún tipo de impunidad. Yo me refería a revanchas, ajustes de cuentas por temas que hayan tenido que ver con esta disputa de años de si pensás como yo sos un amigo o si no, un enemigo".

Sin embargo, al mismo tiempo que se producía la conferencia de prensa, circulaba en el país una editorial del diario La Nación, que originó controversias, al punto de generar las protestas de los periodistas del matutino, indignados por la sugerencia de cerrar las causas por crímenes de lesa humanidad, en nombre de acabar con “el revanchismo”. La senadora nacional por el Frente Cívico de Córdoba, Norma Morandini, manifestó más tarde su repudio por el editorial. En el párrafo inicial, citan a la legisladora, quien aseguró que se hizo una interpretación errónea de su postura.

"He peleado para evitar la idea de los dos bandos y paradójicamente me vuelven a poner en este editorial. Hoy los argentinos no están en ese tema", expresó.

La legisladora consideró que la publicación es "inoportuna" por el momento en el que es difundida y por su contenido. Asimismo, acusó al gobierno de usar este tema políticamente.

“La senadora por Córdoba Norma Morandini escribió días atrás en estas páginas que la causa de los derechos humanos no se puede defender con mentiras. No se puede defender tampoco con nuevas violaciones de derechos humanos como está ocurriendo en el país”, escribió el editorialista de La Nación.

"No creo en los dos demonios, creo que acá hubo un solo demonio que ha sido la violencia política. Participé en un debate en la UCA y hablé de la reconciliación con nosotros mismos, no con los represores, no estoy pidiendo el fin de los juicios", sentenció Morandini en una entrevista en Radio con Vos.

"Tenemos que empezar a atrabajar para que los DDHH conjuguen con la vida. Ayer tuve la sensación como de una mochila que se cae. Hay que mirar hacia adelante", concluyó.

 

Una política externa en las antípodas del gobierno actual

En lo que se refiere a la política externa, Mauricio Macri perfiló un realineamiento del país con las potencias occidentales. En la próxima Cumbre de Mercosur, el 21 de diciembre, solicitará que se aplique la cláusula democrática contra Venezuela "por los abusos en la persecución a los opositores y a la libertad de expresión".  "Es evidente que corresponde que se aplique esa cláusula porque las denuncias son claras, son contundentes, no son un invento", aseguró el nuevo presidente electo de Argentina. Todo dependerá de lo que ocurra en las elecciones del 6 de diciembre en Venezuela y la reacción de Maduro ante una posible derrota. (ver nota Unasur y las elecciones en Venezuela).

Será uno de los temas a tratar con Dilma Rousseff en su próxima visita. La mandataria brasileña recibió en octubre a su candidato favorito, Daniel Scioli, con el que mantenía posiciones de convergencia en los grandes rasgos de la política exterior. Hasta ahora, Rousseff se negó a condenar a Nicolás Maduro por el encarcelamiento de Leopoldo López, cuya esposa, Lilian Tintori, pasó la noche de festejo electoral en Buenos Aires, con el candidato de Cambiemos.

La cláusula democrática del Mercosur posibilita la suspensión de un Estado miembro ante la ruptura del orden democrático, de acuerdo con el Protocolo de Ushuaia de 1998, como ocurrió cuando se produjo la toma del poder por parte del Parlamento en Paraguay, con la suspensión de Fernando Lugo sin juicio político. En ese momento, los socios acordaron la aplicación de la cláusula, que debe ser consensuada.

En otra línea, Mauricio Macri manifestó su interés en acelerar la firma del acuerdo Mercosur –Unión Europea, que hasta ahora no pudo cerrarse por la falta de propuestas competitivas para el bloque del Cono Sur, que se enfrenta a una producción agropecuaria muy subsidiada por Europa, que estrecha márgenes de exportación. Al tiempo que los negociadores europeos intentan avanzar en el área de compras gubernamentales, y de venta productos sofisticados.

Por último, instó a converger al Mercosur con la Alianza del Pacífico, postura por la que viene propugnando Brasil, aunque manteniendo el poder de negociación logrado por el bloque del Cono Sur.

La futura ministra de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra, es rosarina y actualmente se desempeña como jefa de Gabinete  del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon. Si bien forma parte de la burocracia institucional, su acceso a los líderes de los distintos países es llano por su posición.

Se espera que el nuevo gobierno imprima a la Argentina, un realineamiento en la línea de las potencias occidentales. En este sentido, se ubica en las antípodas de la política externa del gobierno actual, que tiene activa participación en Unasur y CELAC, con gradual independencia de organismos de crédito internacionales, y de las políticas ubicadas en el eje de la potencia hemisférica, Estados Unidos.

mercosurabc