La industria automotriz china avanza sobre el Mercosur
La producción automotriz china ya ocupa el cuarto lugar en el ranking mundial, al mismo nivel que Alemania, con una participación del 8,6% en el total. Además, entre 1997 y el 2005 China contribuyó en un 27,4% al crecimiento de la producción mundial. Hasta el momento, las importaciones sudamericanas de vehículos chinos no representan aún una seria competencia para las industrias automotrices de la región. Sin embargo, no deben ser menospreciadas, ya que han comenzado a ganar escala dentro de mercados como Brasil, que sufrió un aumento de sus compras a China del 1,46% en los últimos nueve meses; y Chile, con un 0,97% de aumento en el volumen importado desde ese país en los primeros ocho meses de 2006. En lo que se refiere a la Argentina, si bien por el momento, las importaciones de automóviles procedentes de China no configuran un problema para la producción local, es importante destacar sin embargo, el crecimiento de la inserción china en la región, como un elemento a considerar en el futuro cercano, destaca un informe de la consultora abeceb.com.
La importancia de China en la producción global de vehículos
La producción mundial de automóviles continúa su proceso expansivo. En 2005 se alcanzaron las 66,5 millones de unidades producidas, un 4% superior a las producidas en 2004 y un 25% por encima de lo que se fabricaba en 1997.
Uno de los grandes contribuyentes a este incremento en los niveles de producción es la industria automotriz china que ha evidenciado aumentos notables en la producción a lo largo de los últimos años, con un aporte del 27,4% al crecimiento en la producción entre 1997 y 2005. La paulatina apertura de su economía hacia las corrientes internacionales de comercio, ha dado un impulso notable al sector industrial estudiado en el presente informe, como consecuencia de la modernización de sus plantas fabriles y la incorporación de volúmenes de inversión extranjera cada vez mayores.
Actualmente, China cuenta con 120 fabricantes de automóviles, entre los cuales se encuentran algunos productores que ya fabrican vehículos que cumplen con las mayores normas de seguridad vigentes en Europa. No obstante, la fortaleza de la mayoría de los fabricantes de automóviles chinos reside en la competitividad de sus precios.
Otra clara muestra del progreso experimentado por la industria automotriz china es el hecho de que en 1997, el gigante asiático representaba un 2,97% de la producción mundial. En el 2005, esta cifra se expandió al 8,6%, alcanzando el cuarto lugar en el ranking de productores mundiales y superando a Francia e incluso igualando a Alemania con 5,7 millones de vehículos producidos. Aunque cabe señalar que aún se encuentra lejos de los niveles de producción de EE.UU. y Japón, líderes a nivel global.
En este contexto, de mayor dinamismo en la producción automotriz china, una gran preocupación para el sector en la región pasa por definir cuál será el grado de competencia que impondrán las exportaciones asiáticas a los vehículos argentinos.
La llegada de vehículos chinos a la región
A pesar del innegable temor que genera la salida exportadora china para los países emergentes, como consecuencia de que sus mercados suelen priorizar la competencia en precios y los usuarios prefieren vehículos de bajo costo, aún no se puede asegurar que el sector externo chino represente una amenaza para la industria automotriz regional.
El impacto de las exportaciones de vehículos chinos sobre los argentinos podría reflejarse en este país desde dos puntos diferentes. Por un lado, compitiendo en mercados de la región en los cuales hay inserción de vehículos argentinos (por ejemplo: Brasil y Chile). Por otro, haciendo lo propio en el mismo mercado doméstico nacional.
En el caso de Brasil, se observa una participación muy reducida de los vehículos de origen chino dentro del total de importaciones efectuadas en los últimos ocho años por el país vecino. Sin embargo, es muy significativo el incremento en la participación china dentro del total de importados, donde pasó de un 0,155% en 2005 a un 1,407% en lo que va de 2006. No obstante, debemos destacar que la participación de vehículos importados comercializados en Brasil es muy pequeña.
