La Unión Industrial argentina reclama participación en las negociaciones internacionales

El documento contiene más de 150 propuestas en cuarenta áreas, referidas a macroeconomía y políticas productivas.

En lo que se refiere al comercio exterior, la entidad pide la eliminación de derechos para exportaciones de MOI y MOA, revisión del AEC manteniendo un nivel de protección efectivo a la producción nacional. Pero al mismo tiempo brega por el desarrollo de negociaciones con el Mercosur para expandir la venta de productos industriales.

Reclama institucionalizar la consulta al sector privado en la negociación de acuerdos internacionales. Pidió la participación del sector privado (next door), en las negociaciones de acuerdos comerciales, en actividades de promoción de exportaciones y salida al exterior.

La UIA pidió un rediseño en el esquema de derechos a las exportaciones, en reintegros, en compensación y en la tasa de estadística.

Un capítulo especial lo ocupó la propuesta de intensificar los acuerdos de integración productiva regional, para complementar la producción y aumentar la escala.

En suma, el documento de la UIA “Plan Productivo 20/23” articula un conjunto de iniciativas integrales para promover la exportación de productos con valor agregado, la creación de empleo calificado, la generación de divisas, el dinamismo del entramado productivo federal, el fortalecimiento del mercado interno, el acceso al financiamiento productivo, y el diseño de un sistema tributario que incentive la agregación de valor, entre otras propuestas.

Su estructura se articula sobre dos pilares: “Macroeconomía para el Desarrollo” y “Políticas Productivas”. El apartado macroeconómico está subdividido en: política monetaria, política cambiaria, política fiscal y política de ingresos. El conjunto de políticas productivas, por su parte, cubre tres dimensiones: “Costos y Competitividad”, “Productividad y Nuevas Tecnologías”, y “PyMI y Desarrollo Regional”. En conjunto, el trabajo realizado por los departamentos técnicos de la institución engloba 11 ejes, 40 áreas y más de 150 propuestas.

Empresariado chileno reacciona frente a la crisis

En medio de la crisis en el país, el empresariado hizo una suerte de autocrítica y se abrió a la posibilidad de desechar la reintegración tributaria en la reforma.

En parte, obligados por las consignas de estallido social de los últimos días, que ha sido empujado por la profunda desigualdad en el país, empezaron a dejar de lado la iniciativa que en la práctica les iba a permitir ahorrarse 800 millones de dólares al año en impuestos: una de las tantas injusticias por las que reclama la ciudadanía.

Ante ello, los empresarios, agrupados en la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), se reunieron para abordar la crisis. Una especie de mea culpa que encabezó del presidente de la CPC, Alfonso Swett.

La reintegración tributaria ha sido uno de los temas que ha defendido el empresariado, que es el denominado corazón de la reforma tributaria, pero que no tiene piso político para ser aprobado.

Es por eso, y en medio de este contexto, en donde los empresarios manifestaron apertura a discutir otros mecanismos.

Así lo indicó el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Bernardo Larraín Matte.

En medio de este debate, el multimillonario Andrónico Luksic abrió el debate en Twitter tras anunciar que a partir de 2020 ningún trabajador directo de sus empresas del Grupo Quiñenco ganará menos de 500 mil pesos mensuales.