Cumbre Iberoamericana “descriminalizó” la migración

Después de tres días de deliberaciones, la XVI Cumbre Iberoamericana concluyó el 5 de noviembre en Montevideo, con un Compromiso y una Declaración en los que se exige mantener el respeto de las normativas nacionales de todos los Estados y los tratados internacionales, en los procesos migratorios; y se insta al mundo desarrollado a generar respuestas para paliar las falencias sociales en el continente. Un Foro Cívico y otro Empresarial, se llevaron adelante en forma paralela a la reunión, y mantendrán su funcionamiento en ulteriores cumbres.


El tema de las migraciones, elegido por Uruguay como Presidente pro tempore de la Cumbre en 2006, fue el eje de las reuniones. Se habló sobre los más de 30 millones de latinoamericanos emigrados por razones económicas o políticas. Hay casos, como El Salvador, que ha perdido el 25 por ciento de su población; en otros, como Uruguay, se ha marchado un doce por ciento de la población y se calcula que casi un tercio de los bolivianos han abandonado el país, señala el diario uruguayo El Observador.

La Cumbre condenó el muro proyectado por EEUU en su frontera con México. "Ahora se criminaliza la migración sur a norte"; cuando la emigración era del norte hacia el sur "no había muros, no había deportaciones; ahora hay muros, hay deportaciones", sostuvo en el encuentro el Presidente boliviano, Evo Morales.

Alvaro Uribe, Mandatario de Colombia, señaló que "es incomprensible que se le asigne más importancia al flujo de capitales que a las consideraciones sociales con los inmigrantes". Para el Canciller brasileño, Celso Amorim, "la globalización no puede ser una vía de mano única, de la cual apenas los más ricos y los más fuertes extraigan beneficios", y señaló en su intervención, en reemplazo de Lula da Silva, que "sólo el desarrollo frenará la huida de latinoamericanos de sus países”.

Por su parte, el Presidente ecuatoriano, Alfredo Palacio, pidió "libre movilización para el capital humano", del mismo modo que se invoca en el mundo actual el libre comercio o el libre tránsito de capitales, señala El Observador citando un informe de EFE.

También la presidenta chilena, Michelle Bachelet, se pronunció a favor del "comercio justo para competir", y dijo que es necesario avanzar en la Ronda de Doha, estancada en la Organización Mundial de Comercio por las diferencias entre los países ricos y los pobres.

La XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará entre el 9 y 10 de noviembre de 2007, se desarrollará en Santiago de Chile, y el tema central, tal como fue adelantado por el país anfitrión, será el de “cohesión social y políticas sociales para alcanzar sociedades más inclusivas en Iberoamérica”.

El tema de las remesas fue una de las claves de la Cumbre. Si bien en algunos países, como Chile y Argentina, las cantidades no son significativas, en otros -Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, por ejemplo- las remesas son indispensables para sus frágiles economías, que se sostienen en gran medida con los dólares que envían unos 6,2 millones de emigrantes (frente a una población local de menos de 29 millones).

Estas remesas representan para países como Honduras el 26 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), el 17 por ciento para El Salvador, el diez por ciento para Bolivia y el 8,8 por ciento para República Dominicana.

Declaración de Montevideo

En su documento final, los Jefes de Estado y de Gobierno de los 22 países que conforman la Comunidad Iberoamericana de Naciones, reunidos en su XVI Cumbre en Montevideo – Uruguay - los días 3, 4 y 5 de noviembre de 2006.

Reafirman su “total adhesión a los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, a la vigencia plena de la democracia, al respeto a la soberanía y a la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, al respeto y promoción de los derechos humanos, al fortalecimiento del multilateralismo y del respeto a los principios del Derecho Internacional, a la solución pacífica de las controversias y al rechazo del uso de la fuerza o de la amenaza del uso de la fuerza en el ámbito internacional y al rechazo a la aplicación de medidas coercitivas unilaterales contrarias al derecho internacional”.

La Declaración destaca “la iniciativa del Gobierno de Costa Rica (Consenso de Costa Rica), para que los países desarrollados y organismos internacionales establezcan mecanismos financieros innovadores como el canje de deuda por proyectos de desarrollo cuando los países soberanamente lo determinen, la condonación de la deuda para aquellos países que lo soliciten y califiquen, y que puedan ser apoyados con recursos financieros adicionales a los países en vías de desarrollo que aumenten su inversión social en educación, salud y vivienda y reduzcan su inversión en armamentos, siempre y cuando se mantenga la capacidad que corresponda a las necesidades legítimas de seguridad y defensa”.

El documento también saluda “la creación de un Espacio Iberoamericano del Conocimiento (EIC) orientado a la necesaria transformación de la educación superior y articulado en torno a la investigación, el desarrollo y la innovación, y respaldamos la propuesta de elaborar un plan estratégico del EIC, para cuya formulación se convocará a los responsables nacionales de las políticas de educación superior y a otros actores vinculados con el tema”.

En el marco de la Cumbre, se lanzó “el Programa Regional Andino entre el Gobierno español y la Secretaría General de la Comunidad Andina, orientado a fortalecer los procesos de gobernabilidad democrática, a mejorar la gestión del medio ambiente y a fomentar la cohesión social”.

Compromiso de Montevideo sobre Migraciones y Desarrollo

Además de la Declaración de Montevideo, la XVI Cumbre produjo un documento de trabajo, el Compromiso de Montevideo sobre Migraciones y Desarrollo, que dispuso entre sus principales puntos, abordar en la Agenda Iberoamericana, el tema de la migración desde una perspectiva integral, en tanto “la migración es una realidad transversal que guarda estrecha relación con la falta de desarrollo, la afectación de los derechos humanos, la pobreza, los desastres naturales, la inestabilidad política, la búsqueda de mejores condiciones de vida, la inequidad en la distribución de la riqueza y la falta de oportunidades para el desarrollo humano, que son causas que la provocan”. “La generación de condiciones socioeconómicas inclusivas que permitan superar las condiciones de pobreza en que viven sectores importantes de la población contribuiría a evitar flujos migratorios no controlados”, señala el documento.

El Compromiso determina que “es vital que los países en desarrollo y las agencias financieras internacionales y de cooperación contemplen iniciativas para la promoción de proyectos de desarrollo con especial atención para las comunidades más vulnerables y excluidas”.

En cuanto a la “administración de los flujos migratorios”, el documento insta a tomar como marco de referencia “las normas nacionales y los acuerdos internacionales en materia de migraciones, en consonancia con criterios de gobernabilidad de las mismas y de una práctica organizada y responsable que contemple el respeto a la soberanía de los Estados, a los principios consagrados en la Carta de Naciones Unidas y al Derecho Internacional”.

Los compromisos concretos que se desprenden del documento son los de “mantener el respeto de las normativas nacionales de todos los Estados y los tratados internacionales en los procesos migratorios”, y “generar, de acuerdo con la situación particular de cada país y su ordenamiento legal, condiciones sociales y económicas para hacer posible el retorno voluntario de los migrantes a sus comunidades de origen, y su incorporación a

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