El avance de las relaciones entre China y América Latina
Se celebró en Beijing el pasado 27 de febrero el simposio anual organizado por el Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias Sociales, en el cual se verificó un profundo repaso de las relaciones entre ambas realidades, tomando el pulso a los intercambios bilaterales. ¿Diagnóstico? Se diría que gozan de buena salud y mejorando. El evento de Beijing se celebró tres meses después de la primera cumbre empresarial China-América Latina, realizada en Santiago de Chile.
Los intercambios económicos y comerciales entre ambas partes son cada día más estrechos. Incluso muchos expertos, tanto chinos como extranjeros, consideran que las relaciones económicas y comerciales entre China y América Latina están atravesando una época dorada.
En 2007, por ejemplo, China registró una cifra récord de intercambios comerciales con América Latina y avanzó paulatinamente en las negociaciones de tratados de libre comercio en dicho continente. De acuerdo con las estadísticas de las aduanas chinas, el volumen total de intercambios entre China y América Latina llegó a los 102.611 millones de dólares el año pasado, cifra que supone un incremento del 46,2 por ciento frente al año anterior y que supone superar, por primera vez, la barrera de los cien mil millones de dólares. Conviene recordar que cuando el presidente Hu Jintao visitó la región en 2004, ese objetivo se había fijado para 2010. En ello, ha podido influir el aumento del precio mundial de la soja, el cobre, el petróleo y otras materias primas. Las exportaciones chinas alcanzaron los 41.410 millones de dólares, un 42 por ciento más, mientras que las importaciones precedentes de América Latina crecieron un 45,2 por ciento para llegar a 40.720 millones de dólares.
La situación es muy desigual caso a caso: Chile, Perú y Argentina tienen superávit, mientras que México, Colombia o Centroamérica, por ejemplo, experimentan un importante déficit.
A pesar de algunos desencuentros, en general, la situación del comercio bilateral es buena, lo que ha inyectado energía al desarrollo económico de ambas partes. América Latina no solo es una fuente de materias primas (cobre, soja, hierro…) para China ya que la región, con un PIB de tres billones de dólares, es también un importante mercado para los productos chinos. Son 548 millones de consumidores con un PIB per cápita promedio de 5.500 dólares, doblando en cuantía al de los chinos. En China, unos 300 millones de personas podrían alcanzar o superar ese nivel de renta.
De los 33 países soberanos de América Latina, Brasil, México, Chile, Argentina y Panamá representan el 76% de los intercambios bilaterales. Si hasta 2004 la inversión china ha predominado en los recursos naturales, hoy estas alcanzan a las infraestructuras (puertos y vías férreas, ensamblaje, telecomunicaciones, textiles, etc).
Comparando el comercio bilateral con otras regiones, cabe significar que con África asciende, en el mismo año, a 73.000 millones de dólares; con Estados Unidos a 302.000 millones de dólares; con la UE ronda los 350.000 millones de dólares; y con Japón supera los 225.000 millones de dólares.
Asimismo, China obtuvo resultados sustanciales en las negociaciones de tratados de libre comercio con algunos países latinoamericanos, entre los que destaca el acuerdo alcanzado con Chile. Las empresas chinas han mostrado mucho interés por invertir en los sectores textil, agrícola, industria ligera, pesca y electrodomésticos en el país latinoamericano. Asimismo, el gigante asiático se ha convertido en uno de los principales destinos de las exportaciones chilenas, superando a Estados Unidos.
En 2007, según las estadísticas oficiales chinas, el comercio bilateral entre China y Chile alcanzó los 11.816 millones de dólares, con un alza interanual del 66,3 por ciento. Asimismo, las exportaciones de Chile hacia el país asiático se incrementaron en un 140 por ciento, mientras las importaciones crecieron un 40 por ciento.
China es uno de los socios comerciales más importantes de América Latina, y ambas partes han desarrollado relaciones bilaterales muy rápido, destacó la embajadora del país asiático en Chile, Liu Yuqin, al rotativo La Nación.
Por otro lado, China también registró sustanciales avances con Perú en las negociaciones para la firma de un tratado de libre comercio. En los últimos meses China se ha convertido en el mayor socio comercial de Perú en el mundo, y un acuerdo de este tipo profundizará los intercambios comerciales que, según fuentes oficiales, ascendieron a 4.400 millones de dólares en 2007, unos 500 millones por encima de los datos registrados el pasado año. En estos días, Perú y China preparan la II Ronda de Negociaciones para la suscripción del tratado. La I Ronda de Negociaciones se realizó del 20 al 24 de enero último en Lima y se lograron avances en 10 mesas de negociación. Perú se ha opuesto a la propuesta china de exceptuar sólo el 5 por ciento de las partidas arancelarias consideradas sensibles en las negociaciones del TLC bilateral.
De acuerdo con el estudio de viabilidad realizado por ambos países antes de iniciar las negociaciones, los sectores sensibles para Perú son el textil, la confección y el calzado.
Costa Rica también podría establecer un tratado con China destinado a afianzar su relación comercial con el país asiático tras el establecimiento de lazos diplomáticos el pasado junio. Actualmente, Costa Rica ha puesto en marcha el estudio de viabilidad del tratado de libre comercio con China, y desea iniciar lo antes posible las negociaciones tras cerrar la firma de un tratado con la Unión Europea.
E n otro orden, en cuanto a Cuba, por ejemplo, las relaciones bilaterales se encuentran en su mejor momento. Raúl Castro realizó dos visitas a China, la última en 2005. El embajador cubano en China, Carlos Miguel Pereira, señaló en el foro que en 2007, el comercio exterior entre China y Cuba sumó 2.278 millones de dólares, con un crecimiento anual del 27,1 por ciento, consolidándose como segundo socio comercial de Cuba. En opinión del embajador, la relación se abre a nuevas esferas, especialmente a aquellas donde existen potencialidades no aprovechadas como los servicios médicos o la educación.
Las relaciones con la práctica totalidad de los países de la región andina y caribeña progresan también a buen ritmo.
Cabe imaginar que con el ritmo de elevación de las exportaciones y las inversiones, las relaciones comerciales se institucionalizarán cada vez más, aunque todavía no se percibe una tendencia general de integración económica entre ambas partes.
China contempla las actuales dificultades de la economía de EEUU, como una importante oportunidad para coordinarse mejor con América Latina con el objeto de reducir los factores negativos del contexto internacional y conseguir un crecimiento económico estable y continuo que, a la par, intensifiquen también su influencia política en la región.
Xulio Ríos es director del Observatorio de la Política China (Casa Asia-IGADI).