A Brasil le cabe ejercer un liderazgo responsable
El Mercosur se enfrenta a la necesidad de abandonar la integración a media marcha en la que está sumido. La única forma de lograr este objetivo es el de caminar hacia la conversión en un verdadero mercado común, que requiere de dos condiciones excluyentes: la implantación creciente de las normas supranacionales y la renuncia a las medidas unilaterales. Para Josué Berman, en esta construcción es clave el rol de Brasil, al que le cabe ejercer un liderazgo responsable en el bloque, pagando ciertos costos, en términos de tolerancia y apoyo a los socios menores, y el sacrificio de porciones de su autonomía, en aras de constituir una nueva soberanía compartida. En cuanto a la idea del Mercosur ampliado a la región andina, produce un beneficioso doble juego de efectos, explica Berman. Uno de clara índole económica, por el otorgamiento de ventajas recíprocas; y otro de índole política, al perfilar un bloque reforzado, que contará con mayor incidencia en el escenario de las negociaciones internacionales, tanto regionales como multilaterales.
El Mercosur se enfrenta a la necesidad de abandonar esta integración a media marcha en la que está sumido; y desatar los nudos que mantienen sujetas sus verdaderas potencialidades. Para lograr el objetivo de constituirse en vector del desarrollo en comunidad de sus miembros, deberá apuntar a andar el camino de conversión a un verdadero mercado común. Ello requerirá la implantación de un número gradualmente creciente de disposiciones e instituciones supranacionales; y la renuncia a las medidas unilaterales. A Brasil le cabe ejercer un liderazgo responsable, reconociendo que a su carácter de socio mayor le corresponde una respuesta de solidaridad comunitaria que facilite la convergencia económica del resto de los socios. Para ejercer el lugar que pretende, la coyuntura internacional le requiere a Brasil que su liderazgo en el subcontinente sea efectivo; para gozar de tal carácter deberá pagar ciertos costos, en términos de laxitud en su tolerancia a los socios menores, apoyarlos en términos materiales y políticos, y sacrificar porciones de su soberanía y su autonomía, en aras de constituir una nueva soberanía compartida.
La firma de un tratado de libre comercio con los países de la Comunidad Andina en la última Cumbre de Mercosur, avanzó sobre el proyecto de bloque ampliado impulsado por los presidentes de los grandes socios del bloque (Argentina y Brasil). ¿Cuáles son las implicancias de este acuerdo para el Mercosur y para la Argentina en particular? Cómo afectó la relación con los socios menores?
El Mercosur ampliado que propician los socios mayores, y que ya ha conducido a la asociación de Bolivia, Chile y Perú al bloque, tiene un doble juego de efectos. El primero, de índole económico, se relaciona con el incremento del comercio a través del otorgamiento de ventajas recíprocas. El segundo, de índole político, se vincula con la creación de un bloque reforzado, con mayor incidencia en la negociación internacional; sea ésta multilateral (OMC), o regional (ALCA). En síntesis, resulta en un apalancamiento de la fuerza propia del Mercosur y sus miembros. En cuanto a los intereses de los países más pequeños del bloque, la creación de mecanismos/condiciones especiales y/o fondos compensatorios para favorecerlos se hace imprescindible para lograr el fortalecimiento de sus industrias y/o la instalación de otras nuevas, que les permitan promover la exportación de productos con mayor valor agregado, y participar más activamente en los beneficios que resultan de los acuerdos.
¿Cuáles son a su criterio los principales puntos de agenda que Argentina deberá enfrentar en la recién iniciada Presidencia Pro Tempore del Mercosur?
El escaso avance habido el semestre anterior se puede atribuir a una falta de interés del país a cargo de la Presidencia Pro Tempore en ese período (Uruguay), que no alcanzó a definir una agenda para el Objetivo 2006, oportunamente propuesto por Brasil, con el apoyo de Argentina. Hoy queda una cantidad importante de temas internos encaminados al perfeccionamiento de la asociación, tales como la libre circulación de mercaderías en la región (que incluye la eliminación del doble cobro del arancel externo común), la mayor integración de las cadenas productivas, la liberación del comercio de servicios, la armonización tributaria, el tratamiento de los incentivos, la implementación de foros de competitividad, el reconocimiento mutuo y la cooperación en los sistemas y organismos de normas y control. Además, debe comenzarse con la armonización de indicadores, para estudiar mayores compromisos en materia de coordinación macroeconómica, culminando con la inclusión de las metas que resulten definidas conjuntamente en las políticas de cada uno de los estados socios. En materia de relacionamiento externo, los frentes principales se encuentran en las negociaciones previstas en el marco del ALCA, con la Unión Europea, con Sudáfrica y con India; lo que requiere el establecimiento y defensa de criterios comunes que resulten satisfactorios a las aspiraciones del bloque.
¿Cómo se perfila la coordinación de la política externa del Mercosur en relación con las negociaciones en el ámbito del ALCA y de Unión Europea/ Mercosur?
Al momento de realizar esta entrevista, el Mercosur ya acordó, en su última reunión de Coordinadores finalizada el 16 de enero, una estrategia de negociación para la próxima reunión de viceministros del ALCA, prevista para los primeros días de febrero en la ciudad mexicana de Puebla, incluyendo una nueva versión mejorada de su oferta en materia de bienes. En cuanto a la UE, a mediados de febrero tendrá lugar un nuevo encuentro de Coordinadores del Mercosur, para definir posiciones comunes a sostener en oportunidad del XII Comité de Negociaciones Birregionales, que tendrá lugar en marzo en Buenos Aires. Aunque en el ALCA la participación es país por país, y con la UE negocia el Bloque Mercosur; una coordinación efectiva puede suplir esa diferencia. Así se va obteniendo y se logra transmitir una imagen creciente de acuerdo interno en el manejo de las negociaciones externas del bloque, que le permite beneficiarse de un peso relativo cada vez más importante.
* Josué Berman es Director de la Carrera de Especialización de Posgrado, “Gestión Empresaria del Comercio Exterior y de la Integración” de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Presidente de la Comisión de Estudios sobre Comercio Exterior y Organizaciones Regionales del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Presidente de BERMAN, Consultores en Ciencias Económicas.