En el nuevo Mercosur asociado a Venezuela, se avanzará en la lógica de la integración productiva

Mi visión desde la industria es que el tema de la política industrial y la integración productiva por las ramificaciones que tiene en el tejido social y en la lógica de esta inserción en las cadenas globales de valor, es la lógica en la que se va a avanzar en el Mercosur, con el nuevo miembro caribeño, sostuvo el Director Nacional del Mterio. de Industria, Energía y Minería del Uruguay, coordinador del Grupo de Integración Productiva del Mercosur, Sebastián Torres, en entrevista con Mercosurabc. Propuso estudiar el acuerdo automotriz, donde Uruguay cuenta con tratados bilaterales tanto con Argentina como con Brasil, para proponerlo como herramienta contra asimetrías en la IP.


-¿Cómo es la estructura productiva uruguaya actual?

En Uruguay hay tres núcleos de sectores. Torres hizo especial énfasis en lo que llamó un tercer bloque" de sectores, que nuclea nuevas ramas de actividad que necesitan políticas especiales para lograr crecer y pasar a formar parte del aparato productivo del país, como lo son otros sectores tradicionales. Uruguay tiene muy buenas ventajas comparativas en los sectores agroindustriales: soja, celulosa, cueros, lácteos, carnes, lanas. Todo eso es lo que Uruguay sabe hacer muy bien históricamente, y estos rubros conforman el primer núcleo.

El segundo núcleo tiene que ver con el Uruguay de los servicios, que es más nuevo y llegó para quedarse: turismo, logística, transporte, servicio financiero e infraestructura.

Existe un tercer núcleo de sectores, que podemos definir como sectores nuevos, que están típicamente vinculados con la economía del conocimiento: TICS, audiovisual, diseño, metal-mecánica y química. Estos son otros sectores que también nos parecen tan importantes como los otros dos. Aunque en este caso se necesitan políticas específicas, porque el mercado internacional no va a demandar a Uruguay productos que no estén basados en nuestras ventajas tradicionales

El tercer núcleo de sectores necesita de los primeros dos porque son los pilares. Pero también requieren que uno empiece a analizar temas como: acceso al crédito, cual es el rol de las pymes, cómo se encadena la inversión extranjera directa para generar esos sectores y qué tipos de restricciones hay que levantar desde el punto de vista normativo.

-Ya estamos adentrándonos en el tema de la integración productiva, que imagino tocaría a estos sectores. ¿En Uruguay se ha avanzado en este camino?

Voy a mencionar ejemplos concretos en el sector automotriz, naval y eólico, en que Uruguay ha avanzado con uno de los países del Mercosur: en este caso con Brasil. Desde hace dos años, se viene trabajando en una agenda ambiciosa desde el punto de vista de la complementación productiva en sectores nuevos.

Hace poco recibimos la visita del ministro de industria de Brasil, Fernando Pimentel, y se lograron acuerdos estratégicos en estos sectores; de complementación y de acceso de financiamiento para poder, eventualmente, desarrollar una cadena de proveedores nacionales de la industria naval brasilera. Eso es una novedad y es algo que está en el sentido de conformar este tercer núcleo de sectores.

En el caso de la energía eólica, estamos hablando de que las dos empresas públicas UTA y Eletrobras van a crear dos parques eólicos de manera conjunta con intervención directa del Estado. Y en esos parques, lo que esperamos (y estamos diseñando), es que el desarrollo de proveedores nacionales, de bienes y servicios, sea mucho más importante que el desarrollo de parques industriales y eólicos únicamente desarrollados por los privados. Esa es una señal a nivel naval y a nivel de la industria eólica.


Mecanismos contra asimétricos

El otro sector, y en el cual tenemos un acuerdo que data del año 2008, es el acuerdo automotriz, donde tenemos tratados bilaterales tanto con Argentina como con Brasil. Ese acuerdo incluye un mecanismo bien interesante de repasar cuando pensamos en qué nuevas herramientas podemos proponer para la integración productiva. Es un acuerdo en el cual se reconoce la asimetría: lo que Uruguay puede importar desde Brasil, está atado directamente al logro de mayores niveles de exportación desde nuestro país hacia Brasil. Se recibe una cuota, y está contemplada pero siempre y cuando, Uruguay aumente sus exportaciones, esto es, Uruguay necesita tener inversiones productivas aquí. Ese es el sector que en los últimos años, y más allá de este año, en el cual ha habido problemas desde el punto de vista de la producción global, ha crecido más en Uruguay.

La tasa de crecimiento del sector automotriz el año pasado fue superior al 30%. Es un sector nuevo, y vinculado a las ventajas comparativas, y es un sector que exige para las fábricas que se instalan en el país que se aumenten los contenidos de integración de forma progresiva, desde el 40 al 50 al 60 por ciento, en tres años. Integración regional.

Muchas veces Uruguay lo que hace es importar los vehículos y luego agregar piezas que son regionales (se compran en Brasil y Argentina, mayoritariamente) y luego se agregan autopartes nacionales.

