Hacia la LX Cumbre del Mercosur. Uruguay enfrenta al bloque

Un comunicado de la Cancillería de Paraguay, presidente pro tempore del bloque, anunció que además de la reunión del 20 de julio del Consejo de Mercado Común (CMC) y la Cumbre de Jefes de Estados del Mercosur y Estados Asociados del día 21, se celebrará “una reunión de presidentes del Foro para el Progreso e Integración de América del Sur (Prosur)”.

De esta forma, Paraguay, desde la Presidencia Pro Tempore (PPT) del Mercosur, que debería trasladar a Uruguay, sorprende intentando revivir el organismo creado por Duque y Piñeira en 2019, en tiempos del presidente Mauricio Macri, con el objetivo no alcanzado, de armar un organismo sucedáneo de UNASUR. En el mismo orden de curiosidades, el presidente Zelensky de Ucrania, solicitó al gobierno paraguayo, al que calificó de “amigo” por la defensa de sus posiciones, asistir a la Cumbre del Mercosur, como invitado para exponer la situación de su país.

Esta será la primera cumbre presencial, luego de dos años de reuniones virtuales a raíz de la pandemia del COVID-19.

El tema de mayor discusión pasará por la defensa de la institucionalidad del Mercosur, en relación con la posición de Uruguay, que anunció la firma de un tratado de comercio bilateral con China, sin el consenso con el bloque regional, estipulado específicamente en la letra del tratado fundacional de Asunción; incluso en oposición a sectores productivos de su propio país, preocupados por la falta de estudios de impacto sobre la industria local de acuerdo con la propia Cámara de Industrias del Uruguay. Los beneficios recaen específicamente en el sector ganadero.

Argentina y Paraguay ya adelantaron su posición de defensa de la preservación institucional del Mercosur. Jair Bolsonaro, en plena campaña por las elecciones presidenciales de octubre, no terminó de definir su presencia en la cumbre, después de sucesivas declaraciones de ausencia y participación de la cumbre del 21.

En lo interno, el presidente de Brasil está embarcado en una campaña agresiva, que incluyó una reunión con embajadores extranjeros en los que planteó el posible fraude que el candidato Lula da Silva podría implementar, por el sistema de voto electrónico. Además de denunciar al Supremo Tribunal Federal, como partícipe de una presunta maniobra en este sentido.

Esta postura fue denunciada por líderes políticos, que reclamaron un juicio político por lo que consideraron un episodio grave, que podría operar como advertencia sobre un golpe de estado, que desconozca el resultado de una elección en que las encuestas dan por ganador al candidato del PT en la primera vuelta.

Volviendo a la posición de Brasil de cara al Mercosur, Itamaraty se pronunció en pasadas reuniones contra la decisión unilateral de Uruguay de negociar TLCs con países extra bloque sin el consenso del resto de los miembros. Redunda claramente en la violación plena de la letra del tratado fundante del bloque regional.