Logros importantes para una Mesoamérica sin Hambre
La AMEXCID y la FAO, unen esfuerzos para fortalecer la lucha contra el hambre y la pobreza rural
Ciudad de México, marzo 2019.- El Programa Mesoamérica sin Hambre, ejecutado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en alianza con la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional y el Desarrollo (Amexcid) inició operaciones en junio del 2015 en Honduras y desde entonces ha venido ejecutando varias acciones orientadas al fortalecimiento de políticas públicas, marcos institucionales que favorecen la Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) y el desarrollo de la agricultura familiar.
Mesoamérica sin Hambre es un programa muy importante porque trabaja conjuntamente con las Secretarías de Agricultura y Ganadería, la Secretaría de Desarrollo Económico, gobiernos locales y mancomunidades, que busca fortalecer las capacidades técnicas a nivel local especialmente en aquellos hogares que necesitan incrementar su producción y lograr resiliencia y hacerle frente al cambio climático, dijo Denis Latimer, representante de la FAO en Honduras.
Agregó que para llegar al objetivo de cero hambre que es lo que busca la Agenda 20-30 se requiere más que producción, se necesita salud, acceso y la utilización de la tierra, el buen uso de los recursos naturales y es por eso que la FAO busca hacer alianzas para con los gobiernos locales, mancomunidades y otros actores para lograr este objetivo.
También este esfuerzo se ha visto plasmado en la elaboración de la Estrategia Nacional de Agricultura Familiar (AF), a través del fortalecimiento del Comité Nacional de Agricultura Familiar, el registro voluntario de AF en siete municipios, así como el establecimiento de 13 bancos de semillas en igual número de municipios del corredor seco de Honduras, explicó Alfredo Mayen, coordinador regional para Centroamérica, Colombia y República Dominicana, del Programa Mesoamérica sin Hambre.
Apuntó que también se aprobó e institucionalizó el Observatorio Universitario en Seguridad Alimentaria y Nutricional SAN en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OBSAN-UNAH.) y se mejoró la productividad, los ingresos y con ello la generación de arraigo en las familias rurales.
Frente Parlamentario
En el año 2018 se reactivó el Frente Parlamentario contra el Hambre (FPH), que aglutina a 16 parlamentarios de los diferentes partidos políticos representados en el Congreso Nacional de Honduras. Este FPH, tiene como meta impulsar marcos normativos de importancia para la Seguridad Alimentaria y Nutricional, entre ellas la Ley de Agricultura Familiar.
El programa, definió y desarrolló la capacidad institucional para la gestión del conocimiento y la facilitación del acceso de la agricultura familiar; el desarrollo de una experiencia de desconcentración de los servicios de asistencia en los municipios, la planificación territorial como fundamento para la desconcentración de las políticas de apoyo a la agricultura familiar y el fortalecimiento del Frente Parlamentario Contra el Hambre, para potenciar la acción legislativa a favor de la agricultura familiar.
A su vez el Programa Mesoamérica sin Hambre, apoyó a la Asociación de Municipios Fronterizos de Intibucá para la elaboración de una estrategia de desarrollo territorial que facilita la dinamización de la economía local y la inclusión productiva de familias en situación de pobreza y de migrantes retornados.
Este ejercicio de desconcentración de servicios de asistencia técnica y desarrollo inclusivo e integral, ha generado oportunidades para la inclusión laboral y productiva de grupos vulnerables, permitiéndoles un crecimiento económico del territorio.
Sistemas de extensión
Se ha avanzado en la implementación de sistemas de extensión e innovación para la Agricultura Familiar en siete municipios del occidente de Honduras, Concepción, Camasca, Colomoncagua, San Antonio, Magdalena, Santa Lucía y San Marcos de la Sierra.
En estos municipios se establecieron sistemas de extensión e innovación y se brindó asistencia técnica a 833 familias de Agricultura Familiar.
Gracias a ello se impulsó la producción de maíz, frijol, miel, aguacate, café, plátano, ajonjolí y ayote. Adicionalmente se establecieron 28 escuelas de campo y se desarrollaron inversiones por más de 1 millón 600 mil lempiras, proveyendo fertilizantes, pie de cría, material vegetativo, semillas y equipos para el beneficiado de café y producción apícola.
Aprovechamiento del agua
Adicionalmente el programa facilitó la cooperación sur-sur, a través de los cuales se han construido sistemas modelo de captación y aprovechamiento del agua lluvia para el consumo humano, agrícola o pecuario en 6 países de con el fin de validar y promover el uso de esa tecnologías, a través de políticas públicas nacionales.
De manera simultánea Mesoamérica sin Hambre, en el marco de este proceso, está facilitando la transferencia metodológica de los Sistemas Municipales de Extensión e Innovación para AF a la Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria, DICTA, adscrita a la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) basado en la desconcentración de los servicios de asistencia técnica y de entrega de bienes para la producción desde un enfoque territorial.
Retos
Erradicar el hambre es todo un reto, pero no imposible, especialmente si los gobiernos están comprometidos en ir avanzando en la agenda ya definida y a su vez mitigar los efectos del cambio climático, las migraciones y los desastres naturales entre otros factores que ponen en riesgo el objetivo de lograr una Mesoamérica sin Hambre. Carlos Landa. La Tribuna