¿Crisis de Hipotecas o Crisis de Hegemonía?
Sin duda, el tema económico en el plano internacional, aunque también local, es la turbulencia en la economía norteamericana y su repercusión en las diferentes plazas alrededor del mundo por las hipotecas de baja calificación. Una vez más se comienza a analizar las perspectivas de la – aún – economía más poderosa del planeta, pero en un plano bastante miope. Tal vez sería necesario poder mirar esta crisis “coyuntural” inserta en la estructura económica que se viene desarrollando desde hace varias décadas.
Una mirada geo-económica de la Relaciones Internacionales
A pesar de la actual situación por la cual atraviesa la economía de Estados Unidos, este país sigue ostentando el lugar de superpotencia. Tanto por su complejo industrial-militar como por su poderío económico, este país hegemoniza1 a las restantes áreas y naciones. Pero en los últimos años (aunque con una tendencia de hace décadas) han surgido algunos indicios que hacen pensar que el epicentro de hegemonía se está haciendo más difuso.
El déficit del comercio exterior de bienes y servicios de Estado Unidos viene batiendo records, año tras año. La balanza de pagos de este país registró un deterioro adicional en el año 2005, alcanzando el déficit por cuenta corriente un máximo histórico del 6,4% del PIB, (Banco Central Europeo, 2006) aunque volviendo a romper esa marca para el 2006 con el 6,6 % del PBI (BCE, 2007).
Las constantes cuentas deficitarias de los Estados Unidos han sido la regla de por lo menos las últimas tres décadas, con sólo un breve período positivo, para luego dispararse nuevamente en déficit. Como resultado de todo esto, Norteamérica, la economía más grande del mundo, ha acumulado deuda cerca a los 3 trillones de dólares, transformándose en el más grande deudor a nivel planetario.
Al mismo tiempo, los superávit por cuenta corriente continuaron siendo sustanciales en Asia, alcanzando casi el 4,3% del PBI Global; el incremento del superávit de China fue de más del 7,2% y Japón con un 3,7% y 2,7% para las restantes economías emergentes de Asia (BCE, 2007). Los países exportadores de petróleo registraron, en promedio, un superávit por cuenta corriente bastante más alto en el 2006 (18,2% del PBI) que en el 2005 (15,1%). La acumulación de reservas fue particularmente importante en el caso de China, donde se situó entorno a 1 billón de dólares.
El déficit estadounidense que puede ser interpretado como el resultado de una desinversión, tiene su contraparte en las naciones que ahorran y no gastan internamente. Estos recursos son absorbidos por la economía norteamericana llegando a representar el 75 % del ahorro internacional.
A su vez, el resto del mundo “necesita” que Estados Unidos incurra en este desbalance para proveer de la liquidez necesaria para el crecimiento económico mundial. Uno de los riesgos de este círculo es que la contínua y creciente emisión del dólar provoque tarde o temprano una abrupta pérdida de confianza de su valor y termine licuando los activos denominados en esta moneda2.
Como emisor de la moneda más poderosa del mundo, Estados Unidos está en condiciones de incurrir de manera persistente en su déficit externo y virtualmente “autofinanciarse” sin necesidad de buscar algún tipo de respaldo3 en otra moneda extranjera, cómo sí deben hacerlo el resto de las economías en el mundo. De esta forma, las demás naciones tienen un constreñimiento para financiarse o adoptar políticas económicas anticíclicas, ya que deben almacenar moneda fuerte para luego poder emitir activos domésticos con respaldo.
Petrodólares Vs. Petroeuros
Como reflejo a este lento pero constante debilitamiento del dólar estadounidense, diferentes países tomaron medidas para resguardarse, más no sea parcialmente. Irak empezó a vender su combustible en euros a fines de 2000 y Jordania había creado un sistema de comercio bilateral con Irak en euros. Corea del Norte adoptó la divisa Europea para su comercio desde diciembre del 2002; mientras que en Irán y Rusia, sus parlamentos estudian fijar todo el comercio de petróleo en euros y lo mismo para Venezuela. El influyente Javad Yarjani, jefe del Departamento de Análisis del Mercado petrolero de la OPEP, dijo: "En tanto el comercio bilateral entre Medio Oriente y la Unión Europea se incremente podría ser realizable cotizar el petróleo en euros considerando que Europa es el principal socio económico de tal región (OPEC, 2002)".
Aquí es donde cabría preguntarse ¿qué pasaría si el petróleo se cotizara en euros en vez de dólares?
Según el Financial Times, los saudíes retiraron U$S 100.000 millones de los U$S 700.000 que tenían en EE.UU. Un dólar débil que provoque desconfianza externa, podría generar que 9 billones de dólares en activos dolarizados de extranjeros en Norteamérica se trasladen a la moneda europea. Cientos de miles de millones emigrarían al euro o al oro, en caso que el mercado pierda más confianza en el papel verde.
