Convenio marítimo bilateral con Brasil toma impulso

Cámaras empresarias y sindicatos de la marina mercante de Argentina y Brasil reiteraron su pedido de avanzar de forma “urgente” en un nuevo convenio marítimo bilateral entre ambos países, tras la derogación del acuerdo previo por el expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, el año pasado.


El Gobierno de Jair Bolsonaro, en febrero de 2022, dio de baja el convenio marítimo bilateral promulgado mediante Ley 23.557 en junio de 1988.

La supresión implicó la liberalización del tráfico marítimo de mercaderías entre ambos países para navieras con banderas de países externos, decisión que fue rechazada tanto por el sector marítimo argentino como por el brasileño.

La medida benefició en particular a los denominados “buques de conveniencia”: embarcaciones que llevan una bandera distinta a la del país de su propietario, teniendo una mayor competitividad en costos al aprovechar estados con legislación y regulación laxa, tasas de matriculación e impuestos mínimos o inexistentes; salarios bajos y condiciones de trabajo deficientes.

Como resultado, entre otras consecuencias, disminuyó el volumen de mercancías transportadas entre ambos países: según la Agencia Nacional de Transportes Acuáticos (Antav) de Brasil, en 2021 se transportaron 341.000 TEUs (unidad de medida de los contenedores) y en 2022 sólo 101.000 TEUs entre ambos países. “Esta caída del tráfico impactó negativamente a empresas navieras, trabajadores y a la economía general de los países”, señalaron las cámaras.

En una reunión desarrollada en Buenos Aires la semana pasada, un grupo de armadores y sindicatos marítimos de Argentina y Brasil reiteró la “necesidad de contar de forma urgente con un nuevo acuerdo de integración marítima en la región”.

Esta política de estado permitirá “mantener la soberanía logística y comercial de la región”, indicaron en un comunicado conjunto la Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA) y la Federación Sindical Marítima y Fluvial (Fesimaf).

Desde el lado brasileño, se manifestó también la preocupación por la caída del tráfico comercial y evaluaron como propicia la llegada de Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia del país vecino para pugnar por un nuevo convenio marítimo.

“Es importante que existan políticas de Estado que permitan contar con una flota nacional y regional competitiva que garantice el abastecimiento de nuestras naciones y contribuya a nuestras necesidades logísticas”, afirmó el titular de FENA, José Elverdin en el encuentro.

En el encuentro se profundizó “el proceso de diálogo y consensos” que se inició en la primera reunión entre las cámaras de ambos países, efectuada en Río de Janeiro, en febrero último. El objetivo es que no solamente Brasil y Argentina retornen a un marco normativo conjunto sino también el resto de los países del Mercosur, invitándolos a que se adhieran una vez que se alcance un entendimiento a nivel gubernamental. “Ese sería el objetivo de máxima”, señalaron desde el sector. De no poder lograrse, apuntan a plantear acciones para recuperar el tráfico marítimo entre Argentina y Brasil.

Además de la FENA y la Fesimaf, participaron en el encuentro, del lado argentino, el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), el Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales (CJOMN); y el Centro de Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante (CCUOMM).

En tanto, del lado brasileño, estuvieron presentes altas autoridades de la Asociación Brasilera de Armadores de Cabotaje (Abac), la Confederación Nacional de Trabajadores en Transportes Acuaticos y Aereos en la Pesca y los Puertos (Conttmaff); y la Federación Nacional de Trabajadores en Transportes Acuáticos y Afines (Fnttaa).

También hubo representación gubernamental, con la participación del director de Política Naviera y Marina Mercante del Ministerio de Transporte, Germán Khalow.

Grupo La Provincia

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