Un libro hacia el desarrollo de sistemas educativos latinoamericanistas
El último trabajo del investigador Miguel Angel Barrios(*), devenido en referente del pensamiento latinoamericano de integración después de una profusa producción especializada, afronta un tema esencial para el futuro regional: la educación y la escuela como herramientas en una estrategia de construcción del Estado continental sudamericano, según sostiene Emilio Tanti Fanfani en su introducción. (Dossier especial adjunto)
La obra del educador e investigador, correspondiente a la colección Educación y Sociedad de la Editorial Biblos, recibe el respaldo de notables figuras, como el secretario general de Aladi, José F. Fernández Estigarribia, que explica el auspicio de la institución en su 50º aniversario al libro del investigador, en reconocimiento “a su vocación académica y a su consagración a la promoción de la unidad de Nuestra América Latina”.
Hijo de la frontera viva e intelectual orgánico de la integración
El latinoamericanismo educativo en la perspectiva de la integración regional es un aporte fundamental de Miguel Ángel Barrios a la urgente tarea de pensar con claridad los caminos posibles ante los desafíos que el siglo XXI ya formula a los pueblos y naciones de esta parte del mundo, asegura en la presentación Enrique Martínez Larrechea -Decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de la Empresa de Montevideo.
Miguel Ángel Barrios es un hijo de la frontera viva que puede ase¬gurar el mejor bien común a la región: la frontera argentino-brasileña, dice. Esta expresión, parafraseada de su maestro, Alberto Methol Ferré, nos permite caracterizar brevemente al autor. Nacido en Corrientes y ciudadano de la provincia de Misiones en la Argentina, Barrios nació –también como intelectual– en el espacio confederal del antiguo protec¬torado artiguista. Sin embargo, Miguel Ángel Barrios es también un investigador aca¬démico, profesor de Historia y poseedor de dos doctorados: en Ciencias de la Educación y en Ciencias Políticas, en esta última disciplina por la Universidad del Salvador de Buenos Aires, precisamente con una tesis que dirigió Methol Ferré consagrada a la peripecia profética de Manuel Ugarte.
Como docente e investigador, Miguel Ángel Barrios es profesor del Instituto de Servicio Exterior de la Nación Argentina (Isen) y profesor invitado en instituciones de educación superior del Mercosur, entre ellas la maestría en Derecho de las Relaciones Internacionales de la Integra¬ción de la Universidad de la Empresa (Ude) y el Espacio de Relaciones Internacionales (Edri) de Uruguay.
Es, por tanto, un “intelectual orgánico” de una perspectiva emanci¬patoria y nacional, sostiene el profesor uruguayo.
Miguel Ángel Barrios se propone el objeto de “interrogar los discursos emergentes” de la generación latinoamericana por antonomasia. Y centra su esfuerzo en los legados intelectuales de José Martí, Manuel Ugarte, José Vasconcelos y Pedro Henríquez Ureña. Asimismo, toma de Jaume Carbonell Sebarroja las categorías de modelo social, modelo escolar, modelo pedagógico y modelo de gestión y participación, explica.
La aproximación del escritor argentino al latinoamericanismo educati¬vo es, pues, sistemática y erudita. Recorre un vasto arco teórico desde la teoría política, la historia y el debate teórico-filosófico, para pasar revista luego, en el capítulo 2, a la influencia cultural del positivismo, corriente a la que tocó el papel de articular los sistemas educativos nacionales, en sus vertientes comteana y spenceriana. En tal sentido, este libro está llamado a ser, no un ejercicio correcto destinado a un merecido descanso en anaqueles polvorientos y silenciosos, sino una obra desafiante y lúcida, que nos pone frente a un combate aun en ciernes: hacer de nuestras universidades y de nuestras plataformas institucionales de ciencia, conocimiento e innovación, espacios articulados y convergentes, en los que no sólo una elite tecnocrática participe sino la comunidad latinoamericana, como sujeto activo en la construcción de un vasto espacio integrado, tal vez un Estado continental, concluye Enrique Martínez Larrechea.
