Argentina refrenda con México y Chile acuerdos de importancia estratégica
La alianza estratégica en ciernes con México, y el último acuerdo bilateral firmado con Chile que involucra a las pymes fronterizas, son analizados en esta nota, por el abogado con posgrados en Análisis Estratégico, Geopolítica y Estrategia, y Política y Administración Aduanera, Sixto Portela (*).
México: Acuerdo de Asociación Estratégica
La Canciller mexicana, Patricia Espinosa Cantellano, anunció hace ocho días que la presidenta Cristina Fernández hará una visita oficial a México entre el 14 y 15 de abril, y la noticia se relacionó con una asociación estratégica existente entre nuestros países.
Sabemos que toda estrategia, para ser tal, debe responder necesariamente a un objetivo, cuanto más identificable y concreto mejor. Encontré que el germen de aquella asociación estratégica con México está en la visita que realizó allí la presidenta Cristina Fernández con su esposo en agosto de 2007, cuando era ya candidata presidencial, ocasión en la que ella lanzó la idea, plasmada después en el AAE - Acuerdo de Alianza Estratégica - suscripto por los presidentes Kirchner y Calderón.
Son objetivos de ese AAE la coordinación de políticas sobre cuestiones bilaterales, regionales y multilaterales de interés mutuo; el incremento del comercio bilateral y la promoción de las inversiones recíprocas; la cooperación conjunta para el desarrollo económico sostenible con justicia social y el fortalecimiento institucional en áreas identificadas como prioritarias, cooperación que podrá extenderse a terceros países; el fortalecimiento de la interrelación entre los diversos sectores de la sociedad civil, a fin de impulsar un diálogo entre los mismos; y la cooperación técnica y científica bilateral como instrumento de apoyo al desarrollo de ambos países de conformidad con áreas que se definan como prioritarias.
En la visita de 2007 la entonces senadora Fernández indicó que entre ambos países hay una “visión común” de Iberoamérica y de los problemas del mundo (en rigor, dijo Latinoamérica, pero sabemos que esto de Latinoamérica es sólo un invento francés). Cierta es la importancia de México para Iberoamérica por su peso cultural, económico y político, y lo poco que conocemos de él acá en el sur.
Chile: acuerdo sobre pymes fronterizas
Mercosurabc.com se ha hecho eco de un comunicado del Ministerio de Industria argentino según el cual la ministra Débora Giorgi recibió al embajador de Chile, Adolfo Zaldívar Larrain, y a la titular de la representación de ProChile, señora Iris Boeninger, con quienes “se coincidió en concretar encadenamientos productivos entre pymes ubicadas en las provincias que comparten frontera con Chile”, como señaló la ministra. “Tenemos un potencial natural para complementar nuestras producciones y estamos trabajando en ese sentido”, dijo el embajador.
Según dice además el referido comunicado que, teniendo en cuenta las inversiones de empresas de capitales chilenos en Argentina, Chile está quinto, después de España, Estados Unidos, Holanda y Brasil, y nuestro país recibiría el 29% del total invertido por aquéllas en el exterior. Es positivo, en tanto el Estado Argentino tenga capacidad para ubicar a los capitales extranjeros en general, en el marco de los intereses nacionales.
En la última semana de enero la ministra de Industria viajó a Chile donde, junto al canciller Timerman y sus pares chilenos, firmó un acuerdo para conformar un grupo de trabajo intergubernamental sobre integración productiva entre Chile y las provincias argentinas limítrofes, explorar posibles proyectos de encadenamiento productivo de pymes, y herramientas de financiamiento bilateral. 1
En agosto de 2005 el embajador de Chile en Argentina, Luis Osvaldo Maira Aguirre, ex Ministro de Planeamiento del presidente Frei Ruiz-Tagle (hijo del también ex presidente Frei Montalva) relató, en una reunión realizada en Buenos Aires con motivo del Día de la Exportación, que en su época de ministro los atormentaba la idea de que Chile era un país pequeño, aislado, sin industrias, pese a la continuidad de su política económica que, aplicada desde el gobierno militar, llevaba ya cuatro lustros de gobiernos democráticos.