Ese es un esquema en un sector nuevo que creo que conviene retomar o analizar. ¿Es posible generar, a nivel de Mercosur, acuerdos de este tipo, que complementen el tema de las asimetrías pero sobre todo dando resultados concretos, desde el punto de vista de los negocios, desde el punto de vista de la producción? Creo que conviene mirar al sector automotriz, a pesar de que sabemos que tiene especificidades propias para ver también cómo seguimos adelante y más allá de los ejemplos de la industria naval y eólica.

Entonces, sí existen acciones y se tiene en cuenta que la política industrial tiene que hacer intervenciones que el mercado no va a producir. Estos procesos llevan tiempo y la mirada crítica sobre esos procesos tiene que reconocer que serán de más de 10, de 15 y de 20 años.


Uruguay en la integración latinoamericana

Finalmente quisiera hacer una reflexión que va más allá de estos, más o menos, 20 años de Mercosur y tiene que ver con las dimensiones de la integración en América Latina.

Desde la unidad hispanoamericana y su quiebre y fragmentación consecuente con América Latina en general en Estados naciones, nosotros asistimos a un proyecto que fragmentó la lógica de integración que existía antes en la región. Esa unidad hispanoamericana ha sido muy difícil de reconstituir desde el punto de vista de la importancia de la unión. Inclusive en el caso del Uruguay, lecturas atentas de, tal vez, nuestros más lúcidos analistas del tema geopolítico y e integración, señalaban que ese Uruguay que se visualiza como un país de playas donde el agua solamente llega, es un país que necesariamente fue distinto en su conformación natural, al de la Cuenca del Plata. Es un país que mira los ríos como el eje central de la integración. No es un Uruguay al que llega agua, sino que se comunica con el resto de América Latina a través de sus ríos. Los ríos son una vivencia fundamental. Esta operación de la imagen de ese Uruguay integrado en la región es una relación que a veces nos cuesta comprender: cuál es la importancia de que Uruguay visualice su inserción en el mundo, a través de la región y no a pesar o fuera de ella.

Decíamos que existe la renta a nivel energético, político, estratégico. En definitiva, la superación de este enfoque neo-constitucionalista requiere conocer que esta región es mucho más que comercio. Esta región es instituciones, cultura, es política. Esta región tiene una historia común, tiene una autoconciencia histórica que 20 años de Mercosur no van a poder reflotar.

La incorporación de Venezuela extiende los recursos del Mercosur desde lo energético y político…
El ingreso de Venezuela viene a reforzar el Mercosur, sobre todo por el tamaño de la economía y también por los aspectos políticos, esta Patria Grande que hemos decidido fortalecer desde hace un buen tiempo.

Por su parte, claro que el impacto económico también es indudable. En lo que refiere a los intereses comerciales de Uruguay, Venezuela requiere de los productos en los cuales nosotros tenemos buenas ventajas comparativas o competitivas y, a su vez, tiene un producto que Uruguay no tiene, que es el petróleo.

¿Habrá una apertura en la visión política regional en este nuevo escenario?

En la lógica de esos pensadores que mencionaba y otros más, nosotros decimos que ese nacionalismo de tipo más popular que supera la visión partidaria de la integración o la visión más elitista de la integración, que se encorseta sólo en esas instituciones, es un nacionalismo plural que debe ser rescatado. Y Uruguay tiene muy buenos ejemplos: en mi fuerza política (el Frente Amplio), pero también en el partido Colorado y en el partido Nacional. Y menciono a una figura que ha sido muy criticada desde la izquierda pero que en el tema de la soberanía tenía relativamente un análisis lúcido, y es Luis Alberto Herrera, una persona que desde el punto de vista de las concepciones de las otras cosas que vengo hablando, está en las antípodas. Pero el tema de la soberanía, a la hora del análisis que hizo de las bases aeronavales en la Segunda Guerra Mundial, tiene que ver con esa concepción que después retoma Methol Ferré, mencionándolo como uno de sus mayores inspiradores. Consistió en decir: “La región es mucho más que estos países. Es una unidad, es una unidad estratégica y política. Que supera a los partidos políticos y es una unidad que necesita ser, ahora, de cara a esta conformación de los nuevos estados continentales industriales, una unidad que se plasme en acciones concretas”.

Concuerdo y esta es mi visión desde la industria, que el tema de la política industrial y la integración productiva por las ramificaciones que tiene en el tejido social y en la lógica de esta inserción en las cadenas globales de valor, es la lógica en la que se va a avanzar.

Miremos con tiempo o con mirada histórica, dónde estamos posicionados hoy: veintipocos años de Mercosur, menos años de gobiernos que quieren promover, puntualmente, la política industrial como herramienta de desarrollo, entonces digamos sí, todas las críticas y las tenemos relativamente sistematizadas. Ahora bien, esto no termina hoy, no termina con algún sector que no pueda exportar. Nosotros tenemos que prestarle mucha atención a esos problemas.




* Director Nacional del Ministerio de Industria, Energía y Minería del Uruguay, coordinador del Grupo de Integración Productiva del Mercosur. Doctor en Economía por la Universidad de Leicester, Inglaterra, fue docente e investigador de las universidades de la República y Católica del Uruguay.
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