El ethos hispanoamericano
Por su parte, en el prólogo de la obra, la profesora emérita de UCA, Graciela Maturo, relata que Miguel Ángel Barrios forma parte de las nuevas promociones del campo nacional al que pertenecía Fermín Chávez, en prosecución del revisionismo católico de Vicente Sierra y José María Rosa, y de Jorge Abelardo Ramos, ampliado hacia el pensamiento latinoamericano que con diferentes matices han integrado Alberto Methol Ferré –director de su trabajo de tesis–, Washington R. Reyes Abadie, Alberto Wag-ner de Reyna, Helio Jaguaribe y muchos otros estudiosos de la segunda mitad del siglo XX, que han visto llegada la hora impostergable de re¬componer el fragmentado mapa de América Latina.
Esa vertiente del pensamiento político latinoamericano, cuyas fuentes remotas se encuentran en las crónicas del siglo XVI, anticipadoras de la originalidad mestiza del Nuevo Mundo, adquiere innegablemente su consciente madurez con la generación del 900, propuesta en esta obra por Miguel Ángel Barrios como tema de investigación. Si bien es cierto que José Martí muere en 1895, sin alcanzar esa fecha, con plena justicia el autor lo integra al grupo generacional de comienzos del siglo XX, formado por Rubén Darío, Manuel Ugarte, José Enrique Rodó, Francisco García Calderón, José Santos Chocano, José Vasconcelos, entre otros.
El antiimperialismo político de esa generación se traduce en un profundo rescate del ethos hispanoamericano, y un consiguiente recha¬zo del pragmatismo, el positivismo y otros instrumentos propios de la mentalidad dominante, difundidos incluso entre algunos prohombres de la etapa de la organización de las naciones. Tema insoslayable en este replanteo de la identidad cultural era, y sigue siendo sin duda, el de la educación.
sostiene que Miguel Ángel Barrios nos invita a participar en la reconstrucción de esta nación de repúblicas marcada por la mestización y la espiritualidad. Un “pequeño género humano”, como decía Simón Bolívar, que acaso se halle a tiempo de ofrecer un nuevo modelo a la humanidad, con solvencia académica, comprensión histórica y gesto vehemente.
La mirada política de la educación y la escuela
En la introducción, el profesor Emilio Tenti Fanfani, advierte sobre la importancia de la nueva producción del investigador. “Es preciso que el lector sepa que el libro de Barrios es una especie de invitación a mirar las cosas de la educación y la escuela desde la política. Una política que hoy debe trascender los límites estrechos heredados del Estado-nación que ya está cumpliendo doscientos años. Se trata de una invitación a considerar la escuela como una herramienta dentro de una estrategia de construcción de un nuevo campo político: el del Estado continental sudamericano”.
“Hoy se requiere una nueva politización de la cuestión escolar. Ya no basta desarrollar la escolarización en el sentido tradicional (más alumnos, más escuelas, más eficiencia escolar, etc.) sino que es preciso encontrar un nuevo sentido a esta vieja institución. Hoy los sistemas escolares son cada vez más masivos, se extienden a lo largo y lo ancho del territorio, pero son como gigantes anémicos y bobos que han perdi¬do sentido y orientación. Es probable que los procesos de redefinición de las configuraciones nacionales estatales que tienen lugar en todo el mundo y en América Latina en particular sean una ocasión para pensar la educación en función de otro proyecto político: el de la construcción de sociedades más ricas, más justas, más libres y también más fuertes para contribuir con la riqueza y diversidad de sus culturas a la construcción de una auténtica cultura universal”, sostiene con entusiasmo el consultor del IIPE-UNESCO.
Las propuestas
En sus palabras preliminares, Miguel Angel Barrios explica que la batalla por la educación únicamente cobra dimensión en los espacios que ubiquen como horizonte estratégico al Estado continental industrial de América del Sur en América Latina. Todo programa aislado sin respuestas regionales está condeno al fraca¬so. La educación dinamizadora de la cultura es el factor intangible del Estado continental, en un momento en que la verdadera soberanía es la cultural.
