Responsabilidad social
WAIPA y ProsperAR organizaron en Buenos Aires dos jornadas de trabajo acerca de las nuevas tendencias en modelos de negocios: entre la sustentabilidad y la rentabilidad.
Organizado por WAIPA (World Association of Investment Promotion Agencies) y ProsperAR se realizaron en el Grand Salón del Four Seasons Hotel de la ciudad de Buenos Aires dos jornadas de trabajo y exposiciones bajo el título
“Nuevas tendencias en modelos de negocios: entre la sustentabilidad y la rentabilidad”.
Fueron dos días de exposiciones en la que participaron representantes de empresas, académicos y consultores. El Congreso tuvo una múltiple representación de invitados extranjeros tanto en el panel, como en el masivo auditorio que siguió atentamente cada una de las disertaciones de los especialistas.
Durante el evento se reflexionó sobre algunas problemáticas que tanto en el presente como en el futuro, afectarán el desarrollo de las empresas en un mundo en el que existirán desafíos de enorme magnitud a resolver, como es la relación entre la rentabilidad empresarial, la sustentabilidad, el medio ambiente y la responsabilidad social de las empresas.
El panel contó con la participación de Marcos Galperín CEO de Mercado Libre, Vanessa Araujo Directora de Kapeh Cosmética, Max Coll de Futuro Forestal, y la sudafricana Jacqueline Chimhanzi de Deloitte South Africa.
La responsabilidad social de las empresas, su compromiso con la conservación medio ambiental, la integración con su comunidad territorial y las necesidades de su población, formarán parte, según los expositores, de los modelos de desarrollo que comenzarán a consolidarse en los próximos años.
En las exposiciones como en el debate posterior, se aludió al rol de los gobiernos y las políticas públicas para generar un mayor impulso de este modelo de desarrollo. La responsabilidad social de las empresas, para los especialistas, no deberá quedar librada a la simple buena voluntad de algunas empresas o a sus estrategias comerciales. Debe ser parte de una planificación política gubernamental que anteponga determinados modelos de incentivos a la inversión de las empresas por sobre otros, mediante un sistema de premios y castigos.
Al inicio de las preguntas del auditorio, un representante de Botswuana aludió a algunos aspectos que hacen a la muy importante industria del turismo de su país, y mencionó que muchas veces las inversiones van de la mano con la contratación de mano de obra barata y condiciones precarias de trabajo. Planteando en concreto la problemática de cómo contrabalancear sustentabilidad y desarrollo social, con rentabilidad empresaria.
Una de las panelistas respondió al interrogante afirmando que la problemática de fondo se debe resolver con la organización y el fortalecimiento de las organizaciones civiles y con políticas de comunicación que sepan difundir las ventajas que significa a largo plazo, contar con mano de obra calificada, organizada y con sus derechos absolutamente garantizados, aun cuando eso signifique un costo mayor en mano de obra.
Algunas disertaciones ahondaron sobre los distintos modos de atraer la inversión empresarial. Se destacó el rol que juegan las agencias internacionales de inversión. Su papel como articulador entre organismos, empresas y comunidades. Pronosticándose que su rol catalizador tendrá incluso mayor preponderancia en el futuro.
En lo relacionado a los estímulos a la inversión los expositores coincidieron que los mismos deben basarse en nuevos conceptos y descartar las formas tradicionales como la desgravación impositiva, que normalmente llevan a una “batalla de exenciones impositivas “sin ningún resultado en la calidad de la inversión y su compromiso con la comunidad y el medio ambiente.
Por el contrario, una política gubernamental que acompañe con premios y castigos los modos de articulación entre comunidad, medio ambiente y rentabilidad empresaria, sería el camino correcto para garantizar inversiones a largo plazo y un salto en la calidad de las mismas.
Rentabilidad y sustentabilidad serán, conforme a las reflexiones de panelistas y auditorio, dos aspectos indisolubles de los nuevos modos de entender el rol de las empresas.
“Nuevas tendencias en modelos de negocios: entre la sustentabilidad y la rentabilidad”.
Fueron dos días de exposiciones en la que participaron representantes de empresas, académicos y consultores. El Congreso tuvo una múltiple representación de invitados extranjeros tanto en el panel, como en el masivo auditorio que siguió atentamente cada una de las disertaciones de los especialistas.
Durante el evento se reflexionó sobre algunas problemáticas que tanto en el presente como en el futuro, afectarán el desarrollo de las empresas en un mundo en el que existirán desafíos de enorme magnitud a resolver, como es la relación entre la rentabilidad empresarial, la sustentabilidad, el medio ambiente y la responsabilidad social de las empresas.
El panel contó con la participación de Marcos Galperín CEO de Mercado Libre, Vanessa Araujo Directora de Kapeh Cosmética, Max Coll de Futuro Forestal, y la sudafricana Jacqueline Chimhanzi de Deloitte South Africa.
La responsabilidad social de las empresas, su compromiso con la conservación medio ambiental, la integración con su comunidad territorial y las necesidades de su población, formarán parte, según los expositores, de los modelos de desarrollo que comenzarán a consolidarse en los próximos años.
En las exposiciones como en el debate posterior, se aludió al rol de los gobiernos y las políticas públicas para generar un mayor impulso de este modelo de desarrollo. La responsabilidad social de las empresas, para los especialistas, no deberá quedar librada a la simple buena voluntad de algunas empresas o a sus estrategias comerciales. Debe ser parte de una planificación política gubernamental que anteponga determinados modelos de incentivos a la inversión de las empresas por sobre otros, mediante un sistema de premios y castigos.
Al inicio de las preguntas del auditorio, un representante de Botswuana aludió a algunos aspectos que hacen a la muy importante industria del turismo de su país, y mencionó que muchas veces las inversiones van de la mano con la contratación de mano de obra barata y condiciones precarias de trabajo. Planteando en concreto la problemática de cómo contrabalancear sustentabilidad y desarrollo social, con rentabilidad empresaria.
Una de las panelistas respondió al interrogante afirmando que la problemática de fondo se debe resolver con la organización y el fortalecimiento de las organizaciones civiles y con políticas de comunicación que sepan difundir las ventajas que significa a largo plazo, contar con mano de obra calificada, organizada y con sus derechos absolutamente garantizados, aun cuando eso signifique un costo mayor en mano de obra.
Algunas disertaciones ahondaron sobre los distintos modos de atraer la inversión empresarial. Se destacó el rol que juegan las agencias internacionales de inversión. Su papel como articulador entre organismos, empresas y comunidades. Pronosticándose que su rol catalizador tendrá incluso mayor preponderancia en el futuro.
En lo relacionado a los estímulos a la inversión los expositores coincidieron que los mismos deben basarse en nuevos conceptos y descartar las formas tradicionales como la desgravación impositiva, que normalmente llevan a una “batalla de exenciones impositivas “sin ningún resultado en la calidad de la inversión y su compromiso con la comunidad y el medio ambiente.
Por el contrario, una política gubernamental que acompañe con premios y castigos los modos de articulación entre comunidad, medio ambiente y rentabilidad empresaria, sería el camino correcto para garantizar inversiones a largo plazo y un salto en la calidad de las mismas.
Rentabilidad y sustentabilidad serán, conforme a las reflexiones de panelistas y auditorio, dos aspectos indisolubles de los nuevos modos de entender el rol de las empresas.
Daniel Calabrese