Es en este escenario que los distintos bancos centrales de diferentes naciones han estado, desde hace tiempo, diversificando su cartera de monedas en detrimento del dólar, tratando de evitar nuevas pérdidas por la depreciación de este activo. Más de dos tercios de los bancos centrales del mundo aumentaron su exposición al euro en los últimos dos años, principalmente a expensas de la moneda norteamericana, según el informe Management Trends 2005, difundido por la firma Central Banking Publications, con sede en Londres.
¿Inflación de Estados Unidos o Inflación Mundial?
A la luz de lo expuesto se puede ver cómo la moneda europea comenzó a tener su peso específico en el escenario económico mundial, creándose de esta forma una amenaza a la antes intocable hegemonía del dólar en tanto reserva de valor y vehículo.
Planteada la debilidad cada vez más acentuada del dólar norteamericano, resulta sugestivo que en los medios masivos de difusión se hable de China/India o la OPEP como la bicausalidad del aumento de los precios del crudo. Incluso en trabajos “especializados” se omite el proceso de deterioro que viene sufriendo el dólar y cómo Estados Unidos no está haciendo otra cosa, más que trasladar a través de su moneda, inflación al mundo, por la devaluación de su billete. El aumento del crudo4 (que por estos días está batiendo nuevos récord de precios) el cemento, hierro, estaño y un sin número de commodities no se puede explicar simplemente con la gran demanda de China/India o las tensiones en las zonas de reserva de petróleo. Las materias primas ajustan su valor teniendo en cuenta la depreciación de la moneda que les da el precio a nivel internacional.
Los efectos indirectos del aumento constante del precio del crudo en todo el mundo se hace palpable en casi todos los bienes producidos a nivel mundial, ya que la energía o sus derivados forman parte necesaria en el proceso productivo. De esta forma, un petróleo con precios ascendentes se traduce en un aumento generalizado en el precio de los bienes.
¿Fragilidad de la Hegemonía?
En la actualidad, el déficit se ha vuelto mucho más grande que el de 1980. La creciente integración económica mundial y particularmente la interdependencia de los mercados financieros en todo el mundo, plantean un nuevo escenario muy diferente a de la década de los `70s y `80s, tanto en términos de sustentabilidad e implicancias en la economía mundial.
Es por eso que cabe hacerse la primer pregunta: ¿El sistema tendrá la capacidad de salir de este desbalance que tiene la primer potencia económica a nivel planetario? La respuesta dependerá en parte de si existen aún condiciones para volver a estimular el crecimiento económico bajo la racionalidad económica vigente. Si estas condiciones no existen, ello implicaría una crisis no sólo del sistema/hegemonía dólar, sino de la propia racionalidad del sistema. La respuesta también dependerá de si la estructura económica mundial será capaz de apartar la inversión del ámbito especulativo e improductivo, para volver a vincularla con la esfera productiva. Para ello no bastan medidas (Tobin tax, por ejemplo) que controlen o graven con impuesto aquellos flujos de capital en el ámbito especulativo. Sin duda, ésta es una condición necesaria, pero no suficiente. La inversión productiva sólo se dará si su rentabilidad en la producción está garantizada.
El otro interrogante se desprende de esta primer pregunta pero tiene implicancias que exceden las consecuencias económico-financieras. ¿Este desbalance y la consecuente erosión del dólar, qué implicancias puede tener para Estados Unidos en su rol de Hegemón?
Es evidente el vínculo que tiene el rol del dólar con la hegemonía política y el complejo industrial-militar si se piensa en esta moneda como fuente de financiamiento para las campañas militares.
Pero el privilegio del dólar norteamericano, ya sea como reserva de valor o moneda vehículo, comenzó a ser desafiado con la creación del euro. La pérdida relativa del liderazgo económico de Estados Unidos a escala mundial, sumado al fortalecimiento de la Unión Europea y la creciente y amenazante competitividad de China-Japón5 como líderes en la zona asiática (pero también mundial), marcan un escenario más complejo.
En el caso de estas dos potencias asiáticas, son los 2 mayores acreedores de Estados Unidos - poseen bonos del Tesoro norteamericano y dólares. Si decidieran desprenderse de las reservas “verdes”, esto podría causar una mayor pérdida de valor con respecto a otras divisas. Todo esto obligaría a Estados Unidos a elevar fuertemente sus tasas de interés para estimular a estos países asiáticos a seguir comprando sus bonos y financiando su déficit (Eichengreen, 2006). Pero EE.UU viene presionando principalmente a China para que revalúe el yuan y de esa forma se pueda equilibrar un poco la balanza comercial entre Norteamérica y el gigante asiático. Resulta paradójico que la fortaleza que posee Estados Unidos al poder autofinanciarse (emitiendo dólares sin respaldo) sus campañas militares, proyectos de investigación de alta tecnología y demás campañas alrededor del planeta se ha transformado en su máxima debilidad y punto frágil, cuyo acceso lo tiene su competidor o rival por las próximas décadas: China, el mayor poseedor6 de los títulos de la Reserva Federal de EE.UU.
