Alianza estratégica brasileño-francesa (parte I)
Al comentar los acuerdos volcados en la Declaración Conjunta suscripta en Brasilia el 7 de septiembre por los Presidentes Lula da Silva y Nicolás Sarkozy, el mandatario brasileño se refirió a la necesidad de atender la protección de los futuros trabajos en las enormes reservas de petróleo descubiertas en la costa atlántica brasileña.
De allí la compra de cinco submarinos, uno de ellos propulsado por energía nuclear, aviones de la fábrica Dassault, helicópteros y otras armas de última generación, cuya tecnología Francia compartirá con Brasil, que es ya un importante productor de armas y vehículos de guerra livianos.
La previsión brasileña es lógica si atendemos la convulsión que devasta el Golfo Arábigo desde agosto de 1990, aunque es necesario advertir que la inquietud de Brasil, que no acostumbra improvisar, ha tenido ya expresiones anteriores.
Así, en ejercicios desarrollados durante diez días de 2007, finalizados el 21 de septiembre de ese año, “las fuerzas armadas brasileñas con la coordinación del Ministerio de Defensa, ejecutaron la operación conjunta Albacora en la zona ribereña de los Estados de Río de Janeiro y Espíritu Santo, y en las aguas del Atlántico Sur, como adiestramiento para la defensa de zonas petroleras y rutas comerciales; participaron 8.000 hombres de las tres fuerzas, 12 buques, 41 aeronaves, 275 vehículos de combate y no menos de 9 embarcaciones de menor porte”1.
Los Presidentes da Silva y Sarkozy tuvieron ocasión, como lo expresa la declaración conjunta, de hacer un balance de la implementación del Plan de Acción de la Alianza Estratégica bilateral adoptada en Río de Janeiro el 23 de diciembre de 2008, y analizaron nuevas perspectivas para el futuro, convencidos de que aquélla permitirá a las dos naciones tornarse, “más que nunca”, actores decisivos de la nueva “gobernanza” 2 mundial, situación que Francia ha transitado repetidamente en los últimos siglos y que Brasil ve, con justicia, que se abre ante él.
Sarkozy afirmó nuevamente el apoyo de Francia a la incorporación de Brasil, como miembro permanente, a un Consejo de Seguridad de Naciones Unidas reformado; y ambos presidentes acordaron mantener e incrementar la colaboración en el desarrollo del área espacial y el de la energía nuclear, estableciendo expresamente cursos de acción para los organismos especializados de ambos estados. Lo mismo respecto del desarrollo sustentable y el medio ambiente.
Particular importancia tienen las acciones previstas para la cooperación en materia educativa, lingüística y técnica, mediante la creación de instituciones de excelencia, por la enorme importancia que la integración de los conocimientos tiene en cualquier tipo de integración de los pueblos.
Pero, por qué el interés de Francia en el área, que claramente excede la actividad - en la que tiene sobrados y óptimos antecedentes - de mera venta de armamento de primerísima calidad?.
Ocurre simplemente que Francia integra físicamente, aunque no institucionalmente, la Unasur, donde encontramos tres regiones que no son ibero parlantes: Suriname (ex Guayana holandesa), Guyana (ex Guayana británica) - ambos países independientes hoy día y miembros activos de la Unasur -, y la Guayana francesa, Departamento de Ultramar de Francia lindante con Brasil, cuya prefectura (capital) es Cayena, donde está ubicada, en Kourou, la base en que se desarrolla el programa europeo Ariane de lanzamientos de satélites orbitales.
De allí el interés francés, brasileño (y europeo?), de colaborar en el “ordenamiento territorial, la regularización de la propiedad fundiaria, la zonificación ecológica y económica, la evaluación del estado de los recursos naturales del bioma amazónico, tanto del lado brasileño cuanto del francés, mediante la utilización de datos y técnicas de observación espacial, así como relevamientos de terreno, valorización energética de los productos forestales y los subproductos de la transformación de la madera, y gestión para la conservación y uso sustentable de la biodiversidad forestal”.
