La voz de la CELAC en el reencuentro con la UE

La reunión de Bruselas produjo una Declaración en la que se reflejó una nueva relación entre las dos regiones. Al documento presentado por la Comisión Europea se le respondió con una contrapropuesta de los países de la CELAC. La CE no logró unificar posiciones contra la intervención de Rusia en el conflicto de Ucrania. En cambio, se refirió por primera vez -Brexit mediante- al conflicto de soberanía por las islas Malvinas y abogó por retomar negociaciones. Mientras tanto, Mercosur presentó su documento, posicionado en total defensa de los sectores productivos del bloque y contra las nuevas barreras del Pacto Verde.


En términos políticos, existió un apoyo al ambicioso plan de paz de Petro, se pronunció contra el bloqueo a Cuba. Se trabajó sobre una iniciativa de Macron con representantes de Venezuela para la negociación por el llamado a elecciones en 2024, en el marco de un paulatino levantamiento de sanciones.

“Al final Europa puede liderar de mejor manera que los Estados Unidos, por las sanciones que han impuesto a la región, por la presión de Trump, o por su comportamiento con Venezuela”, sostuvo Christopher Sabatini, investigador para América Latina del Centro de Análisis Chatham House, ante RFI.


Pero en última instancia, la competencia que la UE busca superar en la región es con China, que ya es el primer o segundo socio comercial de los estados que firmaron acuerdos de intercambio e inversiones, bajo la cláusula de “una sola China”.

De allí la generosa oferta de 45.000 millones de Euros de inversión de sus estados miembros de aquí a 2027 en los países del Celac. Aunque de los 300.000 millones de euros que Global Gateway (emulando la Franja, la Ruta?) pretende movilizar en ese lapso, la mitad se destinará preferencialmente a África.

“Más de 135 proyectos ya están en programa, desde el hidrógeno limpio hasta las materias primas críticas, desde la expansión de las redes de cables de datos de alto rendimiento hasta la producción de las más avanzadas vacunas ARN”, subrayó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen durante el encuentro. Y aclaró que las inversiones europeas pondrán el acento en "crear cadenas de valor locales", de modo que el "valor añadido se quede en América Latina y el Caribe", y que las inversiones puedan estar acompañadas también de "tecnología de primera clase y formación de alta calidad para los trabajadores locales", en aparente alusión a las prácticas extractivistas de las actuales empresas.

"Lo que queremos debatir hoy es cómo conectar aún más a nuestra gente y a nuestras empresas, cómo reducir los riesgos y reforzar y diversificar nuestras cadenas de suministro, y cómo modernizar nuestras economías de manera que se reduzcan las desigualdades y se beneficie a todos", fue el discurso de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dando por hecho una simetría birregional en lo económico y social que no existe.

En este sentido, la funcionaria manifestó la necesidad de la ratificación del acuerdo comercial con los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), además de la relación con Chile y México. "Todo esto estará a nuestro alcance si conseguimos que el acuerdo UE-Mercosur supere la línea de meta, y nos comprometemos a resolver lo antes posible cualquier diferencia pendiente", apuntó la presidenta.

El Mercosur en la CELAC

La reacción europea es tardía y en algunos puntos inflexible, como en los nuevos requerimientos medioambientales para los países exportadores de la región. Esto sucede en el marco de una situación en la que el continente necesita materias primas y alimentos, además del hecho de que Sudamérica posee el 85% de las reservas mundiales de litio y tierras raras.

Tras el encuentro con von der Leyen, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue claro en este sentido. Si bien insistió en su compromiso de trabajar en la ratificación del acuerdo comercial entre el Mercosur y la UE, a la vez consideró "inaceptables" las demandas europeas con criterios medioambientales más estrictos para frenar la deforestación de la Amazonia recogidas en un nuevo documento.

"Todo el mundo sabe que Brasil hará su parte en la cuestión climática. Tenemos un compromiso de deforestación cero en la Amazonia para 2030. (...)Y en este debate queremos hacer entender a la Comisión Europea que hay 50 millones de habitantes en la Amazonia sudamericana que necesitan condiciones decentes y dignas de supervivencia", ha apuntado Lula, de acuerdo con Mabel Marques da Silva.

Lula llevó una contrapropuesta acordada con el resto del bloque, que incluye además una demanda de acceso de las PyMes del bloque sudamericano a las compras públicas de los países europeos.

La UE exige además a Mercosur mayores garantías de protección ambiental en sus condiciones. “Lo paradójico de este caso es que, por una parte, la Unión Europea ejerce este tipo de medidas neoproteccionistas, pero por la otra, la realidad dice todo lo contrario. Si miramos los datos del año 2022 en términos de los intercambios comerciales, las principales partidas que se exportaron desde el Mercosur hasta la Unión Europea fueron en primer lugar petróleo e hidrocarburos”, dice Óscar Fernández-Guillén, economista y docente en la Universidad de los Andes, en Colombia, según RFI.

