Cumbre del Mercosur apunta a revisar temas conflictivos

Después de los desacuerdos planteados por las negociaciones abiertas por Uruguay con el bloque del CPTPP no consensuadas con Mercosur, la cumbre concluye sin definiciones, pero con el compromiso de revisar temas conflictivos, como la baja del arancel externo común consensuado entre Argentina y Brasil, el régimen de origen, los servicios y los sectores automotor y azucarero con atención a la búsqueda de “alternativas para promover su mejor aprovechamiento y facilitar el acceso a mercados extrarregionales”.


Argentina asumió la presidencia rotativa del MERCOSUR en la 39ª Cumbre del bloque, el martes pasado en Montevideo El encuentro estuvo marcado por tensiones previas y el intercambio de acusaciones durante la reunión de autoridades, ante la posición de Uruguay, defendiendo la firma de nuevos tratados de libre comercio fuera del bloque, violando el estatuto del Mercosur.

Hace una semana, Argentina, Brasil y Paraguay emitieron un comunicado conjunto prometiendo acciones de represalia si Uruguay formalizaba su ingreso al Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP-11).

En su declaración al finalizar la cumbre, los tres miembros plenos del Mercosur Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia como asociado en vías de integración, destacaron este martes la meta de “trabajar en la consolidación y el perfeccionamiento de la unión aduanera” del bloque y admitieron la necesidad de “establecer mecanismos a nivel que permitan solucionar, con carácter definitivo, los obstáculos que afectan el comercio entre los Estados partes”.

El texto, difundido varias horas después de finalizada la cumbre de presidentes que se realizó en Montevideo, celebra el “compromiso de continuar trabajando de manera conjunta” para afrontar los efectos de la pandemia de Covid-19 y expresa la “preocupación” del bloque por las consecuencias del conflicto en Ucrania, “lamentando especialmente las humanitarias, así como los impactos negativos en los mercados internacionales de alimentos, energía e insumos de producción”.

El documento, de seis carillas repasa el estado de situación en varias cuestiones en plena discusión: el arancel externo común, la revisión del régimen de origen, los servicios y los sectores automotor –con énfasis en “el objetivo de la implementación de una Política Automotriz del Mercosur”- y azucarero -con atención a la búsqueda de “alternativas para promover su mejor aprovechamiento y facilitar el acceso a mercados extrarregionales”.

Los cuatro países –Uruguay otra vez eligió no firmar el documento final- también remarcaron “los trabajos de revisión” en materia regulatoria, pusieron de relieve el Foro Empresario como “instrumento de articulación entre los sectores público y privado” y coincidieron en la necesidad de dar continuidad al Fondo para la Convergencia Estructural (Focem) “como herramienta para la reducción de asimetrías y el fortalecimiento del proceso de integración”.

El texto subraya la tarea en pos de “potenciar la imagen del bloque a nivel internacional y brindar mayor visibilidad a las actividades” y llama a “profundizar el abordaje de asuntos relativos al desarrollo sostenible en sus tres dimensiones económica, social y medio ambiental en las agendas de los órganos y foros de la estructura institucional” del bloque “con un enfoque transversal”.

Al asumir la presidencia del bloque, Argentina tendrá como prioridad en la agenda revisar el acuerdo Mercosur - Unión Europea, firmado en 2019, e iniciar negociaciones para un tratado de libre comercio con China. “El Mercosur debe apalancar su unidad para ver cómo enfrentar los dilemas que se presentan. El gran secreto es ver cómo podemos unir esfuerzos”, dijo el presidente Alberto Fernández,, según reproduce la agencia Telam.

Argentina defiende la inclusión de los países sudamericanos en las cadenas de valor mundiales del Mercosur para dar mayor estabilidad a los acuerdos.

El anfitrión y presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, inauguró el encuentro entre presidentes con un discurso que trató de disipar las polémicas previas a la 39 Cumbre, pero mantuvo la defensa de la “libertad” de cada país para suscribir acuerdos comerciales que lo favorezcan .

"Nadie vino a la reunión a buscar más conflictos, creemos que todos vinieron a buscar más consensos. Queremos estar abiertos al mundo, sin hacer nada. No podemos hablar de ruptura, sino de resolver tensiones". dijo el presidente uruguayo.

