Argentina frente a la revolución de los commodities

Hoy asistimos a una reversión de lo que caracterizó al deterioro en los términos del intercambio que describía Prebisch. Se dio lugar a un fenómeno impensado por los economistas, como es el aumento sideral del precio de los commodities, registrado como el mayor de la historia. Lo sostuvo el ex senador Antonio Cafiero en la presentación del libro de Miguel Barrios,” Perón y el peronismo en el sistema-mundo del siglo XXI”, en el auditorio de la Cámara de Diputados el último martes.


El mundo experimenta cambios bruscos civilizatorios que es deber del dirigente conocer, y en este sentido, el libro de Miguel Barrios es imprescindible, sostuvo el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires. No es posible acceder a los desafíos de la globalización simplemente bajo el concepto decimonónico de la frontera nacional. El concepto de soberanía, que en el siglo XIX se reducía a una cuestión de fronteras, hoy involucra la defensa de conceptos culturales, sociales y políticos de una región determinada.

A lo largo de su ponencia, el también ex embajador argentino en Chile se refirió al proceso de mundialización vislumbrado por el presidente Perón, diferenciado de la globalización en tanto fenómeno exclusivamente económico y financiero, que proponía la libertad de intercambio, que en un principio alcanzaba no sólo a los productos y servicios, sino también a las personas. El universalismo en cambio, sostenido por Perón, incluya la globalización de los valores, entre los cuales son fundamentales la democracia y la justicia social, problemas que deben ser encarados en los foros internacionales, señaló Cafiero.

La recreación del polo Argentina/ Brasil/ Chile, creado en los años ´20 y retomado por el ex presidente argentino, fue resaltado por el ponente. El ABC como unidad económica “a caballo de la Cordillera de los Andes”, podía convertirse en una de las zonas más ricas del mundo, señalaba Perón, que vislumbraba al continentalismo y el regionalismo como formas inteligentes para Argentina de insertarse en el proceso mundial.

El mundo no estaba preparado para admitir un polo de poder continental como el ABC, que fue interpretado como un intento hegemonista del presidente Perón, acompañado por los presidentes Ibáñez de Chile y Vargas en Brasil. La soberanía regional encontraba obstáculos internos y en los intereses hegemónicos que no toleraban coaliciones que pudieran “compensar” el poderío de los grandes países.

El nuevo proceso económico, que introduce en el mercado de consumo al Asia-pacífico, la mitad de la humanidad, actualiza el fenómeno regional. Para Argentina en particular, se abre una posibilidad histórica superior a la que dio origen a la economía terrateniente del siglo XIX. En lo que Antonio Cafiero llama el fenómeno de la segunda revolución agraria mundial, no debemos cometer los mismos errores que la generación del ´80. Que esta riqueza no se concentre, que alcance al conjunto de la sociedad; el afianzamiento de un poder político duradero depende de esto, señaló. En el fondo, si el peronismo no es capaz de redistribuir el plus valor de la producción primaria en función del achicamiento de las brechas sociales, será juzgado por la historia, aseguró. De esa forma, llamó a aprovechar la coyuntura para redistribuir el beneficio de la revolución Asia-Pacífico.

A su turno, el autor de la obra, Miguel Barrios, reivindicó la teoría continentalista de Juan Domingo Perón, que reclamó sea incorporada para su estudio en los programas académicos. En lo que se refiere a la recreación del polo ABC, el ex presidente argentino rompió con los prejuicios antibrasileños de la época, y plantea la necesidad de incorporar a Brasil a la región latinoamericana, más allá incluso de la concepción hispanoamericanista de San Martín y Bolívar. Comprendió también que la economía industrial no es posible sin economía de escala, que se lograría gracias a una alianza con Brasil. De la integración económica se desprendería la democracia social, vislumbrada por el ex presidente como base la integración continental, concluyó Miguel Barrios.
Graciela Baquero