Cabe destacar que el Parlamento Europeo acaba de aprobar una ley contra la deforestación a nivel mundial según la cual las empresas de la UE ya no pueden importar desde 2024 madera, carbón, productos impresos, café, cacao, caucho, aceite de palma, ganado o soja producidos en superficies deforestadas a partir de 2021.

En la última cumbre UE-CELAC, en 2015, China daba el sorpasso sobre la UE y se convertía en el segundo socio comercial de América Latina, y en 2020, antes de la pandemia, ese intercambio se había multiplicado por 26 en veinte años, hasta los 310.000 millones de dólares, una tendencia persistente post pandemia, explica un trabajo de Embajada Abierta.

Falta de estrategias europeas

La pandemia, primero, y la decisión unilateral de Brasil de salir de la CELAC, habían congelado virtualmente las relaciones entre ambos bloques, reactivada ahora en un contexto de multipolaridad en el que destaca tanto la autonomía del Sur Global como las prevenciones de Europa, y su aliado Estados Unidos, por la importancia económica que ha adquirido China en América Latina durante las últimas décadas, señala la nota de EA.

Según el internacionalista español José Luis Sanahuhja, el estancamiento de las relaciones birregionales también puede imputarse “a la falta de atención europea y a evidentes errores de política”. América Latina “no está en el radar de la política exterior europea”, había admitido su jefe, el alto comisionado Josep Borrell.

Con la Estrategia Global y de Seguridad adoptada en 2016 a instancias de la alta representante Federica Mogherini, según Sanahuja, “la UE dejó claro el lugar periférico y marginal que adjudicaba a América Latina y el Caribe en su jerarquía de prioridades de política exterior”, señala EA.

La Cumbre UE-CELAC 2023 fue escenario de repetidas reivindicaciones del potencial de las relaciones entre los dos bloques, de la riqueza histórica y cultural que los une y del horizonte que ofrece la cooperación frente a la doble transición digital y verde que se insinúa desde los países más desarrollados y los recursos naturales con los que cuenta América Latina y el Caribe.

“Nos comprometemos a renovar y seguir reforzando nuestra asociación birregional de larga data, que se basa en valores e intereses compartidos y en fuertes lazos económicos, sociales y culturales. Reforzaremos nuestro diálogo y fomentaremos amplios contactos interpersonales”, inicia el documento final de la cumbre citado por Embajada Abierta.

Pero, a la vez, pesó la necesidad de lo que algunos analistas han dado en llamar la “transición social” que urge América Latina y el Caribe -la región más desigual del mundo y por ello políticamente muy agitada en estos tiempos- cuando acompañe ese doble cambio digital y ambiental, después de mucho tiempo en el que Europa lució poco interesada en comprometerse con el postergado desarrollo latinoamericano, mientras China se convertía en gran socio comercial de la región y hasta resolvía buena parte de la demanda de vacunas de COVID-19, prosigue el trabajo.

Aún siendo el tercer socio comercial detrás de China y EEUU, la UE es la principal fuente de inversión extranjera directa en la región (85.500 millones de dólares en 2022). “Destacamos nuestro compromiso de fomentar la cooperación y las relaciones amistosas entre nuestros pueblos, independientemente de las diferencias en nuestros sistemas políticos y teniendo en cuenta las diferencias en nuestros niveles económicos, sociales o de desarrollo”, dijeron los líderes de UE-CELAC.

Aún así, asumieron que “juntos como socios soberanos, somos más fuertes y estamos mejor situados para hacer frente a las múltiples crisis y retos de nuestro tiempo, como la inseguridad alimentaria, la pobreza, las desigualdades en ambas regiones, las interrupciones de la cadena de suministro y el aumento de la inflación”, en el contexto de una complementariedad birregional mayor a la que ha ofrecido históricamente Estados Unidos en América como potencia económica continental, destaca EA.

También el presidente argentino, Alberto Fernández, lució optimista al final de la cumbre: "El encuentro ha colmado claramente las expectativas con las que vinimos muchos. Logramos reunir a CELAC y la UE después de ocho años. Nunca pudimos lograr tantos puntos de acuerdo como los que pudimos lograr ahora", resumió según EA.

Según Fernández, “es la primera vez que pudimos discutir un mecanismo para terminar con el extractivismo en América Latina. Es la primera vez que pudimos hablar de extractivismo sin culpas, demoró cinco siglos, pero lo conseguimos".

Esta cumbre reencuentra a Europa con América Latina en un momento particular del mundo, cuando tras la pandemia y la guerra en Ucrania, la dinámica globalizadora que deslocalizó (offshoring) cadenas de producción enteras para sacar ventaja económica se regionaliza y relocaliza sectores críticos de potencias que los acercan (nearshoring) o los reubican en países aliados (friend shoring) poniendo por delante la seguridad por delante de la rentabilidad (securitización), explica Embajada Abierta.

