Aladi es la institución natural en AL para impulsar la integración

ALADI tiene distintas herramientas para generar acuerdos regionales en las negociaciones con terceros mercados; tiene los ases, que son los acuerdos de complementación que se firman entre países. Todos los acuerdos que se firman en AL la tienen como paraguas.


En el marco del Seminario internacional ARGENTINA - BRASIL

" Integración y Gobernanza: el rol del Estado y la empresa”, organizado por el CEIDIE, de la Facultad de Derecho, de la UBA, el diputado del Parlasur por la provincia de Mendoza, diputado Gabriel Fidel, se refirió al Parlasur, su presente y desarrollo futuro, y los proyectos de los que está participando.

Diputado Gabriel Fidel

Nos gustaría que nos hable del Parlamento del MERCOSUR, su rol en el bloque regional y su jurisdicción

El Parlamento del MERCOSUR surge de la Comisión Parlamentaria Común, se crea con el objetivo de que haya un órgano de tipo legislativo, aunque no es supranacional porque no emite proyectos de ley, sino recomendaciones, resoluciones.

La idea es que sea la voz de los pueblos del MERCOSUR; de hecho no representa a los estados, ni a los gobiernos, sino a los pueblos, por el voto directo, así está estipulado que sea. Los únicos países que han cumplido con esto son Argentina y Paraguay, Paraguay primero y después Argentina, falta aún que Uruguay y Brasil elijan en forma directa a sus parlamentarios. Ellos todavía están en una representación indirecta, es decir sus diputados y senadores, además son parlamentarios en su país, lo que significa que no tienen una delegación completa en el PARLASUR, sino que tienen una delegación de tiempo parcial. Esto hace también que haya mucha asimetría en la representación, porque los argentinos somos 43, los brasileños son 37, ahí tenemos una diferencia enorme, Brasil debería tener 78 si no me equivoco.

El tema es que no terminó de completarse esta transición y probablemente en 2018- 2019 se termine de completar la elección de forma directa, entonces probablemente se termine de concretar un PARLASUR con elección directa. Y además de eso, usted sabe que los argentinos no somos rentados, estamos Ad honorem. Los paraguayos sí están rentados, los uruguayos y brasileños también. En el caso de Venezuela nosotros lo que hicimos cuando el MERCOSUR suspendió a la República Bolivariana de Venezuela, los mantuvimos en el PARLASUR por unanimidad de opiniones porque en definitiva, si son los representantes de los pueblos y ha sido suspendido pero no expulsado, estos representantes del pueblo venezolano deben seguir llevando esa representación al PARLASUR. La República de Venezuela sigue integrando el PARLASUR aunque esté suspendida de MERCOSUR.

En principio, fue suspendida del Mercosur, por una cuestión de que no llegó a internalizar las normas en el tiempo estipulado.

Nosotros somos un organismo autónomo, Por tanto podemos tomar la decisión independiente de la decisión que tomen los poderes ejecutivos o el consejo sobre esta materia. Es un lugar donde nosotros llevamos nuestra voz. En mi caso, represento al pueblo de Mendoza, el pueblo que me eligió y trabajo más que nada en mi agenda que tiene que ver con temas que necesita Mendoza en cuanto a las necesidades de su producción, de su industria, en la relación con otros países. Estoy trabajando mucho en temas de ciudadanía y temas migratorios, así que son parte de la agenda grande que tenemos en el parlamento.

Dentro de las recomendaciones más importantes que se hicieron hasta ahora ¿Cuáles se podrían contar?

Hay muchas. En mi caso personal acabo de presentar un proyecto de recomendación para crear un acuerdo general de normas fitosanitarias para facilitar el comercio intra MERCOSUR y extendido al universo Aladi (Asociación Latinoamericana de Integración), eso es lo que presenté hace poco, es muy técnico. Pero hay temas en materia de derechos humanos, en materia salud, de educación, en materia de la relación con la Unión Europea. Hay una multiplicidad de proyectos, que quien quiera lo puede ver con claridad en la página del Parlamento MERCOSUR, ahí están todos nuestros proyectos.

