RCEP: El impacto en Argentina

Estados Unidos con su sistema democrático en crisis. Grandes economías occidentales en retroceso. Como contracara, el Asia Pacífico consolida el RCEP, la mayor zona de libre comercio del mundo. Argentina y la consolidación de la relación con China y el bloque


El pasado 15 de noviembre de 2020 se llevó a cabo, de manera virtual, la firma del acuerdo para la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, en sus siglas en inglés), integrada por China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda y los diez países miembros de la ASEAN (la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, integrada por Indonesia, Tailandia, Singapur, Malasia, Filipinas, Vietnam, Myanmar, Camboya, Laos y Brunéi). Este bloque abarca a 2.300 millones de consumidores y un producto interno bruto (PIB) total de alrededor de $38.813 mil millones (30% del PIB mundial). Además, se proyecta que el RCEP agregará $186 mil millones a la economía mundial, señala un trabajo de la Fundación INAI publicado hace pocos días*.

Las negociaciones de este acuerdo han sido desarrolladas en un proceso de larga data, por iniciativa de los países de ASEAN, pero distintas dificultades lo fueron posponiendo hasta la actualidad. La India, que en 2019 decidió retirarse de las negociaciones, tendrá la posibilidad de incorporarse en el futuro si lo desea. El objetivo del RCEP radica principalmente en reducir las barreras arancelarias, sin poner demasiado foco en temas como los derechos laborales o cuestiones medioambientales, que sí representan el eje central de negociaciones de acuerdos para la UE, por ejemplo. Así se ha previsto eliminar aranceles sobre más del 90% de los bienes intercambiados entre los miembros. Se ha señalado que elimina impuestos en un 61% de las importaciones de productos agrícolas y pesqueros de la ASEAN, Australia y Nueva Zelanda, junto a un 56% de China y un 49% de Corea del Sur. También incluye cuestiones sobre la propiedad intelectual y capítulos sobre inversiones y comercio de bienes y servicios.

Impacto potencial del RCEP para Argentina

En 2015, la Fundación INAI llevó adelante un estudio sobre el impacto de las negociaciones megarregionales en la producción y el comercio de productos agroindustriales de Argentina. En ese entonces se analizaron las negociaciones para el Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversión entre la Unión Europea y Estados Unidos (TTIP); las relativas al Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) y las de la Asociación Económica Regional Integral (RCEP) entre ASEAN, Australia, India, Nueva Zelanda, China, Japón y Corea del Sur. Sobre este último se focaliza en los dos principales socios comerciales de Mercosur en ese momento: China y la India. Respecto del primero, se estimó el impacto que tendría la eliminación total de aranceles y una reducción de la mitad de sus Barreras No Arancelarias (BNA) para los países miembros del RCEP, pero no así para Mercosur.

En ese momento, se verificó que el impacto sobre las exportaciones agroindustriales del Mercosur de la liberalización del mercado chino a sus socios del RCEP no era elevado, representando una caída de solamente un 1% de sus ventas a ese país. El descenso de las exportaciones argentinas estaba explicado fundamentalmente por lana y aceite de maní. En el comercio de los cuatro países, aparecían también afectados la carne bovina congelada y el glicerol. En cuanto a la India, que no forma parte finalmente del RCEP pero que podría incorporarse en el futuro, se analizó una potencial eliminación en los aranceles y una reducción en las BNA que la India impone a sus contrapartes del acuerdo, y se concluyó que las exportaciones del Mercosur disminuirían un 18%.

Con una caída de 210 millones de dólares, las ventas de Argentina de aceite de soja al mercado indio explicaban la mayor parte de este retroceso. En análisis futuros se deben incorporar otros mercados relevantes, como es el caso de Vietnam, uno de los principales socios comerciales de Argentina en la actualidad en materia de exportaciones agroindustriales, o Corea del Sur, con el cual Mercosur se encuentra negociando un tratado de libre comercio. En ocasión del trabajo, se señalaba que estas iniciativas traerán oportunidades económicas especialmente a los países involucrados, generando un escenario un tanto complejo para los países como Argentina, que no participaba de ninguna de ellas.

En primer lugar, las mejoras de acceso a sus principales competidores por la disminución de barreras arancelarias y no arancelarias podrían traer aparejado la pérdida de mercados. Otro aspecto a tener presente es el regulatorio, ya que este tipo de acuerdos trae aparejado una simplificación normativa para sus integrantes, pero suele generar el cumplimiento de nuevas normas y estándares más elevados para terceros países (no firmantes) que quieran ingresar a los principales mercados y/o participar de las Cadenas Globales de Valor. Esto implica mayores costos, que podrían incluso dejar a los productos argentinos fuera de estos destinos o no permitir que productos que aún no se comercializan lo puedan hacer.

Comercio bilateral

En términos de comercio bilateral, los países del RCEP representan un 20% de las exportaciones totales de Argentina, por un valor de aprox. 11.557 millones de dólares en promedio 2016-18. Considerando sólo las exportaciones agroindustriales, ese porcentaje resulta aún mayor, representando más de un cuarto (27%) de las ventas argentinas, por un valor de 9.038 millones de dólares. Incluso, en 2019 ese porcentaje ascendió a 36%, explicado principalmente por China que en tal año representó el 45% de las ventas agrícolas a países RCEP. Como se puede observar, el sector agroindustrial representa el 78% del total de exportaciones a RCEP. En particular, se destacan 6 destinos principales que representan el 90% de las exportaciones agrícolas a esa región: China (36%), Vietnam (25%), Indonesia (13%), Malasia (10%), Corea del Sur (4%) y Australia (4%), señala INADI.

Relacionamiento argentino con la región

Argentina no posee acuerdos comerciales con ninguno de los países miembros del RCEP, lo que puede ser una desventaja ya que ciertos competidores dentro de ese bloque regional son grandes abastecedores de productos agroindustriales -Australia, Nueva Zelanda, Indonesia, Malasia-. Y por otro lado, se encuentran importadores de este tipo de productos, como lo son China, Japón, Corea del Sur y Vietnam. Se ha señalado que el acuerdo tiene un alcance limitado, pero sí posee un peso simbólico considerable. Se lo puede considerar como un paso de China para reafirmar su poder en la región, mientras que Estados Unidos se ha apartado de este tipo de negociaciones -al menos durante la gestión de Trump-. En un contexto de debilitación del sistema multilateral, los países han seguido negociando acuerdos bilaterales o regionales. A medida que otros países firman nuevos acuerdos, aquellos que no lo hagan pueden perder terreno gradualmente.

De cara al RCEP, Argentina debería centrarse en avanzar en las negociaciones ya en curso a través del Mercosur, como son los casos de la India (profundización del Acuerdo de Preferencias Fijas) y Corea del Sur (TLC), y promover una mayor vinculación con los socios comerciales con los que aún no posee acuerdos, como es el caso de China o Vietnam, entre otros.

Por solo citar un ejemplo, respecto de China, aún no se ha respondido, ni como Argentina ni como Mercosur a las diversas propuestas concretas de China para afianzar el vínculo, como han sido las establecidas en el Libro Blanco de 2008 (reiteradas en el Libro Blanco de 2016) o la propuesta de un estudio de factibilidad de un acuerdo comercial (2012). Dado que la mayoría de los países que integran el RCEP son países en desarrollo, existe la posibilidad de alcanzar, en una primera instancia, un tratado comercial con acento en el sector agroindustrial, que contemple las sensibilidades argentinas.

*Trabajo completo

http://inai.org.ar/archivos/otros/RCEP%2018nov20.pdf

mercosurabc