Se acentúa la contracción de las exportaciones en AL y C

Este párrafo forma parte del estudio sobre las Estimaciones de las Tendencias Comerciales América Latina y el Caribe, en su Edición 2016, coordinada por Paolo Giordano, Economista Principal de

INT, y escrita en colaboración con Kathia Michalczewsky, Patricia Iannnuzzi, Alejandro Ramos, respectivamennte, Consultoras y Economista Senior del INTAL y Jeremy Harris, Economista de INT.

Este será el tercer año consecutivo en que las ventas externas de la región se reducen, señala el informe. A diferencia de años precedentes, cuando se observó cierta heterogeneidad en los desempeños subregionales, en 2015 la contracción abarcaría a casi todos los países, señala el informe de Intrade BID. El comportamiento de las exportaciones de la región participa -aunque de modo más intenso- de la tendencia instalada en el comercio mundial, cuyo

valor global acumuló una reducción interanual de 11,9% entre enero y setiembre de este año. Por otra parte, se estima que en 2015 las importaciones de la región tendrán una caída de 10,3%, determinada tanto por la dinámica de los precios como por el menor crecimiento de las economías de la región.
 

Gráfico 1 Evolución de las exportaciones de América Latina y mundiales
(Promedio móvil trimestral de la tasa de variación interanual, porcentaje, 2012-2015)


 

Fuente: BID Sector de Integración y Comercio con base en fuentes oficiales y datos del CPB para el comercio mundial.
 

El débil desempeño de las ventas externas de la región se explica principalmente por la marcada corrección de los precios de los principales productos de exportación.

En ello intervienen tanto factores específicos de esos mercados como la presión deflacionaria derivada de la apreciación del dólar, la unidad de cuenta del comercio mundial. La dinámica de los

precios no ha sido compensada por crecimientos importantes en los volúmenes exportados. En algunos casos, especialmente en el mercado regional, se han verificado incluso caídas de la demanda real.

Después de dos años de virtual estancamiento, en los últimos meses de 2014 se comenzó a observar un severo deterioro de las exportaciones de América Latina y el Caribe que se

profundizó a lo largo de 2015 (gráfico 1).En el tramo central del año, el promedio móvil trimestral de la variación interanual se estabilizó, pero en los últimos meses la tendencia hacia la contracción se acentuó nuevamente.

Los países sudamericanos fueron los primeros afectados como consecuencia de la baja en los precios de los productos básicos –en particular del petróleo y de los metales- así como por la desaceleración de la demanda de las economías asiáticas. Estos factores son también

responsables de que la contracción estimada de las exportaciones de Sudamérica en 2015 (-21%) -tasa que duplica la del comercio mundial- sea la que más contribuya a la caída del total regional.

En Mesoamérica el desempeño exportador se deterioró desde principios de 2015 y la retracción sería de menor entidad que en el resto de la región, con una tasa estimada para el año de -4%. Este promedio comprende una disminución más marcada de las exportaciones centroamericanas (-7%) que la de los envíos de México (-4%), este último con un peso relativo mayor en esa subregión. Por su parte, en 2015 las exportaciones de los países del Caribe se reducirían 23%; la reducción alcanzaría 9% si se excluye a Trinidad y Tobago, que cubre una alta proporción de las exportaciones de la subregión y son intensivas en energéticos.

El resultado agregado para las exportaciones de América Latina y el Caribe es producto de caídas en casi todos los países. De las 24 economías consideradas, únicamente dos registrarían incrementos en sus ventas externas: El Salvador (+6%) y Guatemala (+2%).

Los países con mayores contracciones estimadas son aquellos donde los hidrocarburos tienen un peso mayor en la canasta exportadora: Venezuela

(-49%), Colombia (-35%); Bolivia (-32%), Ecuador (-28%) y Trinidad y Tobago (-27%).
 

El magro desempeño de las exportaciones de América Latina y el Caribe en 2015 se sitúa en un contexto de escaso e irregular crecimiento de los principales socios comerciales, donde se destaca la desaceleración de la actividad en China y de la propia región (gráfico 2).

 

Gráfico 2. Crecimiento del PIB de América Latina y economías seleccionadas 

(Tasa de variación interanual, porcentaje, 2011-2015)

Fuente: BID Sector de Integración y Comercio con datos de la OCDE y otras fuentes oficiales.

 

Nota: AL-6 corresponde al promedio ponderado de la tasas de variación interanual de PIB de       Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú. La ponderación se realizó en base a PIB valorados según paridad del poder adquisiitivo.

En este marco se observó una continua contracción de la demanda externa que se canaliza en América Latina y el Caribe (gráfic 3).

Las importaciones efectuadas por China desde la región experimentaron una aguda contracción en la primera parte del año, la cual se fue moderando en los mese ulteriores. El crecimiento del volumen físico de productos básicos importados no compensó, en la mayoría de los casos, la dinámica bajista de los precios. El volumen de las compras de mineral de hierro incluso descendió levemente respecto a 2014. El crecimiento de las adquisiciones de cobre fue inferior al del año precedente, mientras que el correspondiente al petróleo fue similar. Solo para la soja, el aumento del volumen importado por China superó al de 2014. En términos de valor, se estima que las exportaciones a esta economía cerrarían el año con un ritmo de caída en torno al 14%.