Con anterioridad, el 17 y 18 de agosto de 2009, en Brasilia, se hizo la primera reunión del Comité Mixto de Coordinación para la Implementación del Protocolo de Cooperación para el Desarrollo Sustentable del Bioma Amazónico, que permitió concretar los compromisos asumidos por los dos países.
En el área de la cooperación científica los días 2 y 3 de septiembre de 2009 el Consejo Binacional del Centro Franco-Brasileño de la Biodiversidad Amazónica se reunió, también en Brasilia, y decidió invitar a la presentación de proyectos de investigación sobre los diversos temas propuestos por el Comité Científico del Centro; la invitación se dirige a universidades y organismos de investigación brasileños y franceses para fortalecer la cooperación recíproca, especialmente en la región fronteriza.
Agréguese a lo anterior que los dos Presidentes se felicitaron por el hecho de que, a pocas semanas del vigésimo aniversario de la relación entre la Escuela Nacional de Administración de Francia y la Escuela Nacional de Administración Pública del Brasil - generadoras de las que posiblemente sean las más sólidas e inteligentes burocracias latinas -, la Escuela Nacional de la Magistratura de Francia y la Escuela Nacional de Formación y Perfeccionamiento de Magistrados del Brasil hayan decidido, ahora, trabajar conjuntamente. (continuará)
1 Ignacio J. Osacar, Brasil se prepara para la defensa de sus recursos petroleros, revista Manual de Informaciones, enero-marzo 2008, número 1, volumen L.
2 Término cuya utilización se incrementa en la literatura política y económica internacional, que en castellano puede significar “acción o efecto de gobernarse”, pero que en otros idiomas carece de la acepción que denota la posibilidad de auto conducirse, generando la desagradable sensación de un gobierno mundial dirigido a los demás. Recuerdo que Ivonne Bordelois (en "La palabra amenazada") ha dicho que “para los sectores del poder es perentorio, dada la resistencia del lenguaje, volverlo invisible e inaudible”; y en función de eso “gobernanza mundial” me resulta una propuesta desagradable.
* Sixto Portela es abogado, con posgrados en Análisis Estratégico, especialización en Geopolítica y Estrategia, y especialización en Política y Administración Aduanera. Participó como asesor en la redacción de numerosos Proyectos de Legislación, realizó tareas de investigación para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, y lo hace para publicaciones especializadas en integración y comercio internacional.
La previsión brasileña es lógica si atendemos la convulsión que devasta el Golfo Arábigo desde agosto de 1990, aunque es necesario advertir que la inquietud de Brasil, que no acostumbra improvisar, ha tenido ya expresiones anteriores.
Así, en ejercicios desarrollados durante diez días de 2007, finalizados el 21 de septiembre de ese año, “las fuerzas armadas brasileñas con la coordinación del Ministerio de Defensa, ejecutaron la operación conjunta Albacora en la zona ribereña de los Estados de Río de Janeiro y Espíritu Santo, y en las aguas del Atlántico Sur, como adiestramiento para la defensa de zonas petroleras y rutas comerciales; participaron 8.000 hombres de las tres fuerzas, 12 buques, 41 aeronaves, 275 vehículos de combate y no menos de 9 embarcaciones de menor porte”1.
Los Presidentes da Silva y Sarkozy tuvieron ocasión, como lo expresa la declaración conjunta, de hacer un balance de la implementación del Plan de Acción de la Alianza Estratégica bilateral adoptada en Río de Janeiro el 23 de diciembre de 2008, y analizaron nuevas perspectivas para el futuro, convencidos de que aquélla permitirá a las dos naciones tornarse, “más que nunca”, actores decisivos de la nueva “gobernanza” 2 mundial, situación que Francia ha transitado repetidamente en los últimos siglos y que Brasil ve, con justicia, que se abre ante él.
Sarkozy afirmó nuevamente el apoyo de Francia a la incorporación de Brasil, como miembro permanente, a un Consejo de Seguridad de Naciones Unidas reformado; y ambos presidentes acordaron mantener e incrementar la colaboración en el desarrollo del área espacial y el de la energía nuclear, estableciendo expresamente cursos de acción para los organismos especializados de ambos estados. Lo mismo respecto del desarrollo sustentable y el medio ambiente.
