La integración en la globalización. Contrapunto entre desarrollo endógeno y sistema internacional

Queda planteado un contrapunto entre un proceso de desarrollo que sigue siendo un fenómeno creado al interior de un espacio, con la influencia enorme que tienen los acontecimientos internacionales, sostuvo el profesor Aldo Ferrer en un seminario organizado por el Consejo Consultivo de la Sociedad Civil dependiente de la Cancillería argentina.


La globalización no se trata sólo de redes, sino también de un sistema de poder que, como ha sucedido desde su comienzo con la expansión de los pueblos de Europa a fines del S XV, el descubrimiento de América y la proyección de las naves portuguesas hacia Oriente, fue organizado por los centros hegemónicos de cada período. Está muy claro hoy que los institutos de organización del sistema global en el plano monetario y comercial están fuertemente organizados por los criterios de los países centrales.

Es en ese espacio en donde se registra el proceso de desarrollo de los países y, notoriamente, a pesar de esta influencia creciente de las finanzas y del comercio, el desarrollo económico sigue siendo esencialmente lo que siempre fue: un proceso de transformación de una sociedad, la articulación de sus actores sociales y políticos, la capacidad de modernizar y crear instituciones y sistemas de convivencia política que permita el pleno desarrollo de las fuerzas creativas de cada sociedad, la acumulación de conocimientos, la capacitación de la gente. Todos fenómenos que se dan en el plano nacional. Desde este punto de vista, el desarrollo no se importa, sino que siempre se ha construido desde adentro hacia fuera.

De manera que se plantea este contrapunto, entre un proceso de desarrollo que sigue siendo un fenómeno creado al interior de un espacio, con la influencia enorme que tienen los acontecimientos internacionales.

(Versión completa en Dossier de Investigaciones Nro 13 “Temas del Cono Sur”)

MABC