La baja en las compras de Estados Unidos obedecen a la acentuada merma en el rubro de productos básicos -determinada por menores precios y con fuerte influencia de las importaciones de petróleo- y a una insuficiente recuperación de las manufacturas. Se estima que en 2015 las exportaciones de la región a Estados Unidos se reducirán 7%. En el caso de las importaciones de la Unión Europea, se verifica una aceleración en el ritmo de caída de las compras en parte explicada por la depreciación del euro frente al dólar en el curso del año. Las exportaciones de la región a ese

destino bajarían 18% en 2015. Por último, se estima que las importaciones regionales se reducirán 19% en 2015%.

En general, la contracción de las importaciones desde la región por parte de los principales socios externos ha sido de mayor intensidad que la de

sus importaciones totales, lo que denota la severidad de la coyuntura por la que atraviesa el sector externo de América Latina y el Caribe.

 

Gráfico 3. Importaciones de Estados Unidos, Unión Europea y China desde América Latina y el mundo

(Promedio móvil  trimestral de la tasa de variación interanual, porcentaje, 2012 - 2015)


 

Fuente: BID Sector de Integración y Comercio con datos del FMI, USITC, Eurostat Aduanas de China, y fuentes nacionales Las series de importaciones de todas las economías están valoradas en dólares.

 

Desempeño por subregión: Sudamérica

En 2015 las exportaciones de los países sudamericanos se ubicarían en US$ 471 mil millones, con una aguda caída de 21% con respecto a 2014. La contracción de los envíos es generalizada a todos los destinos. Venezuela, Colombia, Bolivia y Ecuador, cuyas economías están especializadas en la exportación de hidrocarburos sufrieron un derrumbe de sus ventas externas: -49%, -35%, -32% y -28%, respectivamente. El resto de las economías sudamericanas, aunque en menor magnitud, también tendrían bajas significativas en sus exportaciones: en Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay cayeron 16%, y en Paraguay -15%. La debilidad del propio mercado subregional (-22%), del de Asia (excluyendo China) y de Estados Unidos (-21% en ambos casos) está en la base de la significativa merma en las ventas externas sudamericanas.

Las exportaciones de Argentina (-16%) se vieron afectadas mayormente por la fuerte reducción de las exportaciones a Brasil (-24%), su principal socio comercial. En contraste, las colocaciones en China crecieron 13%. Otros destinos, sin embargo, contribuyeron a la retracción, en particular la Unión Europea (-15%) y los Estados Unidos (-18%).

En Bolivia, la disminución en las exportaciones (-32%) se explica mayormente por la reducción en los envíos a la región, en particular a Argentina y Brasil, sus socios más relevantes. Los menores precios del gas,arrastrados por la reducción en la cotización del petróleo, han afectado fuertemente el valor de las ventas a estos países. La contracción de las exportaciones a Estados Unidos (-46%) también tuvo una incidencia importante en el desempeño externo de Bolivia.

Las colocaciones externas de Brasil (-16%) experimentaron pronunciadas caídas en todos sus destinos principales. El mineral de hierro, el petróleo y la soja explican la mitad de la reducción de las exportaciones, especialmente por efecto precio.

Alrededor de la mitad del decrecimiento de las exportaciones de Chile (-16%) se explica por la baja de los envíos a China (-9%) y al resto de Asia (-20%). La Unión Europea y el mercado intrarregional también afectaron las ventas externas.

El desempeño del cobre, en especial por la caída de su precio, explicó esta merma.

La baja de las exportaciones de poroto de soja, especialmente por los menores precios, explica la mitad de la contracción de los envíos de Paraguay, que se redujeron a todos los destinos (-15%). La harina de soja y la carne también muestran retracciones importantes.

Uruguay (-16%) logró expandir notablemente sus ventas externas a Estados Unidos (+32%). Sin embargo, hubo una fuerte contracción de los envíos a los restantes destinos, en especial a sus socios del MERCOSUR que fueron responsables de casi la mitad de la reducción total. De la misma forma que en el resto de los agroexportadores, la merma se explicó principalmente por los menores precios.

Según estimaciones basadas en fuentes no oficiales, las exportaciones de Venezuela habrían experimentado una severa caída (-49%), con disminuciones en todos los destinos. El precio del petróleo explica la reducción generalizada.

 

Desempeño en 2016

Para 2016, los riesgos para el crecimiento de las exportaciones de la región están sesgados a la baja. Por un lado, no se vislumbran indicios de una reversión de la fase bajista de las cotizaciones de las materias primas, que se acercan a los mínimos del inicio del auge exportador a inicios de los años 2000. Por otro, el modesto crecimiento de Estados Unidos y la Unión Europea ahora se conjuga con una desaceleración de la economía de China y con una erosión del propio intercambio intrarregional, todo lo cual resta impulso a la demanda real para las exportaciones. Finalmente, la divergencia en las políticas monetarias en los Estados Unidos y en la zona del euro apuntala una sostenida apreciación del dólar que podría acentuar las presiones deflacionarias en el comercio de la región.

En esta coyuntura se realza la urgencia de implementar políticas de promoción y facilitación comercial que contribuyan a revertir la tendencia y a impulsar la diversificación comercial, aconseja el informe, del cual se reproduce un fragmento.