El libro, según lo define el propio autor, persigue dos objetivos: ) retomar la actualidad del progra¬ma educativo del nacionalismo latinoamericano del 900, y 2) rediseñar líneas de acción a partir de sus presupuestos filosófico-políticos, con el fin de no dejarlos congelados en el tiempo, pero que constituyen caminos posibles de planeamiento de políticas públicas desde la educación, con el fin de promover la ciudadanía regional del Estado continental industrial de América del Sur en América Latina.
Avanzando en su obra, Barrios esboza líneas de acción que parten de una reconceptualización del fenómeno educativo: la educación en la mundialización significa interna¬lización de información, conceptos y valores para la toma de decisiones en tiempos de incertidumbre, potenciando a la cultura en la dimensión identitaria de los pueblos.
Propone la homogeneización de los sistemas educativos sudamericanos en todos sus niveles. El reconocimiento automático de los títulos de grado académicos en lo que será el estado continental. Implementar cátedras comunes en las academias diplomáticas, militares y de las fuerzas de seguridad. Implementar en la currícula el portugués como lengua obligatoria en el sistema educativo hispanohablante y el castellano en el mundo lusohablante. Crear las cátedras “Patriotas latinoamericanos” y “Segunda inde¬pendencia” en forma itinerante en toda América del Sur, bajo la órbita de la Unasur, con metodología presencial y virtual. La creación de una Secretaría de cultura y educación de la integración con el fin de centralizar los programas para otorgarle coherencia política y eficacia estratégica a la Unasur, el Mercosur y la Comunidad Andina, a través de las diplomacias pre¬sidenciales. Implementación de programas formales y no formales, bajo el axioma de la educación permanente, y muchas propuestas más (ver dossier especial adjunto)
La reactualización del latinoamericanismo educativo en la perspectiva de la integración regional nos permitirá, en nuestra opinión, narrarnos a nosotros mismos, para ser de una vez por todas sujetos de Nuestra América en la segunda independencia, expresa el profesor del ISEN.
La educación y la nueva diplomacia
En el epílogo de la obra, Franco Castiglioni, Director de Asuntos Académicos del ISEN, asegura que los resultados concretos en el mejoramiento de la vida de los pueblos son fundamentales para la legitimación de las instituciones como las del Mercosur y Unasur. Pero van de la mano, como lo fue en la construcción de los estados nacionales, de una decidida política cultural. Sin ciudadanía no puede haber democracia en un país. El ciudadano regional es una prioridad para avanzar y consolidar la integración. La educación, sin ser el instrumento exclusivo, constituye un plano de primaria importancia para la política cultural que pretenda dar sentido y fundamento a una ciudadanía democrática regional, basada en mutuos reconocimientos que valoren la diversidad.
Precisamente el esfuerzo de concentrar el foco en la educación como eje de la construcción de una ciudadanía regional es la tarea propuesta con originalidad anticipatoria por Miguel Angel Barrios en su libro El latinoamericanismo educativo en la Perspectiva de la Integración Regional. Barrios, con este texto, nos ofrece un nuevo capítulo de su producción intelectual y compromiso latinoamericanista. Por su carácter profundamente latinoamericano, el texto de Barrios es un importante aporte a la política exterior de la Argentina. En el Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN), donde se forman los futuros diplomáticos del país y se capacitan permanentemente los funcionarios del servicio exterior durante su carrera, otorgamos al estudio de la historia, la política y la economía de los países de nuestra región la importancia que le asigna la prioridad latinoamericana en la inserción internacional de nuestro país.
