Doha y el compás de espera en las negociaciones
Las reuniones de Coordinadores con la Unión Europea (UE) que tenían lugar dentro del marco del Comité de Negociaciones Birregionales en Bruselas, quedaron suspendidas por decisión de Mercosur. Europa, a la espera de los resultados de la Ronda Multilateral de Doha, en la que se está dirimiendo el conflicto entre los emergentes y los desarrollados por el tema de los subsidios agrícolas, presentó una oferta demasiado acotada en el marco de unas negociaciones bilaterales en las que el Mercosur flexibilizó su posición en un grado mucho mayor.
La Delegación de Brasil, que durante este semestre está a cargo de la Presidencia, expresó además que mientras la Unión Europea retrocedió en materia agrícola había agregado nuevas demandas en servicios, compras gubernamentales y en el acceso al mercado de productos industriales, lo que obligaba a un replanteo general de las negociaciones. La posición fue apoyada por el delegado argentino, el subsecretario de Integración Económica de la Cancillería, Eduardo Sigal, quien recalcó la necesidad de lograr un acuerdo equilibrado y manifestó su “gran preocupación por la falta de flexibilidad que los negociadores de la Unión Europea manifestaron en estas reuniones". "El Mercosur hizo los movimientos necesarios", dijo Sigal, "ahora es la Unión Europea la que tiene que dar un nuevo paso y mejorar sus ofertas para destrabar la negociacion y llegar a firmar el acuerdo en octubre. Hasta ahora lo ofrecido, es insuficiente".
En la última oferta de bienes, intercambiada en mayo último, "el Mercosur hizo un gran esfuerzo y puso sobre la mesa el 88,2% de las importaciones, que son de gran sensibilidad. O sea que a 10 años liberaliza todo su arancel, que es su única protección", explicó la negociadora argentina María del Carmen Squeff en un seminario de la Universidad de Bologna en Buenos Aires.
El Mercosur negocia además sobre la base del arancel "aplicado" (que oscila entre el 0 y el 20%, salvo en el sector automotor, que llega al 35%) y no con el "consolidado en la OMC, que es del 35%. Es decir que el Mercosur está dando a la UE la diferencia entre el 35% y el arancel que aplica".
En lo que se refiere a la oferta europea, se trataba ya en el mes de mayo de una categoría de desgravación “vieja”, aunque es cierto que incluía a productos de la lista E (de desgravación con plazo a 10 años), que incluye productos agrícolas, de interés para el Mercosur, aunque sólo forman parte del 7% de la oferta. En esta oferta están incluidos los productos de categoría A de desgravación inmediata, pero se trata del complejo oleaginoso, que ya estaba casi totalmente liberalizado.
La expectativa por tanto estaba puesta en las cuotas. El principal conflicto se relacionó con la exigencia de la Comisión Europea de introducir paulatinamente, en un plazo de diez años, las cuotas de acceso al mercado comunitario de productos sudamericanos como la carne de ternera, el pollo o el etanol, y no de forma inmediata desde la firma del acuerdo, señala un informe de CELARE.
La falta de respuesta de la Unión Europea se debería a la incertidumbre sobre los resultados de las negociaciones de la Ronda Multilateral de Doha donde la agricultura constituye el punto central de conflicto entre el G-20 –en el que están enrolados Argentina y Brasil- y los Estados Unidos además de la Unión Europea. De acuerdo con la lectura de la Cartera argentina de Relaciones Exteriores, los negociadores europeos habrían informado que sobre la posibilidad de mejorar su oferta al Mercosur una vez conocidos los resultados de la reunión del Consejo General de la OMC. Esta reunión está analizando en Ginebra el acuerdo marco que determinará las pautas que deberá seguir el proceso de desgravación arancelaria. Uno de los temas de conflicto con las naciones emergentes es la posición de países desarrollados de excluir de la liberalización de aranceles a toda una serie de productos agrarios que consideran sensibles.
Si bien en Ginebra se retomarán los contactos bilaterales, la próxima ronda de negociaciones Mercosur/ Unión Europea se producirá en Brasil en el mes de agosto.