Por entonces, dijo, se pidió al Jefe de la Armada un informe sobre la logística del comercio internacional chileno, del que surgió que la ubicación del país lo comunicaba con el mundo en condiciones favorables. A ello sumaron el análisis de países pequeños, sin industria, como Irlanda, Singapur, Nueva Zelanda y Australia, que habían sido los de mayor desarrollo en aquellos años.
Fue a partir de esos datos que decidieron una política de apertura, a través de la firma de Tratados de Libre Comercio con la mayor cantidad de países y regiones posibles, en base a los cuales se ofreció a exportadores de otros orígenes, Argentina incluida, la posibilidad de completar sus productos en Chile para alcanzar las condiciones de origen necesarias, según el acuerdo que existiese con el país de destino final, para poder así aprovechar las ventajas arancelarias de aquellos TLC y, como consecuencia, generar puestos de trabajo, inversiones y producción, en Chile.
Una política semejante posiblemente sería negativa para Argentina, por su mayor y más diversificado desarrollo industrial, pero las estadísticas de Chile muestran aumentos significativos en sus exportaciones que, según los datos brutos de las declaraciones recibidas en las aduanas, muestran entre enero y diciembre de 2009 contra enero y diciembre de 2010, más del 45% de incremento en los envíos al Asia y del 75% en los de Oceanía, con resultados también positivos, aunque avances menores pero nunca inferiores al 22%, hacia todos los destinos, con excepción de África, donde hubo un retroceso del 6% sobre cifras de por sí pequeñas.
A fines de 2010 hubo una reunión en la Embajada de Chile en Buenos Aires, donde el embajador Zaldívar Larrain y la señora Iris Boeninger explicitaron la intención de profundizar con productores argentinos el uso de aquellos TLC, mencionando expresamente la aplicación, como formas operativas, de los llamados “encadenamientos productivos” - que parecen contener grados de coparticipación en la producción -, y la “maquila”.
De una u otra forma el acuerdo fronterizo para pymes constituye, respecto de la exposición del ex embajador Maira Aguirre, el agregado de un lustro más de políticas estables en gobiernos chilenos de signos políticos bien diferenciados, lo que es envidiable.
Más allá del delicadísimo tema de los antecedentes conflictivos que tienen nuestras fronteras, en estos casos la reglamentación debería contemplar la salida de mercaderías para su perfeccionamiento o terminación en Chile y continuar desde allí hacia su destino, lo que envuelve aspectos aduaneros y cambiarios relacionados con el estado de producción de aquéllas al salir, su valor, el momento del pago de éste en Argentina, y su relación con el precio del producto final, entre otras circunstancias.
Si mal no recuerdo, hay ya un régimen para la minería, establecido hace unos años. Quizá alguien entendido en el tema podría acercarnos más datos.
(1) Esto parece despejar la incógnita surgida respecto de la ausencia del Ministerio de Industria en la firma del acuerdo sobre un Foro Empresario, que fue suscripto el 31 de enero, durante la visita de la presidenta Rousseff, por el Canciller y el Ministro de Industria y Comercio Exterior del Brasil, quien incluso lo hizo en representación de su Poder Ejecutivo, pero que por el lado argentino sólo lo fue por el Canciller. Deberá existir una addenda con su inclusión, porque el Ministerio de Industria tiene responsabilidad principal cuando de acuerdos con Brasil se trata.
(*) Sixto Portela es abogado, con posgrados en Análisis Estratégico, Geopolítica y Estrategia, y Política y Administración Aduanera. Profesor en instituciones especializadas y universidades, participó como asesor en la redacción de numerosos proyectos de legislación, realizó tareas de investigación para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y lo hace para publicaciones especializadas, instituciones estatales o privadas, empresas y particulares.