Miguel Angel Barrios nos acompaña en el ISEN como profesor aportando a los jóvenes aspirantes nada menos que su profundo conocimiento sobre el pensamiento político latinoamericanista. Con orgullo podemos decir que la difusión de sus libros es una importante contribución al pensamiento latinoamericano en la que sobre la raíz de los precursores nos tramite la visión de unidad e integración regional adecuada a las complejas condiciones del siglo XXI, concluye Castiglioni.
Dossier especial con más información
(*) Miguel Angel Barrios es Profesor de Pensamiento Politico Latinoamericano en el Instituto de Servicio Exterior -ISEN- de la Cancilleria argentina.
Profesor en Historia.Instituto Superior del Profesorado "Antonio Ruiz de Montoya". Posadas. Misiones. Argentina
Posgrado en Historia Politica Argentina Contemporánea. Universidad de Belgrano. Bs As. Argentina
Magister en Sociologia. Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Bs As. Argentina
Magister en Educación. Universidad Tecnológica Intercontinental .UTIC. Asunción. Paraguay
Doctor en Educación. Universidad Tecnológica Intercontinental .UTIC. Asunción. Paraguay
Doctor en Ciencia Politica. Universidad del Salvador. USAL. Bs As. Argentina
Diploma en Relaciones Internacionales. Escuela Complutense Latinoamericana. Universidad Complutense de Madrid. España
Es Director Académico de la Escuela de Politicas Públicas de la Fundación Democracia y Consejero Cientifico del Instituto de Estudios Estratégicos -IEERI- del Circulo de Legisladores del Congreso de la Nación Argentina. Ha publicado "El Latinoamericanismo en el Pensamiento Politico de Manuel Ugarte"-2007-Seleccionado por la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares CONABIP de la Secretaria de Cultura de la Presidencia de la Nación en el 2008 en el rubro Pensamiento Nacional para el Plan Nacional del Libro
"Perón y el Peronismo en el sistema mundo del Siglo XXI"-2008-
"Diccionario Latinoamericano de Seguridad y Geopolitica"-Director-2009
"Coautor de "La Revolución de Mayo y el Bicentenario Americano"-2010--junto a Norberto Galasso, Pacho O Donnell, Graciela Maturo y León Pomer, entre otros-
"El Latinoamericanismo Educativo en la Perspectiva de la Integración Regional"-2011-
Escribe articulos especializados de Politica Internacional para Academias Militares y Diplomáticas de América Latina
Ha recibido el Premio a la Cultura Nacional en la Temática Investigación "Dr Arturo Jauretche" en 2009. Bs As Argentina
Hijo de la frontera viva e intelectual orgánico de la integración
El latinoamericanismo educativo en la perspectiva de la integración regional es un aporte fundamental de Miguel Ángel Barrios a la urgente tarea de pensar con claridad los caminos posibles ante los desafíos que el siglo XXI ya formula a los pueblos y naciones de esta parte del mundo, asegura en la presentación Enrique Martínez Larrechea -Decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de la Empresa de Montevideo.
Miguel Ángel Barrios es un hijo de la frontera viva que puede ase¬gurar el mejor bien común a la región: la frontera argentino-brasileña, dice. Esta expresión, parafraseada de su maestro, Alberto Methol Ferré, nos permite caracterizar brevemente al autor. Nacido en Corrientes y ciudadano de la provincia de Misiones en la Argentina, Barrios nació –también como intelectual– en el espacio confederal del antiguo protec¬torado artiguista. Sin embargo, Miguel Ángel Barrios es también un investigador aca¬démico, profesor de Historia y poseedor de dos doctorados: en Ciencias de la Educación y en Ciencias Políticas, en esta última disciplina por la Universidad del Salvador de Buenos Aires, precisamente con una tesis que dirigió Methol Ferré consagrada a la peripecia profética de Manuel Ugarte.
Como docente e investigador, Miguel Ángel Barrios es profesor del Instituto de Servicio Exterior de la Nación Argentina (Isen) y profesor invitado en instituciones de educación superior del Mercosur, entre ellas la maestría en Derecho de las Relaciones Internacionales de la Integra¬ción de la Universidad de la Empresa (Ude) y el Espacio de Relaciones Internacionales (Edri) de Uruguay.