El presidente argentino, Alberto Fernández, fue contundente en su respuesta. “Dices que no quieres una ruptura, pero en una sociedad cuando alguien no sigue las reglas, está rompiendo las normas. Si hay que cambiar las reglas, discutámoslo, pero mientras eso no sucede. , hay que respetarlos”, sentenció.

Argentina dijo estar dispuesta a modernizar el bloque, como sugiere Uruguay, revisando las asimetrías entre las economías más grandes y más pequeñas, pero sin romper los consensos previos.

“En este contexto de desigualdad y asimetría, que el Mercosur no ha resuelto y estamos pensando en responder, no es una locura pensar en un banco central. No es una locura ni para Brasil ni para Argentina. Me interesa más comerciar con Brasil. , Uruguay, Paraguay, Chile y Bolivia que comerciar con países fuera de la zona", dijo Fernández.

El presidente paraguayo también siguió el mismo argumento, proponiendo mecanismos de compensación. “Somos el único país del Mercosur que no tiene acceso competitivo a los grandes mercados por la falta de acceso al mar. Nuestro bloque debe tener una estrategia común”, defendió Mario Abdo Benítez.

Por parte de Brasil, el vicepresidente, general Hamilton Mourão también sostuvo que hay voluntad de discutir el reglamento interno, pero es necesario para preservar la unidad del Mercosur. "Necesitamos preservar la fluidez del comercio entre nosotros, el diálogo intrabloque y la capacidad de llegar a un consenso", dijo.

El Partido Socialista de Uruguay criticó la posición del actual gobierno, "el país no es una tabla de surf, señor presidente", dijeron en un comunicado luego de que Lacalle Pou dijera que la cumbre del Mercosur estaría "amenizada" por el intercambio de dardos previos entre representantes de su gobierno y otros miembros del Mercado Común del Sur.

“Parece que todos los esfuerzos del gobierno están enfocados en romper con los acuerdos regionales. La política exterior del país es una responsabilidad seria, planificada, rigurosa, no depende de estados de ánimo coyunturales”, critican en una nota.

Argentina confía en abrir una nueva etapa de cooperación en el bloque con el gobierno de Lula (PT).

La profesora de la Unesp, Karina Mariano, cree que la principal agenda común entre Brasil y Argentina en 2023 será la reorganización del funcionamiento interno del bloque. “Necesitamos un relanzamiento del Mercosur: definir cómo debe ser la integración, cuáles son las prioridades y ver cómo serán las reglas”, defiende en entrevista con Brasil de Fato.

Actualmente, Bolivia espera la aprobación final para su ingreso al Mercosur, mientras que Venezuela -suspendida desde 2019- busca abogar por su regreso al bloque. “En un par de años, cuando el bloque esté más estabilizado, parece más factible la entrada de Bolivia, que tiene una economía estable. Ahora en el caso de Venezuela, dependerá mucho de la situación interna, tanto económica como política. estabilidad”, analiza Mariano.

El documento de Uruguay se presentó por separado

En el documento publicado un día después de la cumbre, se destacó "la importancia de los intercambios desarrollados durante el presente semestre", en que el país ocupó la presidencia pro tempore del bloque, y dijo que trabajó "en la consolidación y el perfeccionamiento de la zona de libre comercio".

Las ambiciones uruguayas chocan con cláusulas de los tratados fundacionales del Mercosur que impiden a sus Estados miembro negociar acuerdos comerciales con otros países o grupos de países sin la participación de todo el bloque.

El mandatario uruguayo, Luis Lacalle Pou, buscó dejar en claro que su país busca “abrise al mundo” y no una “ruptura”.

El documento de la Cancillería uruguaya insiste en lo planteado este martes por Lacalle Pou y subraya "la necesidad de establecer mecanismos a nivel del Mercosur que permitan solucionar, con carácter definitivo, los obstáculos que distorsionan el comercio entre los Estados Parte, indicando que las restricciones contribuyen a profundizar las asimetrías en perjuicio de las economías de menor dimensión económica".

También destaca la propuesta presentada "en materia de perfeccionamiento de la zona de libre comercio, donde se propone la eliminación de todas las restricciones y medidas equivalentes aplicadas en el comercio intrabloque en el plazo de un año".

Asimismo, el comunicado valora “el compromiso de continuar trabajando de manera conjunta y coordinada con los demás Estados Parte, a efectos de contribuir a la recuperación económica del bloque, a raíz de las consecuencias ocasionadas por la pandemia de Covid-19".

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