Inversiones asiáticas en América Latina
Un importante número de compañías chinas, coreanas y de Australia y Nueva Zelanda -acompañadas en menor escala por empresas de Japón, Taiwán, Singapur y Malasia- habrán invertido entre 2015 y 2020, señaló Carlos Moneta en su ponencia en el marco de Expocomex 2008.
Durante la próxima década se incrementará en alto grado la actividad de empresas de países de AP y de India en Sudamérica. Este rápido crecimiento de empresas e IED de origen asiático, requiere contar a tiempo con una preparación adecuada de nuestra parte, en numerosos ámbitos de actividad del gobierno, la burocracia, el sector privado, las universidades y la sociedad civil, señaló el profesor Carlos Moneta.
Las pautas de interacción en Asia Pacífico conducen a escenarios de integración que presentan configuraciones de “ruedas”: China y Japón constituyen los “centros” (India se agregará en el futuro) y otros, actúan como “radios” (ej.: países de ASEAN). Existen “centros” secundarios en Asia Pacífico (ej.: Singapur) y las “ruedas” no quedan limitadas al espacio asiático: incorporan a países y subregiones de América Latina, explicó Moneta en el transcurso de su ponencia “Asia del Pacífico e India/ Argentina-Mercosur. Contexto y negocios para los próximos años”, organizada por Mercosurabc en el marco de Expocomex 2008.
Un importante número de compañías chinas, coreanas y de Australia y Nueva Zelanda -acompañadas en menor escala por empresas de Japón, Taiwán, Singapur y Malasia- habrán invertido en MERCOSUR (principalmente, en Chile y Brasil), México/Centroamérica y en menor medida, en Perú y otros países del arco andino, entre 2015 y 2020.
Vía IED, TLC’s y comercio surge un sistema de “centros” y “radios” que atraviesa el Pacífico y vincula a las dos regiones. Nodos andinos: Chile, México y gradualmente, Perú. Nodos futuros: Brasil, en primer lugar, en el MERCOSUR junto a Panamá en Centroamérica.
Las empresas de China e India
Se calcula que las inversiones chinas en Latinoamérica alcanzaron en 2003 a u$s 4.600 millones, si bien entre 80 y 90% de ese flujo fue off shore. El resto se enfocó a minas de hierro en Perú; campos petrolíferos y de gas en Venezuela, México y Perú; textiles y agricultura en México; madera, hierro, acero y TIC’s en Brasil; pesca y equipos de TV en Argentina; motocicletas en Colombia y mariscos en Ecuador. Pero en 2005 esa masa de fondos saltó a u$s 11.500 millones, aunque también concentradas en los paraísos fiscales.
El otro problema que se observa en las inversiones chinas en la región latinoamericana se refiere a la poca transparencia de los números, acotó el experto. “Hay una serie de inversiones chinas que se han anunciado en los últimos cuatro años en América Latina que no están registradas en ningún organismo”, advirtió.
India es otro actor que se perfila como un socio comercial de peso en el caso argentino. Es ya su segundo socio comercial asiático con un aumento de 33% anual desde 2002, frente a un promedio del 16% de aumento de las exportaciones globales argentinas. El intercambio en 2005 se ubicó en casi u$s 1.008 millones con exportaciones altamente concentradas en grasas y aceites animales y vegetales, seguidas de minerales, pieles y cueros, manufacturas de fundición de hierro y acero, combustibles y aceites minerales.
En 2004, el total de las inversiones directas en el extranjero de India alcanzaban los u$s 6.600 millones y de ellas, sólo 2% se localizó en América Latina, aunque la tendencia actual es de crecimiento. En Brasil los sectores que captaron capitales de India fueron telecomunicaciones, salud, autopartes, energías alternativas y software. En Argentina fueron al sector agroalimentario, automotrices y biotecnologías y en Uruguay se focalizaron en el Centro de desarrollo de software establecido por Tata Consultancy Services.
Las pautas de interacción en Asia Pacífico conducen a escenarios de integración que presentan configuraciones de “ruedas”: China y Japón constituyen los “centros” (India se agregará en el futuro) y otros, actúan como “radios” (ej.: países de ASEAN). Existen “centros” secundarios en Asia Pacífico (ej.: Singapur) y las “ruedas” no quedan limitadas al espacio asiático: incorporan a países y subregiones de América Latina, explicó Moneta en el transcurso de su ponencia “Asia del Pacífico e India/ Argentina-Mercosur. Contexto y negocios para los próximos años”, organizada por Mercosurabc en el marco de Expocomex 2008.
Un importante número de compañías chinas, coreanas y de Australia y Nueva Zelanda -acompañadas en menor escala por empresas de Japón, Taiwán, Singapur y Malasia- habrán invertido en MERCOSUR (principalmente, en Chile y Brasil), México/Centroamérica y en menor medida, en Perú y otros países del arco andino, entre 2015 y 2020.
Vía IED, TLC’s y comercio surge un sistema de “centros” y “radios” que atraviesa el Pacífico y vincula a las dos regiones. Nodos andinos: Chile, México y gradualmente, Perú. Nodos futuros: Brasil, en primer lugar, en el MERCOSUR junto a Panamá en Centroamérica.
Las empresas de China e India
Se calcula que las inversiones chinas en Latinoamérica alcanzaron en 2003 a u$s 4.600 millones, si bien entre 80 y 90% de ese flujo fue off shore. El resto se enfocó a minas de hierro en Perú; campos petrolíferos y de gas en Venezuela, México y Perú; textiles y agricultura en México; madera, hierro, acero y TIC’s en Brasil; pesca y equipos de TV en Argentina; motocicletas en Colombia y mariscos en Ecuador. Pero en 2005 esa masa de fondos saltó a u$s 11.500 millones, aunque también concentradas en los paraísos fiscales.
El otro problema que se observa en las inversiones chinas en la región latinoamericana se refiere a la poca transparencia de los números, acotó el experto. “Hay una serie de inversiones chinas que se han anunciado en los últimos cuatro años en América Latina que no están registradas en ningún organismo”, advirtió.
India es otro actor que se perfila como un socio comercial de peso en el caso argentino. Es ya su segundo socio comercial asiático con un aumento de 33% anual desde 2002, frente a un promedio del 16% de aumento de las exportaciones globales argentinas. El intercambio en 2005 se ubicó en casi u$s 1.008 millones con exportaciones altamente concentradas en grasas y aceites animales y vegetales, seguidas de minerales, pieles y cueros, manufacturas de fundición de hierro y acero, combustibles y aceites minerales.
En 2004, el total de las inversiones directas en el extranjero de India alcanzaban los u$s 6.600 millones y de ellas, sólo 2% se localizó en América Latina, aunque la tendencia actual es de crecimiento. En Brasil los sectores que captaron capitales de India fueron telecomunicaciones, salud, autopartes, energías alternativas y software. En Argentina fueron al sector agroalimentario, automotrices y biotecnologías y en Uruguay se focalizaron en el Centro de desarrollo de software establecido por Tata Consultancy Services.
mercosurabc