Crecen exportaciones recursos naturales intensivos
El aumento de las exportaciones argentinas en las dos últimas décadas ha ocurrido paralelamente con el mantenimiento de una estructura por tipo de bienes fuertemente concentrada en pocos productos intensivos en recursos naturales, la mayoría de los cuales tiene un bajo grado de elaboración. Cinco secciones del Sistema Armonizado siguen explicando dos tercios del total de exportaciones, entre las que se cuentan los minerales, vegetales, alimentos, aceites comestibles y animales. Si bien resulta previsible que por la estructura de ventajas comparativas de la Argentina, las exportaciones de bienes intensivos en recursos naturales crezcan rápidamente, también sería deseable un proceso de salto o upgrading en la agregación de valor que permita acceder a mercados de productos diferenciados con una demanda más estable y mayor valor unitario, señala el investigador Roberto Bouzas *, en un trabajo publicado en la última revista del CEI, uno de cuyos párrafos se reproduce a continuación.
En los últimos veinte años el desempeño de la Argentina en materia de comercio exterior ha sido mixto. Si bien en este período las exportaciones argentinas crecieron a un ritmo del 10% anual (ocho puntos de los cuales fueron aportados por mayores volúmenes), lo que constituye una notable mejora con relación al desempeño del período inmediatamente anterior, ésta no fue suficiente para aumentar de manera sensible la participación de la Argentina en el comercio mundial o, incluso, mantenerla dentro del total de las exportaciones latinoamericanas (Cuadro 1). Por otra parte, conviene agregar que parte de este dinamismo ha estado asociado a fenómenos en proceso de extinción, como el surgimiento de excedentes exportables de combustibles, cuyos volúmenes de exportación crecieron en la década del noventa a tasas que casi triplicaron el ritmo global de crecimiento de las exportaciones. En tanto que, en este decenio, la mejora en los precios de exportación ha sido un factor adicional en el aumento de las ventas externas.
El aumento de las exportaciones argentinas en las dos últimas décadas ha ocurrido paralelamente con el mantenimiento de una estructura por tipo de bienes fuertemente concentrada en pocos productos intensivos en recursos naturales, la mayoría de los cuales tiene un bajo grado de elaboración. En efecto, cinco secciones del Sistema Armonizado siguen explicando dos tercios del total de exportaciones, entre las que se cuentan los minerales, vegetales, alimentos, aceites comestibles y animales.
El surgimiento de nuevos sectores dinámicos ha mantenido el rasgo de una fuerte concentración en recursos naturales con baja elaboración (como el complejo oleaginoso) o aún representan casos aislados de expansión de productos con características de mayor diferenciación (como el vino). Si bien resulta previsible que por la estructura de ventajas comparativas de la Argentina, las exportaciones de bienes intensivos en recursos naturales crezcan rápidamente, también sería deseable un proceso de salto o upgrading en la agregación de valor que permita acceder a mercados de productos diferenciados con una demanda más estable y mayor valor unitario.
Un elemento de cambio en los flujos de comercio exterior argentino en las dos últimas décadas ha sido su composición por países de origen y destino. En efecto, a lo largo de este período la Argentina se ha transformado de manera creciente en un “comerciante regional”, a la par que otras economías en desarrollo han aumentado su participación en las exportaciones e importaciones. Brasil y Chile han aumentado notablemente su peso relativo en el comercio exterior argentino y, desde comienzos de esta década, lo mismo ha ocurrido con algunos países asiáticos, particularmente China.
* Profesor Asociado de la Universidad de San Andrés e Investigador Principal del CONICET. Director Académico de la Maestría en Relaciones y Negociaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés/FLACSO/Universidad de Barcelona.
Fuente: Revista del CEI, diciembre 2007