Hace poco nos invitaron a un congreso de fitosanitarios, el segundo que se hace a nivel nacional sobre las buenas prácticas en la aplicación de estas sustancias. ¿Podría reseñar algo de este proyecto?

Es muy difícil comunicarlo. Básicamente lo que yo propongo es un acuerdo general de normas y un abordaje en conjunto a los temas de plagas. Hoy en día cada país tiene su propio organismo, si bien existe un diálogo entre todos… fíjese cuando nosotros negociamos con terceros mercados, como lo puede ser la Unión Europea por ejemplo, cada organismo tiene su autonomía y yo creo que nosotros deberíamos llegar a una estancia mayor, como el que tiene la Unión Europea. Además de eso, las barreras fitosanitarias, los problemas que han puesto al comercio. Por ejemplo en el caso de mi provincia Mendoza, la interrupción de las importaciones de frutas a Brasil han perjudicado mucho al productor y le ha dado mucha incertidumbre a la producción y a las relaciones comerciales*.

Creo que es fundamental el capítulo fitosanitario, porque hoy está metido en cualquier negociación, inclusive en nuestra relación con la Alianza del Pacífico y muy posiblemente en un marco mayor del proceso de integración. El capítulo fitosanitario es clave hoy en día.


Se refirió al marco de ALADI ¿La asociación ALADI qué rol cumple en este momento en los procesos de integración?

ALADI tiene distintas herramientas para generar acuerdos regionales en las negociaciones con terceros mercados; tienen los ases, que son los acuerdos de complementación que se firman entre países. ALADI para mí es fundamental, aunque hoy no tiene todas las herramientas como sí las tenía… fíjese que ALAC proponía un espacio de libre comercio, ALADI propone herramientas que tiendan a los acuerdos comerciales, pero lo de ALAC en todo caso era más audaz en el año 1970.

Para mi hoy ALADI sigue siendo el órgano natural, la institución natural en América Latina para impulsar un proceso de integración porque todo los acuerdos que se firman, MERCOSUR, Alianza Pacífico, todos los acuerdos que se firman tienen como base, como paraguas, a la asociación ALADI. Yo creo que lo que tenemos que hacer es enfocarnos en ver cómo nos organizamos la cantidad de instituciones que tenemos que como dije, son un montón, cómo hacemos para que sirvan en un proceso de integración.

UNASUR, que quizás fue un buen proyecto en cuanto a tener una mirada más política de la integración, falló en cuanto a que tenía una impronta muy orientada hacia algunos factores políticos de la integración, y no todos. Es una pena que haya fallado porque también tener una mirada política del proceso de integración es importante. Por eso lo que propongo es que los países con generosidad, olvidándonos de las pertenencias políticas temporales o coyunturales, con una mirada de políticas de estado, llevemos adelante un proceso de integración mayor porque hoy nos lo exige también este momento.

Hoy estamos en un momento donde el mundo tiende a mayor proteccionismo, donde las relaciones entre Estados Unidos y China son cada vez más complejas. Nosotros tenemos que estar seguros de que aprovechamos al máximo el espacio comercial y económico de desarrollo que nos da América Latina, y queda claro que hoy tenemos un proceso de integración comercial y cadenas de valor muy bajo, y para revertir esto es que tenemos que trabajar. Tenemos que tener un capítulo comercial, un capítulo de inversiones, un capítulo de cámaras productivas, un capítulo activo de patentes, un capítulo activo de servicios, un capítulo activo de desarrollo de infraestructura… me parece que por ahí viene la discusión del proceso de integración. Si los ciudadanos, la pequeña y mediana empresa, los jóvenes ven que América Latina es una oportunidad, los mismos pueblos van a construir el proceso de integración. Para mi esa es la clave.