Norteamérica continuará inyectando recursos a su complejo militar-industrial en el mediano plazo, para sostener su rol de hegemón. Pero la opción de repartir los costos a tiempo, buscando equilibrar la situación económica mundial entre Norteamérica (constriñendo el gasto) y Asia/China (apreciando sus monedas) es poco factible.
Se hace palmario que no solamente tambalea el sistema económico-financiero mundial, sino la propia hegemonía - entendida en su sentido amplio - del gigante occidental. El costo de pasar o compartir el poder de señoraje con otra potencia económica, sería el comienzo del fin para Estados Unidos.
Mirando el horizonte y viendo la punta del iceberg está la incógnicta de cómo Estados Unidos (y el resto del mundo) podrá resolver el tema de las hipotecas subprime.
Buceando un poco y mirando más ampliamente, la anterior duda es reemplazada por saber cuánto tiempo se podrá mantener el tablero geopolítico y económico-financiero con las actuales tensiones.
Pablo Alejandro Nacht
Licenciado en Ciencia Política, UBA. Becario CONICET.Miembro del Instituto de Estudios Históricos, Económicos, Sociales e Internacionales (IDEHESI), FCE, UBA. pablonacht@yahoo.com.ar
Bibliografía
• CEI Digital, “Coyuntura Económica Internacional”, Diciembre 2007, Buenos Aires, Argentina. http://cei.mrecic.gov.ar/home.htm
• CEPAL "El Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe 2005-2006"
• Cesarín, Sergio “La relación sinolatinoamericana, entre la práctica política y la investigación académica” en Nueva Sociedad 203 | Mayo / Junio 2006, Buenos Aires, Argentina.
• Eichengreen, Barry, I S S U E S I N, Economic Policy, “The Blind Men and the Elephant, Number 1, January 2006
• European Central Bank: “Annual European Central Bank Report 2005”, 2006.
• European Central Bank: “Reporte Anual del Banco Central Europeo, 2006” 2007
• OPEC, "The Choice of Currency for Denomination of the Oil Bill," en www.opec.org (then News & Info, Speeches).
• Oviedo, Eduardo D. “CHINA EN EXPANSIÓN, La política exterior desde la normalización chino-soviética hasta la adhesión a la OMC (1989-2001)” Ed. Universidad Católica de Córdoba, Argentina, 2005.
• Patnaik, Prabhat (2005), The Economics of the New Phase of Imperialism, work presented to the International Conference: Acts of Resistance from the South against Globalisation, 5-7 September, Ankara, Tûrkiye.
• Patnaik, Prabhat, Capitalism in Asia at the End of the Millennium, Monthly Review, Volumen 51, Number 3, July-August 1999.
• Rodrik, Dani “The new Global Economy: Making Openess Work, Overseas Development Council, 1999.
• Roubini, Nouriel: “Global Imbalances: A Contemporary Rashomon Tale with Five Interpretations” Blog creado el 1º de mayo 2005
Notas
1 Otra característica propia de un hegemón es irradiar sus aspectos socio-culturales, y con ello sus costumbres, gustos, apetencias por mercancías, etc.
2 La declinación del valor del dólar frente a las monedas de los principales países de la OECD ha sido constante desde mediados de los años 60 del siglo pasado, habiéndose acentuado en los últimos cinco años. Durante 2007 cayó 5% frente a la libra esterlina, 7% con el yen, 10% en relación al euro y 14% contra el dólar canadiense. Si se toma la canasta de divisas de los principales socios comerciales de Estados Unidos, compuesta por la Reserva Federal, la depreciación llegó al 8%.
3 Esta capacidad de emisión sin respaldo tuvo su nacimiento en el momento que EE.UU decidió unilateralmente romper el acuerdo de Bretton Woods.
4 Los precios del petróleo siguieron elevándose durante todo lo que va de este año, pasando el precio del Brent un máximo histórico de 109,98 dólares.
5 La noción de que China o algún otro país rival de Estados Unidos pudiera, en algún momento, utilizar sus enormes tenencias de deuda oficial de Estados Unidos como un arma geopolítica está ganando terreno. Las razones: el dramático crecimiento de las reservas mundiales de divisas foráneas y por lo tanto de deuda estadounidense en manos de países en vías de desarrollo, frecuentemente rivales de Estados Unidos, debido a viejas y nuevas contradicciones entre las partes, hace temer que una pujante China, en defensa de sus vitales intereses – por ejemplo, el status de Taiwán – pudiera actuar contra esa deuda y el dólar, aunque ello pudiera crear algún daño a la propia China.
6 China alcanzó en febrero de 2006 los 853.000 millones de dólares, cifra que supera por primera vez las reservas de Japón poseedor de 850.000 millones de dólares.