La UE tiene acuerdos de asociación, libre comercio o cooperación política con 27 de los 33 países de la región. El comercio birregional creció 18% entre 2008 y 2021. Las exportaciones de la UE a ALC promediaron 116 mil millones de euros en la última década (2% de sus exportaciones globales), mientras las de América Latina y el Caribe a la UE promediaron 98 mil millones (10%).

El documento final menciona también “la importancia de un comercio abierto y justo basado en normas acordadas internacionalmente”, recortado sobre tres dimensiones: económica, social y medioambiental, pero se queda en un muy modesto “tomamos nota de los trabajos en curso entre la UE y MERCOSUR”.

Ahora, en Bruselas, en una cumbre paralela de empresarios de los dos bloques, von der Leyen consideró que las dos regiones “se necesitan mutuamente más que nunca". "El mundo está recibiendo un duro impacto por la agresión rusa contra Ucrania, y esto ocurre con el telón de fondo de la creciente asertividad de China en el exterior", dijo con todas las letras.

La Declaración Final de la Cumbre abordó uno de los asuntos más sensibles para la región latinoamericana al mencionar la Resolución A/77/7 de la Asamblea General de la ONU del 3 de noviembre de 2022 sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba.

“Recordamos nuestra oposición a leyes y regulaciones con efecto extraterritorial. La nueva designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, y su mantenimiento en la lista, ha introducido obstáculos a las transacciones financieras transacciones financieras internacionales con la isla”, dice el documento final reproducido por Embajada Abierta.

La cuestión de la soberanía de Malvinas

La Declaración, que lleva la firma de los presidentes del Consejo Europeo, Charles Michel, y de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que tiene 41 puntos, menciona al conflicto por Malvinas en dos de ellos, señala la agencia oficial Telam.

El decimotercer punto del documento sostiene: "En cuanto a la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas/Falkland Islands, la Unión Europea tomó nota de la posición histórica de la Celac basada en la importancia del diálogo y el respeto del derecho internacional en la solución pacífica de controversias".

Y continúa: "Reafirmamos además nuestro compromiso fundamental con todos los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, incluida la igualdad soberana de todos los Estados y el respeto de su integridad territorial e independencia política, solución de controversias por medios pacíficos y en conformidad con los principios de justicia y derecho internacional".

Fuentes de la delegación argentina en Bruselas dijeron a Télam que "es la primera vez en mucho tiempo que la Unión Europea habla de Malvinas". "Eso no es poco, es muchísimo", destacaron en declaraciones a la agencia de noticias nacional.

Además, desde Cancillería argentina se mostraron optimistas respecto de este nuevo posicionamiento de la UE: "A partir de este pronunciamiento el Gobierno argentino tiene la expectativa de profundizar el diálogo con la Unión Europa en relación con la cuestión de las Islas Malvinas", dijo el canciller Santiago Cafiero a Télam. Y agregó: "Esta declaración conjunta supone un nuevo llamamiento de la comunidad internacional al Reino Unido para que se avenga a cumplir con su obligación de reanudar las negociaciones de soberanía con la Argentina".

Sin embargo, sostiene Embajada Abierta, la parte europea fracasó en su intento por conseguir que el bloque latinoamericano asumiera sus posiciones contra Rusia respecto del conflicto desatado en Ucrania, respaldado por la OTAN.

El propuesto por la UE “era un texto que respondía a los intereses de la UE, así que, por supuesto, los países de la CELAC pusieron sobre la mesa una contrapropuesta”, explicó el embajador brasileño Pedro Miguel Costa e Silva.

"Si hubo una sorpresa por parte de la UE, también en la CELAC”, reveló.

La mayoría de los países de la CELAC respaldaron en febrero pasado una resolución de Naciones Unidas que exigió la retirada inmediata de las tropas rusas de territorio ucraniano, pero Nicaragua votó en contra y Bolivia, Cuba y El Salvador se abstuvieron, así como China, India, Sudáfrica e Indonesia. La región también evitó adherirse a las sanciones económicas que Occidente impuso a Moscú.

“Expresamos nuestra profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania, que sigue causando un inmenso sufrimiento humano y está exacerbando las fragilidades existentes en la economía mundial que limitan el crecimiento, aumentan la inflación, perturban las cadenas de suministro, incrementan la inseguridad energética y alimentaria y elevan los riesgos para la estabilidad financiera”, dice la Declaración Final en el punto 15.

Los dos bloques acordaron en apoyar “la necesidad de una paz justa y sostenible” y reiterar su respaldo a los acuerdos para exportar granos ucranianos por el Mar Muerto, suspendidos unilateralmente esta semana por Rusia, y a los esfuerzos del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, para garantizar su ampliación.

“Reafirmamos nuestro compromiso con la Carta de las ONU y el Derecho Internacional, incluida la necesidad de respetar la soberanía, la independencia política y la integridad territorial de todas las naciones. Es esencial defender el Derecho Internacional y el sistema multilateral que salvaguarda la paz y la estabilidad”, coincidieron los dos bloques, concluye el trabajo de EA.


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