Sería lícito por ejemplo, usar reuniones como la de cooperación Sur- Sur de Naciones Unidas que se celebrará en marzo próximo en Buenos Aires, para debatir, hacer reuniones previas…

Si, los debates son útiles, pero la política es la que tiene que abrazar y empujar el proceso de integración. Porque si se junta la academia, las cámaras, los jóvenes pero después no hay voluntad política de arriba para empujar el proceso de integración y para hacer las cosas que hay que hacer, tenemos un montón de organizaciones que terminan siendo burocracias que no tienen el poder político para llevar adelante esto. Por eso yo espero, tengo el anhelo, de que los distintos gobiernos de nuestra región impulsen el proceso de integración.

Hay que esperar que termine el proceso electoral en Brasil, hay que esperar que asuma el nuevo presidente en México, hay que esperar que se reacomoden estas nuevas realidades, bueno también en Uruguay va a haber elecciones, que se acomoden estas nuevas realidades políticas.

Lo que anhelo es a eso, que no importa quien gobierne, la integración no es de gobiernos amigos, es de pueblos y de estados. No importa quien gobierne, cada pueblo tiene la determinación de tener el gobierno que quiere, pero lo que no podemos es truncar los procesos de integración, que cambien los gobiernos y el gobierno de turno del país socio es amigo mío y el otro no es mi amigo. No puede ser eso, le da una enorme inestabilidad institucional a la integración en América Latina.

Me parece que hay que aprender del proceso que llevó adelante Europa e inclusive de muchos espacios de integración en Asia.

Se podría llegar a convertir el Parlamento del MERCOSUR en un parlamento europeo en un futuro, o debería…

Ese debería ser el anhelo, también debería existir el anhelo de ampliar el espacio de integración MERCOSUR a más países, me parece que por ahí pasa el tema. Con eso hay que trabajar, sin prejuicios, porque estamos llenos de prejuicios, siempre pensamos que el otro, porque no piensa como yo está equivocado. Bueno, el otro si no piensa como yo quizás me aporte algo y juntos podamos encontrar la verdad. Porque si yo creo que tengo toda la verdad y el otro está totalmente equivocado no hay ninguna posibilidad de que avancemos.

También son importantes en ese sentido los espacios democráticos, de participación, de mayor diálogo, escuchando la voz de la gente. Del mismo modo, la integración no la pueden hacer solamente las capitales de los países, hay que escuchar a los interiores. Los interiores tenemos mucho para decir, entonces no son solamente las burocracias de las capitales las que llevan adelante la integración, somos todos los pueblos del interior de los países.


Qué canales de diálogo puede proveer el Parlamento del MERCOSUR para la sociedad civil.

En el Parlamento existen varias comisiones funcionando. En el caso de Argentina tenemos un representante por distrito electoral, por provincia. Nosotros estamos a disposición, en mi caso como mendocino, tengo mi relación con el pueblo de Mendoza… pero también el PARLASUR tiene la obligación de generar un debate que sea muy productivo en este sentido, en el sentido de aportar las herramientas que favorezcan un proceso de integración realmente robusto, fuerte en el sentido de que no tenga tantos vaivenes.

*Entre las provincias más “Brasil-dependientes” figuran Buenos Aires, con un 30 % de sus exportaciones a ese destino, Misiones (29%), Río Negro (24%), Mendoza (18%), Salta (16%) y Entre Ríos (13%). De los US$9000 millones de exportaciones argentinas a Brasil, el 39% corresponde a vehículos, autopartes y motores, el 23% a plásticos, neumáticos y productos químicos, el 15% a productos agroindustriales diversos, el 14% a cereales y el 6% a bienes primarios. En Cuyo, Mendoza es la más Brasil-dependiente, especialmente en productos del agro (ajo) y agroindustrial (algo de vinos, frutas industrializadas y productos olivícolas). Ante la pérdida de competitividad de los productos argentinos en Brasil, avanzaron las exportaciones de países competidores. De acuerdo con información de la Nación, en vinos, por ejemplo, se perdió terreno a manos de Chile y en ajo, de China.

Graciela Baquero