Es, por tanto, un “intelectual orgánico” de una perspectiva emanci¬patoria y nacional, sostiene el profesor uruguayo.
Miguel Ángel Barrios se propone el objeto de “interrogar los discursos emergentes” de la generación latinoamericana por antonomasia. Y centra su esfuerzo en los legados intelectuales de José Martí, Manuel Ugarte, José Vasconcelos y Pedro Henríquez Ureña. Asimismo, toma de Jaume Carbonell Sebarroja las categorías de modelo social, modelo escolar, modelo pedagógico y modelo de gestión y participación, explica.
La aproximación del escritor argentino al latinoamericanismo educati¬vo es, pues, sistemática y erudita. Recorre un vasto arco teórico desde la teoría política, la historia y el debate teórico-filosófico, para pasar revista luego, en el capítulo 2, a la influencia cultural del positivismo, corriente a la que tocó el papel de articular los sistemas educativos nacionales, en sus vertientes comteana y spenceriana. En tal sentido, este libro está llamado a ser, no un ejercicio correcto destinado a un merecido descanso en anaqueles polvorientos y silenciosos, sino una obra desafiante y lúcida, que nos pone frente a un combate aun en ciernes: hacer de nuestras universidades y de nuestras plataformas institucionales de ciencia, conocimiento e innovación, espacios articulados y convergentes, en los que no sólo una elite tecnocrática participe sino la comunidad latinoamericana, como sujeto activo en la construcción de un vasto espacio integrado, tal vez un Estado continental, concluye Enrique Martínez Larrechea.
El ethos hispanoamericano
Por su parte, en el prólogo de la obra, la profesora emérita de UCA, Graciela Maturo, relata que Miguel Ángel Barrios forma parte de las nuevas promociones del campo nacional al que pertenecía Fermín Chávez, en prosecución del revisionismo católico de Vicente Sierra y José María Rosa, y de Jorge Abelardo Ramos, ampliado hacia el pensamiento latinoamericano que con diferentes matices han integrado Alberto Methol Ferré –director de su trabajo de tesis–, Washington R. Reyes Abadie, Alberto Wag-ner de Reyna, Helio Jaguaribe y muchos otros estudiosos de la segunda mitad del siglo XX, que han visto llegada la hora impostergable de re¬componer el fragmentado mapa de América Latina.
Esa vertiente del pensamiento político latinoamericano, cuyas fuentes remotas se encuentran en las crónicas del siglo XVI, anticipadoras de la originalidad mestiza del Nuevo Mundo, adquiere innegablemente su consciente madurez con la generación del 900, propuesta en esta obra por Miguel Ángel Barrios como tema de investigación. Si bien es cierto que José Martí muere en 1895, sin alcanzar esa fecha, con plena justicia el autor lo integra al grupo generacional de comienzos del siglo XX, formado por Rubén Darío, Manuel Ugarte, José Enrique Rodó, Francisco García Calderón, José Santos Chocano, José Vasconcelos, entre otros.
El antiimperialismo político de esa generación se traduce en un profundo rescate del ethos hispanoamericano, y un consiguiente recha¬zo del pragmatismo, el positivismo y otros instrumentos propios de la mentalidad dominante, difundidos incluso entre algunos prohombres de la etapa de la organización de las naciones. Tema insoslayable en este replanteo de la identidad cultural era, y sigue siendo sin duda, el de la educación.
sostiene que Miguel Ángel Barrios nos invita a participar en la reconstrucción de esta nación de repúblicas marcada por la mestización y la espiritualidad. Un “pequeño género humano”, como decía Simón Bolívar, que acaso se halle a tiempo de ofrecer un nuevo modelo a la humanidad, con solvencia académica, comprensión histórica y gesto vehemente.
