El APEC como caja de resonancia: conclusiones
El foro de Cooperación Asia Pacífico, celebrado en la ciudad de Santiago de Chile en el mes de noviembre, ha sido una caja de resonancia en la que distintos líderes mundiales pertenecientes a las principales economías de la Cuenca del Pacífico jugaban sus cartas. Las siguientes son las principales conclusiones asumiendo dos planos de análisis; el primero, sobre el foro en sí, su entidad, agenda y perspectivas; el segundo, sobre sus miembros, en particular los más destacados quienes han utilizado el foro como instrumento para apoyar la emergencia de una nueva correlación de fuerzas en el sistema internacional.
Para las economías del norte hemisférico, el NAFTA es un proyecto discutido. México ha visto empeorar su situación productiva vis a vis con la competencia china en los sectores automotriz y textil, su penetración en el mercado americano, las persistentes trabas inmigratorias y las resistencias sectoriales en Estados Unidos. La pretendida Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) está hoy más cerca de convertirse en utopía que en realidad y no encuadra en el interés de los principales países latinoamericanos.
Asia Pacífico protagoniza el viraje de su centro de poder económico de Japón a China, y augura el surgimiento de un nuevo orden político y económico internacional que, según Goldman Sachs, la ubicará en el primer lugar superando a los Estados Unidos y a las avanzadas economías europeas. a mediados de la centuria; nNadie puede soslayar entonces que la gestión de los acuerdos intrasiáticos y transpacífcios (APEC) cada vez estará más condicionada por los intereses y la impronta que China imponga, considerando su ascendente influencia política en correlación con su capacidad de imposición en materia económica. Japón admite el nuevo protagonismo chino pero no cede en sus objetivos de strategic partnership con ALC; en particular, con su socio preferido Chile, siguiendo el camino propuesto ya por Corea y China mediante la firma de sendos Tratados de Libre Comercio (TLC).
Rusia ejercita una diplomacia de alto perfil con Putin, consciente de que el ejercicio de negociación intra APEC es fundamental para conocer los intrincados senderos que la lleven hacia el fin del camino: la OMC. Para ello activamente coopera con China, modera sus posiciones críticas respecto de los Estados Unidos, disciplina sus empresas privatizadas y, lentamente, reconstruye poder militar. Las economías del sudeste de Asia aparecen seducidas por alternativas de negociación de TLC (China, Japón, ASEAN + 3) lo que las ubica en una inmejorable posición para obtener del trade off las mayores ventajas posibles.
En particular para Chile, el país anfitrión, ha resultado un acontecimiento de alto impacto positivo en su imagen internacional, si bien moderada por manifestaciones callejeras que no opacan la entidad que tiene como “modelo” político, institucional y de negociación en ALC frente al resto de las economías del APEC. Chile ha desarrollado una activa política de negociaciones internacionales que amplió su espectro de apertura y liberalización económica mediante la firma de TLC con Canadá y luego Corea; así vista, Chile es la manifestación fáctica de la estrategia de rayos múltiples aplicada en el marco de una estrategia nacional de desarrollo.
Dada la trascendencia del telón político, parece haber sido menos atendido el proyecto presentado por el Consejo Empresarial del APEC (ABAC) en Auckland (cuya presidencia ejerce el Sr. Hernán Sommerville) y aceptado por Chile para ser impulsado en el foro anual del APEC. consiste en la formación de una comisión público – privada al más alto nivel, aplicada a estudiar un acuerdo de libre comercio que incluya a todas las economías del APEC. Esta instancia, concebida como superadora de la canasta de TLC´s firmados (noodle soup) y cuya diversidad, contenidos y regulaciones específicas aumenta los costos de transacción entre las economías parte y extrazona, fue puesta al tope de la agenda de discusiones técnicas a nivel de grupos de trabajo y reuniones de funcionarios. De concretarse, permitiría vencer las resistencias hacia una mayor liberalización comercial en el seno de la OMC, impulsando la agenda de Doha al promover avances sectoriales sobre servicios, inversiones, y propiedad intelectual entre otros capítulos. Teniendo en cuenta que APEC concentra el 61% del PBI mundial, la iniciativa es relevante por su sintonía con los objetivos generales de la OMC y porque intenta revitalizar el espíritu de asociación colectiva de Bogor.
Un escenario, varios actores
Tanto antes como durante la celebración del foro, los líderes políticos también atrajeron la atención e intentaron capitalizar el encuentro. El escenario APEC posibilitó un juego de imágenes por parte de jefes de Estado y Gobierno quienes pugnaron por ganar protagonismo e incluso construir poder de negociación antes de la cumbre. Ejemplo de lo expresado fue la figura del presidente Bush quien luego de su reelección llegaba a ALC, área olvidada por la política exterior estadounidense en su primer período de Gobierno, para reafirmar las prioridades estadounidenses en el mundo en materia de seguridad y lucha contra el terrorismo internacional. Si en algo sus señales fueron inequívocas, fue en el nuevo perfil de su Secretaria de Estado, promovida en el cargo pocos días antes de la cumbre. Parte de su “nuevo capital“ político pudo reflejarse en las aspiraciones de disciplinamiento, no sólo hacia el régimen norcoreano sino también hacia Irán.
El Presidente Putin, por su parte, alentó la curiosidad ex ante anunciando que Rusia contaba con un misil capaz de tornar inservible el escudo misilístico estadounidense, en clara alusión a su par estadounidense quien propone mayor rigidez en su política exterior. Para Putin, el impacto de la primera visita de un Jefe de Estado ruso a Chile y Brasil, no podía medirse sino en relación a su colega chino y la calidad de la agenda desplegada en ambos países.
Sin dudas, la estrella del foro fue China en la persona de su Presidente Hu Jintao. Chile la elevó a su más alto nivel al incluir en la agenda el anuncio oficial sobre negociaciones bilaterales encaminadas a la firma del TLC. Con la suma del poder político interno en China, atributo para definir su posición frente a los Estados Unidos, Japón y Rusia, su llegada a Chile estuvo precedida por el alto impacto de sus visitas a Brasil y la Argentina. Fue su primer viaje a la región en calidad de líder supremo con el objetivo de lograr el reconocimiento para China de su status como economía de mercado, establecer definitivamente bases de asociación para la expansión de los intereses de las firmas chinas, garantizar la provisión de materias primas desde suelo latinoamericano y consolidar la imagen de una China comprometida en el futuro de la región. La exitosa estrategia china hacia el grupo de países ABC articula, a partir de ahora, dispositivos logísticos y bases de producción que han de madurar en los próximos cinco años.
En este contexto, el APEC-Santiago nos propone interrogantes que merecen ser asumidos. Revitalizar el Mercosur como instancia de coordinación política y económica parece imponerse ante los desafíos de la pretendida competencia asiática. En segundo lugar, la dinámica intra APEC y el avance hacia esquemas de liberalización comercial debe impulsar una mayor atención al “frente del Pacífico” a fin de atraer beneficios derivados de dicha interacción y evaluar cuáles serían los beneficios y problemas aparejados. El foro abrió la puerta para que dialoguemos; tenemos tiempo hasta Seúl 2005.
* Sergio Cesarin: Invest. Adjunto del CONICET
Fuente: Boletín de la Fundación Okita