Particular importancia tienen las acciones previstas para la cooperación en materia educativa, lingüística y técnica, mediante la creación de instituciones de excelencia, por la enorme importancia que la integración de los conocimientos tiene en cualquier tipo de integración de los pueblos.
Pero, por qué el interés de Francia en el área, que claramente excede la actividad - en la que tiene sobrados y óptimos antecedentes - de mera venta de armamento de primerísima calidad?.
Ocurre simplemente que Francia integra físicamente, aunque no institucionalmente, la Unasur, donde encontramos tres regiones que no son ibero parlantes: Suriname (ex Guayana holandesa), Guyana (ex Guayana británica) - ambos países independientes hoy día y miembros activos de la Unasur -, y la Guayana francesa, Departamento de Ultramar de Francia lindante con Brasil, cuya prefectura (capital) es Cayena, donde está ubicada, en Kourou, la base en que se desarrolla el programa europeo Ariane de lanzamientos de satélites orbitales.
De allí el interés francés, brasileño (y europeo?), de colaborar en el “ordenamiento territorial, la regularización de la propiedad fundiaria, la zonificación ecológica y económica, la evaluación del estado de los recursos naturales del bioma amazónico, tanto del lado brasileño cuanto del francés, mediante la utilización de datos y técnicas de observación espacial, así como relevamientos de terreno, valorización energética de los productos forestales y los subproductos de la transformación de la madera, y gestión para la conservación y uso sustentable de la biodiversidad forestal”.
Con anterioridad, el 17 y 18 de agosto de 2009, en Brasilia, se hizo la primera reunión del Comité Mixto de Coordinación para la Implementación del Protocolo de Cooperación para el Desarrollo Sustentable del Bioma Amazónico, que permitió concretar los compromisos asumidos por los dos países.
En el área de la cooperación científica los días 2 y 3 de septiembre de 2009 el Consejo Binacional del Centro Franco-Brasileño de la Biodiversidad Amazónica se reunió, también en Brasilia, y decidió invitar a la presentación de proyectos de investigación sobre los diversos temas propuestos por el Comité Científico del Centro; la invitación se dirige a universidades y organismos de investigación brasileños y franceses para fortalecer la cooperación recíproca, especialmente en la región fronteriza.
Agréguese a lo anterior que los dos Presidentes se felicitaron por el hecho de que, a pocas semanas del vigésimo aniversario de la relación entre la Escuela Nacional de Administración de Francia y la Escuela Nacional de Administración Pública del Brasil - generadoras de las que posiblemente sean las más sólidas e inteligentes burocracias latinas -, la Escuela Nacional de la Magistratura de Francia y la Escuela Nacional de Formación y Perfeccionamiento de Magistrados del Brasil hayan decidido, ahora, trabajar conjuntamente. (continuará)
1 Ignacio J. Osacar, Brasil se prepara para la defensa de sus recursos petroleros, revista Manual de Informaciones, enero-marzo 2008, número 1, volumen L.
2 Término cuya utilización se incrementa en la literatura política y económica internacional, que en castellano puede significar “acción o efecto de gobernarse”, pero que en otros idiomas carece de la acepción que denota la posibilidad de auto conducirse, generando la desagradable sensación de un gobierno mundial dirigido a los demás. Recuerdo que Ivonne Bordelois (en "La palabra amenazada") ha dicho que “para los sectores del poder es perentorio, dada la resistencia del lenguaje, volverlo invisible e inaudible”; y en función de eso “gobernanza mundial” me resulta una propuesta desagradable.
* Sixto Portela es abogado, con posgrados en Análisis Estratégico, especialización en Geopolítica y Estrategia, y especialización en Política y Administración Aduanera. Participó como asesor en la redacción de numerosos Proyectos de Legislación, realizó tareas de investigación para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, y lo hace para publicaciones especializadas en integración y comercio internacional.
Sixto Portela