Balance de buen desempeño regional para Argentina

La economía argentina creció nuevamente en 2008 aunque en la segunda mitad del año mostró signos de desaceleración y una retracción en la demanda laboral. En la conclusión del informe preliminar de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Argentina queda entre los países que superan la media regional.


El año 2008 finaliza con varias buenas noticias para la Argentina, entre ellas el crecimiento de la actividad, el mantenimiento de los superávit fiscal y comercial, y la desaceleración de la inflación en los últimos meses, problema que era visto como el principal frente de riesgo para la economía. Sin embargo, también hay indicadores desalentadores que se refieren al enfriamiento de la industria y el comercio en la última parte del año y a una marcada fuga del país de capitales privados. Sólo en el primer semestre, el movimiento de capital del sector privado no financiero mostró un déficit de 3.300 millones de dólares, producto de una salida neta de casi 5.000 millones en el segundo trimestre.

Estas fueron las principales conclusiones respecto a la Argentina, contenidas en el balance preliminar de 2008 de las economías de América Latina y el Caribe elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). De acuerdo a los números recabados hasta octubre pasado, el año deja un crecimiento del PBI de 6,8% frente al avance de 8,7% que había alcanzado en 2007, un alza de precios al consumidor de 7,9% y un nivel de desocupación de 8%. El salario medio real, en tanto, se incrementó 8,7% mientras que el tipo de cambio efectivo lo hizo en 5,1%. Pero en el análisis de las cifras de crecimiento, es importante enfatizar que el incremento de la actividad económica se debió más que nada a los servicios antes que a los sectores productores de bienes.

A partir de este cuadro de situación, el año 2009 arranca con la preocupación de cómo repercutirá la desaceleración de la actividad sobre el mercado laboral. En el primer trimestre de 2008 la tasa de empleo se ubicó en 42,1%, levemente por debajo de la del mismo período de 2007 y en compensación se contrajo la desocupación en la misma proporción -0,3 puntos porcentuales- para situarse en 7,8%. Las remuneraciones del sector privado formal mostraron un avance de 15% interanual hasta el mes de septiembre mientras que los sueldos de los trabajadores no registrados treparon 30%; el sector público tuvo una variación cercana al 20%.

En materia de comercio exterior, el fuerte aumento de las importaciones logró ser equilibrado por el alza de los precios internacionales, que permitieron que las exportaciones argentinas se mantuvieran sostenidas, dejando un excedente tanto de la balanza comercial como en la cuenta corriente. Pero al mismo tiempo hubo una importante fuga de capitales del país que se inició en medio de la crisis con el campo, que trajo tensiones sobre el tipo de cambio y obligó al Banco Central a destinar reservas para frenar a la divisa norteamericana. En los primeros 10 meses de 2008 las exportaciones crecieron en valor un 37% en comparación con el mismo período del año previo. La misma tasa se observó en el caso de las importaciones de bienes, tanto por la mayor cantidad importada como por los precios internacionales más altos.

La inflación fue otro de los grandes temas en la agenda económica argentina en 2008. La variación del IPC (Indice de Precios al Consumidor) que elabora el organismo oficial de información no llegó al 10%, pero las mediciones de consultoras privadas y de varias provincias mostraron números más altos. Sin embargo, al cierre del año los analistas coinciden en que el enfriamiento de la economía hizo que los precios se estén manteniendo estables.

La recaudación impositiva fue uno de los indicadores que mejor performance logró, aunque en el buen resultado tuvieron mucho que ver los ingresos por derechos de exportación, que se duplicaron. A su vez, el superávit primario se sostuvo gracias a la excelente recaudación y se pudo paliar el sideral aumento de los gastos. En su informe, la CEPAL señaló que dicho incremento “obedeció en gran medida a transferencias al sector privado para contener los precios en sectores como la energía, el transporte y los alimentos”.

El estudio señala además que la expansión de la economía argentina durante 2008 se explica en gran medida por los altos precios internacionales de los productos agroalimentarios, principal ítem en la exportación argentina, que acompañaron un contexto doméstico de aumento de actividad, del gasto, la inflación y el consumo internos. En este escenario del primer trimestre de 2008 se produjo el enfrentamiento con los productores agrícolas a partir de la resolución 125 que impuso un esquema de derechos de exportación (retenciones) móviles, recordó la CEPAL. Con este sistema de alícuotas móviles el gobierno argentino pretendió equilibrar los precios internos y externos, desatando un conflicto que llevó a un paro del sector de más de cien días que mantuvo en vilo al país. La incertidumbre generada por el episodio “aumentó la compra de divisas y el retiro de depósitos bancarios, lo que obligó a una decidida intervención del Banco Central”, recalcó la CEPAL. Las retenciones móviles finalmente no prosperaron ya que el proyecto de ley fue rechazado en el Senado.

En la segunda parte del año 2008, entró de lleno en escena la crisis internacional y afectó las perspectivas de exportación de Argentina debido a la baja en los precios de los commodities, lo que se sumó a la menor cosecha esperada por todos los conflictos y restricciones internas impuestas por las autoridades, que cerraron las exportaciones para asegurar el abastecimiento del mercado interno. El cuadro negativo se potenció por la falta de crédito.

