Argentina recibirá inversiones del orden del 20% del PIB

Una consultora privada anticipa que, a pesar de la crisis, Argentina podría mantener niveles aceptables de inversión durante este año, del orden del 20% del PIB. En 2008, fue el segundo país de la región en cuanto a incremento de la IED. Según el IBIM-OJF, el Índice de Inversión Bruta Mensual que elabora Orlando Ferreres & Asociados, la inversión de las empresas en 2008 creció 8,8% en Argentina y trepó al 23,2% del PIB, al alcanzar casi 70.000 millones de dólares. Esto significó 10.000 millones más que en 2007 aunque también se advirtió que en diciembre, en sintonía con lo que pasó en el mundo, la tendencia decayó. En el último mes de 2008 se invirtieron 5.130 millones de dólares, lo que significa una reducción de 6,1% en la comparación interanual.


Aún con el panorama desalentador que se presenta para este año, América Latina será uno de los destinos preferidos por los capitales inversores que están buscando escapar de los mercados centrales, los más castigados por la crisis financiera. En la región, si bien Brasil y Chile marchan a la cabeza, Argentina podría tener un lugar según algunos pronósticos optimistas.

Uno de ellos es el de la consultora de Orlando Ferreres & Asociados. De acuerdo al IBIM-OJF, el Índice de Inversión Bruta Mensual que elabora ese estudio, la inversión de las empresas en 2008 creció 8,8% en Argentina y trepó al 23,2% del PIB, al alcanzar casi 70.000 millones de dólares. Esto significó 10.000 millones más que en 2007 aunque también se advirtió que en diciembre, en sintonía con lo que pasó en el mundo, la tendencia decayó. En el último mes de 2008 se invirtieron 5.130 millones de dólares, lo que significa una reducción de 6,1% en la comparación interanual. En cambio, un dato alentador fue que entre noviembre y diciembre del año pasado se observó un crecimiento después de cuatro meses consecutivos de bajas.

La consultora destaca que la construcción logró una expansión el año pasado de 4,5%, influenciada por la reversión de la tendencia positiva que traía hasta entonces debido al impacto de la recesión mundial. Este rubro finalizó el 2008 con una inversión de 42.760 millones y explicó el 62% del total invertido ese año. Pero el rubro más dinámico fue el de compras de maquinaria y equipo, que avanzó 15,9% si bien también en diciembre acusó los efectos de la debacle financiera, al sufrir una baja de más de 8% en relación al mismo mes de 2007.

El pronóstico para 2009 no es el mejor, pero tampoco dramático, es la conclusión principal de la consultora. “El 2009 el panorama luce algo complicado debido a la crisis internacional, a la escasez de financiamiento local y a una performance mucho más pobre en materia de actividad económica, pero de todos modos la inversión se mantendría en niveles relativamente buenos, por encima del 20% del PIB”. Así sintetizó lo que viene el economista jefe del Centro de Estudios Económicos de esa consultora, Fausto Spotorno.


Pesimismo

De acuerdo a una encuesta de la consultora Grant Thornton, una abrumadora mayoría de ejecutivos argentinos cree que este año no se podrán atraer inversiones debido en especial a factores internos. Según este sondeo, el 91% piensa que el principal freno a la llegada de capitales foráneos es la falta de credibilidad de las mediciones oficiales, en tanto la mitad de los consultados expresó que Argentina no será atractiva para la inversión extranjera en el corto plazo, que se verá cada vez más ahuyentada por la corrupción, la inseguridad jurídica, la falta de políticas oficiales adecuadas y, en último término, por la inflación.


Señales positivas

En contrapartida, en los últimos días llegaron algunas noticias positivas en el terreno de inversiones. La más fuerte fue, sin duda, la aclaración del titular de Repsol YPF, Antonio Brufau, de que el recorte presupuestario millonario que dispuso el grupo a nivel mundial no incluye a la Argentina. Al contrario, el plan de negocios previsto para 2009 en este país seguirá su marcha. Al día siguiente de anunciarse en Madrid un ajuste por 1.900 millones de dólares de la empresa petrolera, Brufau explicó a su paso por Buenos Aires que si bien "el nuevo escenario internacional exige revisar permanentemente los costos y gastos, no significa que se reduzcan las inversiones en exploración y producción". Incluso, la aclaración llegó por carta hasta los empleados de la firma.

Por otra parte, se supo que el grupo japonés Marubeni, que en Argentina opera en el rubro alimenticio, evalúa ampliar sus inversiones en el sector industrial local. Cabe recordar que en otros países esta corporación también tiene negocios en energía, maquinaria pesada, barcos, y tecnología. Hace escasos días sus principales directivos estuvieron reunidos con la ministra de Producción, Débora Giorgi, para hablar sobre la posibilidad de expansión en la manufactura.

Según la agencia de Inversiones Prosperar, que conduce Beatriz Nofal, al menos hasta octubre del año pasado Argentina ocupaba el noveno puesto como sitio de inversión más atractivo fuera de los mercados BRIC, el grupo conformado por Brasil, Rusia, India y China, considerados los emergentes más prometedores. Esta había sido la conclusión de la encuesta efectuada entre 560 ejecutivos de empresas globales para el Informe “Los Mercados del Mañana” del Ministerio Británico de Comercio e Inversiones, y la esperanza del gobierno de Cristina Fernández es que, si bien los números serán más modestos a partir del agravamiento de la crisis a partir de octubre, Argentina seguirá en el foco de los capitales.


Datos de UNCTAD

El balance de la Inversión Extranjera Directa (IED) de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), reveló que en 2008 la Argentina recibió flujos del exterior por 7.300 millones de dólares, casi 28% por ciento más que en 2007. El país quedó posicionado en segundo lugar en la región en cuanto a tasa de aumento de la IED, siendo superado por 39% que logró Perú.

En cambio, en términos de volumen Argentina no logró destacarse tanto. En 2008 fue superada ampliamente por Brasil, que alcanzó un flujo de IED de 41.700 millones de dólares el año pasado, y apenas se mantuvo sobre el promedio de la década del ’90, época de fuertes –y excepcionales- ingresos por privatizaciones y por la primera ola de fusiones.

Quizás un dato positivo es que dentro de la IED, Argentina mostró una baja de 54% en las fusiones y adquisiciones durante 2008, que cayeron desde 1.400 millones de dólares a 600 millones. Ello se explica no sólo porque 2007 fue un año especialmente activo en materia de compras de empresas, sino además porque el año pasado predominaron las inversiones productivas sectoriales, según sostuvo UNCTAD. De hecho, si se miran los números globales, la performance de Argentina se aprecia como aceptable. La IED en América Latina cerró el año 2008 con un incremento de 12,7%, frente a una caída mundial en promedio de 21%, fundamentalmente por la retracción de 32,7% de las economías desarrolladas.

La mala noticia es que, en términos generales, UNCTAD espera que en 2009 se haga evidente el fin del ciclo de crecimiento internacional de la IED que empezó en el año 2004, y que se profundice la caída de los flujos en todo el mundo. En ese contexto, será difícil que Argentina escape, en mayor o menor medida al impacto, pero el punto de coincidencia entre optimistas y pesimistas es que la aplicación de medidas oficiales adecuadas puede hacer la diferencia y lograr que el país atraviese lo mejor posible un año que golpeará a todas las economías del globo.
Silvia Martínez