Más allá de que los números a nueve meses de 2006 arrojan un impactante crecimiento de las importaciones, este segmento está explicado por camiones pequeños que soportan hasta 5 toneladas de peso, con un diseño de bajo costo y con características bien diferenciadas de la oferta brasileña, que no compiten en el mismo segmento de los utilitarios y camiones livianos que Argentina exporta a su socio del Mercosur (se destaca la marca Chana, que los presentó este mes en el último Salón del Automóvil de San Pablo).
Cuadro 1: Importación de automóviles chinos en Brasil. En unidades.
Fuente: abeceb.com
En el caso de las exportaciones chinas hacia Chile, si bien los valores son similares a los verificados para el caso de Brasil, la oferta de vehículos chinos en el país trasandino está mucho más diversificada, con líneas de productos en cada uno de los segmentos del mercado (incluyendo desde autos y utilitarios, hasta vehículos para desplazamiento en nieve y camiones para transporte frigorífico). Es notable el incremento de la participación en las importaciones totales de automóviles en los últimos dos años, llegando a representar un 0,153% en el 2005 y un 0,971% en lo que va del 2006. Esta tendencia se verá potenciada en el futuro como consecuencia de las posibilidades preferenciales que se abrieron a partir del acuerdo de libre comercio recientemente firmado entre Chile y China.
Cuadro 3: Importación de automóviles chinos en Chile. En unidades
Fuente: abeceb.com
En el caso del mercado argentino, la “amenaza amarilla” parece aún muy lejana para el sector terminal. La importación de vehículos procedente del país asiático ocupa una participación importante dentro del grupo de países que se insertan minoritariamente dentro de las ventas en Argentina.
De los 232.000 vehículos importados durante los primeros diez meses de 2006, la participación mayoritaria recayó sobre Brasil, que representa el 82,3% de las compras totales. En este escenario, la incidencia de los vehículos de fabricación china ha recuperado los niveles de 1998 (6.689 vehículos), alcanzando unos 9.867 vehículos para lo que va del año 2006. Sin embargo, hacia el interior de dichas importaciones, observamos diferencias en su composición estructural: mientras que en 1998 la Argentina importó automotores destinados al transporte de mercancías, durante 2006 las importaciones se concentraron en vehículos de cilindrada inferior a 1.000 cm3 destinados al transporte de personas, generalmente conocidos como cuatriciclos.
Una amenaza potencial
Por el momento, las importaciones de automóviles procedentes de China no configuran un problema para la producción local. Sin embargo, es importante destacar el crecimiento de la inserción china en la región, como un elemento a considerar en el futuro cercano.
Para el comercio exterior automotriz, en el caso brasileño, los utilitarios importados son aún de muy bajo valor (y, en consecuencia, de reducida calidad) y no representan una competencia seria para el segmento de utilitarios que se exportan desde Argentina hacia el país vecino, aunque en un mediano plazo el impacto puede ir incrementándose.
En Chile, en cambio, la situación es diferente. La existencia de un acuerdo de libre comercio con China estimula la importación de unidades fabricadas en dicho país. En consecuencia, ya se observa una oferta china mucho más diversificada que la verificada en Brasil y Argentina y se estima que este proceso se profundizará en el futuro. Por lo tanto, conseguir una producción de vehículos con una adecuada relación calidad-precio, que permita no perder una porción significativa del mercado chileno, constituye un nuevo desafío para la industria automotriz nacional.
Para el caso de Argentina, dado que el foco de las compras son cuatriciclos no existe impacto sobre la industria de vehículos nacional, aunque no debe dejarse de lado el hecho de que éste es sólo el primer paso a nivel local, de acuerdo a las posibilidades comerciales que poseen las terminales chinas.
Por consiguiente, la pujanza del comercio exterior chino impone al sector automotriz argentino la necesidad de encender las luces de alerta, dado que esta inserción inicial por medio de vehículos de bajo cilindraje y que apunta a segmentos específicos, bien puede considerarse como indicios de futuras expansiones en materia de calidad y cantidad por parte de la industria automotriz china, concluye el informe de abeceb.com.