CEPAL remarca en su informe que sobre el final del año 2008 se agregó otro ingrediente de incertidumbre que tiene que ver con la capacidad real del Estado argentino para afrontar los vencimientos de deuda pública previstos para 2009. Tampoco ayudó el repentino silencio en torno a la cancelación de la deuda con el Club de París, que había anunciado la Presidenta Cristina de Kirchner poco antes de estallar la debacle financiera mundial pero que quedó postergada al comenzar el derrumbe de los mercados y la caída de los grandes bancos de inversión.

Sobre finales de 2008 irrumpió otra noticia que desató nuevas dudas y debates: la reforma al régimen de jubilación y la desaparición de las AFJP. Para compensar el malestar por el traspaso de los fondos de los aportantes a las arcas del Estado, el Gobierno lanzó una batería de medidas relacionadas con planes de regularización de deudas impositivas y para registro de empleados, un proyecto de repatriación de capitales, créditos para incentivar el consumo, la compra de autos 0KM, para las Pymes y medidas para productores rurales. También se incluyó la creación de un Ministerio de la Producción y un megaplan de inversiones públicas –aunque la mayor parte de las obras ya había sido anunciada- por 111.000 millones de pesos. Desde muchos sectores empresarios, pero particularmente desde la oposición, se señaló que muchos de los anuncios eran inviables en la práctica y otros, de escasa utilidad e insuficientes para atacar la incertidumbre generada por el manejo que se le dio a los fondos de jubilación privados y por la estatización de empresas privatizadas.

Entre otros datos positivos, la CEPAL subraya que entre enero y septiembre la gestión fiscal mostró un alza nominal de casi 100% y una relación con el PBI del 3%, porcentaje que en 2007 había disminuido. Por el lado de los ingresos corrientes hubo un aumento de alrededor de 35%, similar al que experimentaron los gastos primarios. Estos últimos, si bien siguieron creciendo en forma sostenida, aminoraron su marcha si se tiene en cuenta que en 2007 habían avanzado un 46%. Esta tendencia a subir el gasto en menor medida “representó un cambio respecto del comportamiento en años anteriores, en que el aumento de las erogaciones había superado al de los ingresos”, apuntó el informe. Los gastos que más pesaron fueron las transferencias corrientes al sector privado (54%), motorizadas por mayores subsidios al transporte y la energía, a pesar del recorte que anunció el Gobierno en los últimos meses del año.

Por supuesto, el balance preliminar de la CEPAL deberá contemplar ajustes a partir de los datos de noviembre y diciembre ya que en la cuenta final del PBI incidirá fuertemente la caída de 5,8% que registró la actividad de la construcción en noviembre luego de una marcada desaceleración que sufrió en octubre. Además, no son buenos los pronósticos para el sector en diciembre de 2008.

Otras conclusiones del informe:

• Los depósitos bancarios del sector privado crecieron cerca de 9% en los primeros 10 meses del año 2008.
• En el mismo período, el crédito bancario al sector privado aumentó alrededor del 22%, si bien en el último trimestre se notó una restricción del financiamiento debido al alza de las tasas de interés y la caída de precios de los activos financieros, las acciones y los bonos.
• El aumento de 7,8 % del PBI en el primer semestre de 2008 se explica por el incremento del consumo privado y por un mayor consumo público.
• El ahorro nacional “cubrió con holgura los requerimientos de inversión”, señaló la CEPAL.
• Se mantuvo sostenido el gasto en construcción, si bien mostró una importante desaceleración con respecto a otros años.
• En los últimos meses se verificaron síntomas de ralentización del gasto agregado, que habrían afectado a la inversión.
• La producción de granos de la campaña 2007-2008 alcanzó un buen número, a 95 millones de toneladas, pero se espera una disminución en la cosecha próxima tanto por la caída de los precios de los commodities a nivel internacional como por el paro agrario de abril y mayo pasados.
• En los primeros 10 meses del año, la actividad industrial acumuló un incremento interanual del 5,8%, sobre todo gracias a las industrias metálicas básicas y a las automotrices.
• Los precios mayoristas se incrementaron 9,4% entre enero y octubre frente al aumento de 12,7% que habían registrado en el mismo lapso de 2007. Hubo una baja radical en el ritmo de crecimiento acumulado de los productos primarios que pasaron de un alza de 14,1% en 2007 al 1,9% en 2008. Esto se debió a la baja del precio interno del petróleo crudo y el gas y de una desaceleración de los precios mayoristas agropecuarios.
• La depreciación del tipo de cambio nominal entre enero y noviembre alcanzó a 8% respecto del dólar estadounidense, con la consecuente apreciación de 7% respecto del euro y de casi un 20% respecto del real brasileño.
• En el primer semestre de 2008 el superávit de la cuenta corriente de la balanza de pagos fue casi 1.000 millones de dólares inferior al del año anterior.
• El saldo negativo de la cuenta de rentas de la inversión (utilidades, dividendos e intereses) creció en más de 800 millones de dólares y la de servicios reales, en 350 millones.


En la región

Según el informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Latinoamérica en su conjunto, crecerá un 4,7 por ciento a lo largo de 2008, con una inflación promedio cercana al 12 por ciento.

Las economías más dinámicas serán Perú (8,3% de crecimiento del PBI), Panamá (8 %), Uruguay (7,5%), Argentina (7%), Cuba (7%) y Venezuela (6%).

En contraste, las poderosas economías de Brasil, México y Chile crecerán por debajo del 5%. En 2009, la región continuará creciendo, aunque más moderadamente, debido a las turbulencias internacionales, de acuerdo con el trabajo del organismo.
SM