CAN y Mercosur hacia la Comunidad Sudamericana

La debilidad relativa en que quedó inmersa la Comunidad Andina después de la reunión presidencial de Quito, podría ser aprovechado por el liderazgo de Brasil para reflotar el proyecto de una Comunidad Sudamericana de Naciones. Venezuela, Perú y México se acercan al Mercosur, en el que ese país intenta recuperar su lugar de “hegemonía constructiva” en la región.


El problema de un bloque andino sin Venezuela, oficializada su salida en la reunión presidencial de la CAN desarrollada en Quito el lunes pasado, es la pérdida de un estado con gran poder económico relativo, el primer productor de petróleo del continente y el quinto mundial. La unión aduanera andina concentraba antes de la salida de Venezuela, más del 90% de sus reservas de petróleo en ese país. Por otra parte, concentra más del 70% de las exportaciones de la región.

Si bien la Comunidad Andina es el bloque más antiguo de la región, la pérdida del miembro fundador de la OPEP es muy importante a la hora de negociar como bloque frente a Estados Unidos y la Unión Europea.

La cúpula presidencial andina dejó un saldo de acuerdos tejidos más en base a la voluntad política de ocultar las disidencias que a una cohesión política real en el bloque y económicamente fuerte como para encarar el “relanzamiento” que pretende imprimirle Evo Morales, por lo menos en el corto plazo.

Bolivia deberá encarar un entendimiento con Perú y Colombia, en las antípodas en su concepción de reracionamiento externo, especialmente con Estados Unidos. El acercamiento posible sería con el Presidente Palacio, propulsor de una reforma hidrocarburífera en Ecuador que le valió la suspensión de las negociaciones por el TLC con la potencia del hemisferio norte.

La pregunta de los analistas es si Evo Morales con su discurso de relanzamiento y su propuesta volcada al antiimperialismo está poniendo condiciones para permanecer en el bloque o si aceptará las diferencias. Es otro de los países que junto a Venezuela, podria vislumbrar al Mercosur como el núcleo duro de la integración hacia la nueva Comunidad Sudamericana que se propone integrar Hugo Chávez con el ingreso de Venezuela.

Por lo pronto, el Presidente electo Alan García, también tiene planes de atar alianzas con su vecino brasileño, proyectando nada menos que una salida al Pacífico para Brasil, además de proponerse como alternativa gasífera para ese país. Sin duda, después de la salida de Venezuela del bloque, queda posicionado como uno de lo líderes que mayores coincidencias reúne con su par brasileño en el bloque andino, muchas más que con su antecesor Alejandro Toledo. Recuperando protagonismo político perdido con la crisis del gas, Lula da Silva vuelve a su papel de mediador regional, y se ofrece como puente para reparar la relación entre Alan García y Hugo Chávez, dañada por denuncias de intromisión en la campaña electoral de Perú y por agresiones directas entre ambos líderes políticos. Brasil es percibido, de acuerdo con las palabras del dirigente aprista, como el líder que ejerce una “hegemonía constructiva” en la región.

México tampoco quiere quedar afuera de la Comunidad Sudamericana, a la que podría usar como contrapeso en su asimétrica relación con Estados Unidos y Canadá en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Sin embargo, no son pocos los analistas que aseguran que se trata de una forma de acercar a los sudamericanos, como miembro asociado del bloque, a la propuesta del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), con todo lo que ello implica desde el punto de vista político y de seguridad, como se refleja en el acta fundacional del proyecto de la reunión de Miami.

Fuente: mercosurabc/ adnmundo

Graciela Baquero