Argentina modera sus pronósticos de crecimiento

El PBI crecería a un ritmo de 4% como resultado de la combinación de un escenario internacional adverso y de factores internos. La inflación se ubicaría en un piso de 7% durante el año en curso, según las proyecciones del Banco Central argentino. En materia de exportaciones, se admite que el escenario en 2009 estará signado por el deterioro de los precios internacionales que ya están afectando las commodities que Argentina exporta y por una menor cosecha agrícola, pero aún así se espera alcanzar ventas por US$ 69.000 millones y mantener el superávit comercial. Esto, a su vez, permitiría que por séptimo año consecutivo el balance de la Cuenta Corriente sea positivo, “hecho inédito en la historia económica reciente” argentina, expresa la autoridad monetaria en su informe.


La crisis mundial finalmente llegó a la economía real y la Argentina, que durante la primera etapa de turbulencia se había visto beneficiada por el “desacople” de los mercados internacionales, comienza el año 2009 con metas macroeconómicas más moderadas. En el Programa Monetario para este año presentado por el Banco Central (BCRA) se prevé un crecimiento del PBI de 4%, la mitad del promedio de 8% que caracterizó a los últimos seis años. Consecuentemente con este enfriamiento de la actividad, la meta inflacionaria esperada queda acotada al 7%, también por debajo de la que se había fijado para 2008.

Hay que destacar que las proyecciones de crecimiento contenidas en el Programa fueron elaboradas en base al supuesto de que las medidas de fomento al consumo anunciado por el gobierno de Cristina Fernández en diciembre pasado darán los buenos resultados previstos, y que el plan de obras públicas por 111.000 millones de pesos también anunciado motorizará el empleo y la actividad. En función de este escenario esperado -en el que el Estado comprometerá los fondos del Sistema Integrado Previsional Argentino para aumentar la capacidad prestable de los bancos, se espera un aumento del orden del 30% del crédito al sector privado para el año que recién comenzó.

En materia de exportaciones, se admite que el escenario en 2009 estará signado por el deterioro de los precios internacionales que ya están afectando las commodities que Argentina exporta y por una menor cosecha agrícola, pero aún así se espera alcanzar ventas por US$ 69.000 millones y mantener el superávit comercial. Esto, a su vez, permitiría que por séptimo año consecutivo el balance de la Cuenta Corriente sea positivo, “hecho inédito en la historia económica reciente” argentina, acotó la autoridad monetaria en su informe.

Si bien muchos economistas y consultoras privadas afirman que la moderación de la inflación que se proyecta para el año 2009 tiene que ver con la menor actividad económica interna, el BCRA resalta que es resultado de la coordinación de las políticas fiscal, salarial, de ingresos y monetaria que se aplica desde hace algunos años, sumado a la caída en los precios internacionales de la energía y los alimentos. La meta base de 7% de inflación del BCRA está en línea con la de economistas como Marcelo Lascano y también con las previsiones de organismos como el Fondo Monetario, aunque otras instituciones como el IERAL (Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana) de la Fundación Mediterránea y economistas como Daniel Artana y Miguel Bein esperan entre 14 y 18%.

En cuanto a las metas de incremento de la base monetaria, el Banco Central prevé un crecimiento promedio en diciembre del 15,3% para el M2 (circulante más cuentas a la vista) y del 16,5% interanual en el caso del M2 Privado. La banda anual se fijó en 8,7%-17,8% para la primera variable y entre 9,8%-18,9% para la segunda. También se destaca que el Programa Monetario 2009 incluye herramientas adicionales que no estaban contenidas en programas anteriores, como las estimaciones trimestrales del M2 privado.

Entre otras tendencias esperadas, el BCRA señala que en 2009 la inversión se mantendría en el 24% del Producto Bruto Interno, número que se ubicaría cerca del resultado obtenido en 2008, el mayor de los últimos 25 años. También se espera una expansión de la capacidad de producción, ya que es probable que la inversión supere a las amortizaciones del stock de capital, sostuvo el informe.


Buen balance para 2008

En la presentación de su Programa Monetario 2009, la autoridad monetaria argentina defendió la política desplegada durante 2008, a la que calificó de “proactiva”. Con ella, enfatizó, hizo frente a tres situaciones de riesgo que hubo que paliar desde el último trimestre de 2007: el comienzo de la crisis de las subprime en Estados Unidos, la fuga de depósitos entre abril y junio de 2008 debido a la desconfianza interna por el paro del sector agropecuario argentino, y la profundización de la debacle financiera mundial a partir de septiembre pasado. Para el BCRA, los efectos sobre la economía real en los tres casos lograron acotarse y, si bien el impacto se notó en los indicadores de la industria y la construcción de noviembre, habría quedado demostrado que la estrategia monetaria fue acertada.

Asimismo, el informe destaca la disponibilidad de herramientas para mantener el equilibrio en el mercado de dinero y la solidez del sistema financiero argentino en medio de un escenario de turbulencia, así como la abundante liquidez acumulada en divisas. Una vez más, consideró acertado el esquema cambiario de flotación administrada que seguirá vigente durante 2009.

En los tres episodios de crisis mencionados, la reacción del BCRA fue focalizarse en “restablecer el equilibrio en el mercado de dinero”, que permitió fortalecer la demanda de pesos, “y facilitar la oferta de moneda extranjera”. Para este objetivo se realizaron operaciones en los mercados contado y futuro y luego se buscó recuperar la liquidez en pesos, con lo que stock de títulos del BCRA (Lebac y Nobac) pasó de $ 51.500 millones a fin de 2007 a $ 36.700 millones al finalizar el año 2008, ya que estos papeles deben ser rescatados cuando se necesita recuperar liquidez. En suma, el BCRA finalizó su presentación asegurando que su estrategia seguirá siendo la misma de los últimos tres años, con tres consignas bien definidas: garantizar el equilibrio entre oferta y demanda de dinero; atenuar las vulnerabilidades y mantener el régimen de tipo de cambio flotante administrado.

Silvia Martínez