La mirada política de la educación y la escuela
En la introducción, el profesor Emilio Tenti Fanfani, advierte sobre la importancia de la nueva producción del investigador. “Es preciso que el lector sepa que el libro de Barrios es una especie de invitación a mirar las cosas de la educación y la escuela desde la política. Una política que hoy debe trascender los límites estrechos heredados del Estado-nación que ya está cumpliendo doscientos años. Se trata de una invitación a considerar la escuela como una herramienta dentro de una estrategia de construcción de un nuevo campo político: el del Estado continental sudamericano”.
“Hoy se requiere una nueva politización de la cuestión escolar. Ya no basta desarrollar la escolarización en el sentido tradicional (más alumnos, más escuelas, más eficiencia escolar, etc.) sino que es preciso encontrar un nuevo sentido a esta vieja institución. Hoy los sistemas escolares son cada vez más masivos, se extienden a lo largo y lo ancho del territorio, pero son como gigantes anémicos y bobos que han perdi¬do sentido y orientación. Es probable que los procesos de redefinición de las configuraciones nacionales estatales que tienen lugar en todo el mundo y en América Latina en particular sean una ocasión para pensar la educación en función de otro proyecto político: el de la construcción de sociedades más ricas, más justas, más libres y también más fuertes para contribuir con la riqueza y diversidad de sus culturas a la construcción de una auténtica cultura universal”, sostiene con entusiasmo el consultor del IIPE-UNESCO.
Las propuestas
En sus palabras preliminares, Miguel Angel Barrios explica que la batalla por la educación únicamente cobra dimensión en los espacios que ubiquen como horizonte estratégico al Estado continental industrial de América del Sur en América Latina. Todo programa aislado sin respuestas regionales está condeno al fraca¬so. La educación dinamizadora de la cultura es el factor intangible del Estado continental, en un momento en que la verdadera soberanía es la cultural.
El libro, según lo define el propio autor, persigue dos objetivos: ) retomar la actualidad del progra¬ma educativo del nacionalismo latinoamericano del 900, y 2) rediseñar líneas de acción a partir de sus presupuestos filosófico-políticos, con el fin de no dejarlos congelados en el tiempo, pero que constituyen caminos posibles de planeamiento de políticas públicas desde la educación, con el fin de promover la ciudadanía regional del Estado continental industrial de América del Sur en América Latina.
Avanzando en su obra, Barrios esboza líneas de acción que parten de una reconceptualización del fenómeno educativo: la educación en la mundialización significa interna¬lización de información, conceptos y valores para la toma de decisiones en tiempos de incertidumbre, potenciando a la cultura en la dimensión identitaria de los pueblos.
Propone la homogeneización de los sistemas educativos sudamericanos en todos sus niveles. El reconocimiento automático de los títulos de grado académicos en lo que será el estado continental. Implementar cátedras comunes en las academias diplomáticas, militares y de las fuerzas de seguridad. Implementar en la currícula el portugués como lengua obligatoria en el sistema educativo hispanohablante y el castellano en el mundo lusohablante. Crear las cátedras “Patriotas latinoamericanos” y “Segunda inde¬pendencia” en forma itinerante en toda América del Sur, bajo la órbita de la Unasur, con metodología presencial y virtual. La creación de una Secretaría de cultura y educación de la integración con el fin de centralizar los programas para otorgarle coherencia política y eficacia estratégica a la Unasur, el Mercosur y la Comunidad Andina, a través de las diplomacias pre¬sidenciales. Implementación de programas formales y no formales, bajo el axioma de la educación permanente, y muchas propuestas más (ver dossier especial adjunto)
La reactualización del latinoamericanismo educativo en la perspectiva de la integración regional nos permitirá, en nuestra opinión, narrarnos a nosotros mismos, para ser de una vez por todas sujetos de Nuestra América en la segunda independencia, expresa el profesor del ISEN.
La educación y la nueva diplomacia
En el epílogo de la obra, Franco Castiglioni, Director de Asuntos Académicos del ISEN, asegura que los resultados concretos en el mejoramiento de la vida de los pueblos son fundamentales para la legitimación de las instituciones como las del Mercosur y Unasur. Pero van de la mano, como lo fue en la construcción de los estados nacionales, de una decidida política cultural. Sin ciudadanía no puede haber democracia en un país. El ciudadano regional es una prioridad para avanzar y consolidar la integración. La educación, sin ser el instrumento exclusivo, constituye un plano de primaria importancia para la política cultural que pretenda dar sentido y fundamento a una ciudadanía democrática regional, basada en mutuos reconocimientos que valoren la diversidad.
Precisamente el esfuerzo de concentrar el foco en la educación como eje de la construcción de una ciudadanía regional es la tarea propuesta con originalidad anticipatoria por Miguel Angel Barrios en su libro El latinoamericanismo educativo en la Perspectiva de la Integración Regional. Barrios, con este texto, nos ofrece un nuevo capítulo de su producción intelectual y compromiso latinoamericanista. Por su carácter profundamente latinoamericano, el texto de Barrios es un importante aporte a la política exterior de la Argentina. En el Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN), donde se forman los futuros diplomáticos del país y se capacitan permanentemente los funcionarios del servicio exterior durante su carrera, otorgamos al estudio de la historia, la política y la economía de los países de nuestra región la importancia que le asigna la prioridad latinoamericana en la inserción internacional de nuestro país.
Miguel Angel Barrios nos acompaña en el ISEN como profesor aportando a los jóvenes aspirantes nada menos que su profundo conocimiento sobre el pensamiento político latinoamericanista. Con orgullo podemos decir que la difusión de sus libros es una importante contribución al pensamiento latinoamericano en la que sobre la raíz de los precursores nos tramite la visión de unidad e integración regional adecuada a las complejas condiciones del siglo XXI, concluye Castiglioni.
Dossier especial con más información
(*) Miguel Angel Barrios es Profesor de Pensamiento Politico Latinoamericano en el Instituto de Servicio Exterior -ISEN- de la Cancilleria argentina.
Profesor en Historia.Instituto Superior del Profesorado "Antonio Ruiz de Montoya". Posadas. Misiones. Argentina
Posgrado en Historia Politica Argentina Contemporánea. Universidad de Belgrano. Bs As. Argentina
Magister en Sociologia. Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Bs As. Argentina
Magister en Educación. Universidad Tecnológica Intercontinental .UTIC. Asunción. Paraguay
Doctor en Educación. Universidad Tecnológica Intercontinental .UTIC. Asunción. Paraguay
Doctor en Ciencia Politica. Universidad del Salvador. USAL. Bs As. Argentina
Diploma en Relaciones Internacionales. Escuela Complutense Latinoamericana. Universidad Complutense de Madrid. España
Es Director Académico de la Escuela de Politicas Públicas de la Fundación Democracia y Consejero Cientifico del Instituto de Estudios Estratégicos -IEERI- del Circulo de Legisladores del Congreso de la Nación Argentina. Ha publicado "El Latinoamericanismo en el Pensamiento Politico de Manuel Ugarte"-2007-Seleccionado por la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares CONABIP de la Secretaria de Cultura de la Presidencia de la Nación en el 2008 en el rubro Pensamiento Nacional para el Plan Nacional del Libro
"Perón y el Peronismo en el sistema mundo del Siglo XXI"-2008-
"Diccionario Latinoamericano de Seguridad y Geopolitica"-Director-2009
"Coautor de "La Revolución de Mayo y el Bicentenario Americano"-2010--junto a Norberto Galasso, Pacho O Donnell, Graciela Maturo y León Pomer, entre otros-
"El Latinoamericanismo Educativo en la Perspectiva de la Integración Regional"-2011-
Escribe articulos especializados de Politica Internacional para Academias Militares y Diplomáticas de América Latina
Ha recibido el Premio a la Cultura Nacional en la Temática Investigación "Dr Arturo Jauretche" en 2009. Bs As Argentina
Graciela Baquero