El cauteloso regreso de China al mercado de aceite de soja
Con los dos mayores productores de aceite de soja ocupados en el abastecimiento de su mercado interno –Brasil- o con una producción estabilizada –EEUU- China no puede arriesgarse a perder el único abastecedor que aumentó su capacidad de molienda en los últimos años, que ya alcanzó los 6 M de tons. De allí su decisión de abrir lentamente sus compuertas tras siete meses de embargo, al aceite de soja argentino, opina el experto en comercio exterior Raúl Ochoa. A pesar de que en los últimos años China intentó aumentar su capacidad de molienda para autoabastecerse, lo cierto es que la demanda crece rápidamente, a lo que se suma la posible presión sobre los precios del maíz y la soja, ante un rinde menor a lo esperado del mayor productor mundial de maíz, Estados Unidos.
Por otra parte, el embarque de los crushers argentinos no se detuvo, sino que se redirigió a India y producción de biodiesel, lo que de todas formas ocasionó perjuicios por más de 2.000 M de dólares a los productores, por el diferencial de precios.
Para China asegurar abastecimiento de aceite de soja es indispensable teniendo en cuenta que los otros dos proveedores, Estados Unidos y Brasil, no aumentaron ni aumentarán la producción de aceite para suplir la oferta argentina, señala Raúl Ochoa.
Esto obedece en el caso del Brasil, a que su producción se destina cada vez más a su propio mercado interno y USA hace años que mantiene su producción en 3.5/3.9 M de Tons sin variantes, por lo tanto la producción de aceite de soja de Argentina de alrededor de 6 M de Tons es clave.
Por otro lado, los chinos deben haber observado que a pesar de la interrupción de los embarques, los “crushers” locales han logrado colocar su producción ya sea pasando más a biodiesel o vendiendo a India y otros destinos.
Cautelosamente - tal sus características – abrirán de a poco de nuevo sus “compuertas” para abastecerse de lo que sea necesario. Hacia futuro la intención china ya observada en los últimos dos años, es la de aumentar progresivamente la capacidad de “crushing”, pero lo cierto es que su demanda sigue creciendo y por lo tanto no les conviene perder el único abastecedor que aumentó su capacidad de molienda en los últimos años, como es Argentina, asegura Ochoa.
Además los chinos tienen buena información y saben que con el maíz y la soja se deberá ser muy cautelosos en los próximos meses, si como todo indicara por la evolución de los precios, Estados Unidos tiene rindes menores a los esperados. Ese país es el exportador de maíz mundial (65 % de la oferta exportable), contándose a Argentina y Brasil entre el 22 % restante, aunque el último cada vez menos por su intensa utilización como ración.
Si hay menos maíz, habrá más presión sobre la soja (salvo que Estados Unidos dejara de lado su costoso e inoperante programa de etanol de maíz en el que consumiera 120 M de Tons sobre 345 M de la última cosecha), razona el profesor de la Universidad de Tres de Febrero.
A las necesidades chinas de abastecimiento de mercado, debe agregarse la misión presidencial y empresaria que visitó China en el mes de julio, en donde el tema de la apertura de exportaciones de aceite de soja fue central en la agenda, a pesar de no haberse alcanzado un acuerdo público en ese momento.
Las pérdidas para los productores
En un informe de la consultora abeceb, se menciona que a partir de los roces comerciales que se dieron a principio de año con el Gobierno chino, las cantidades exportadas de aceite de soja hacia este país cayeron un 89% en los primeros siete meses del año. Si bien esta caída de 1,2 millones de toneladas es menor al aumento de 4,8 millones de toneladas de poroto de soja, el valor por tonelada vendida de aceite de soja es un 56% mayor, lo cual produce una pérdida de valor agregado en las exportaciones.
En los primeros sietes meses del año pasado, las exportaciones totales de aceite de soja alcanzaban un valor de U$S 2.142 millones tras venderse casi 3 millones de toneladas. En igual período para el presente año, las toneladas vendidas se encuentran un 13,5% por debajo, llegando a un valor de U$S 2.093 millones.
Al mismo tiempo, gracias a la cosecha record, las cantidades exportadas de poroto de soja pasaron de 3,4 millones de toneladas en los primeros siete meses de 2009 a 9,2 millones en igual período de 2010, lo que representa un aumento de 169,4%. En valor, dicha comparación arroja un crecimiento de 153,8%, llegando a U$S 3.296 millones, afirma abeceb.
Argentina segundo productor mundial
Más allá de la polémica sobre si la medida de bloqueo de exportaciones de aceite es o no una represalia a las sanciones antidumping por parte de Argentina, la realidad de la producción y comercialización de este producto muestra que para China es complicado sostener esta medida por un tiempo prolongado sin hacer cambios en su propia estructura productiva, sostiene la consultora.
Para dimensionar la importancia mundial de Argentina en materia de aceite de soja basta señalar que en el mundo se exportan aproximadamente 12 millones de toneladas de este producto en un año, de los cuales la mitad corresponden al excedente del consumo interno argentino, que es aproximadamente el 93% de la producción nacional. Es decir, la mitad de lo se comercializa en el mundo es de producción nacional.
Esa capacidad exportadora de la Argentina es fruto de que el país abarca el 18% de la producción total del planeta y produce con uno de los costos más bajos. Si bien Estados Unidos es el principal productor mundial (24,1%), su consumo interno no le permite mayores exportaciones. Argentina sólo consume el 7% de la aceite de soja que produce, lo demás se exporta.
El consumo de China, de aproximadamente 10 millones de toneladas anuales, llega al 25,6% de la producción mundial de aceite de soja. El 70% de esto es cubierto por la producción interna china y el restante 30% es aportado por las importaciones. De esta manera, las exportaciones argentinas de aceite de soja explican el 23% del consumo interno de este producto en China, señala el informe.
Obviamente que para la Argentina el rol de China como comprador es vital, debido a que el aceite de soja es fundamental en nuestro comercio exterior de Argentina. Este producto es el de mayor peso en las exportaciones luego de la harina de soja. China es, por lejos, el principal mercado de Argentina en este rubro ya que abarca aproximadamente el 50% del total de lo vendido al exterior.
Para China asegurar abastecimiento de aceite de soja es indispensable teniendo en cuenta que los otros dos proveedores, Estados Unidos y Brasil, no aumentaron ni aumentarán la producción de aceite para suplir la oferta argentina, señala Raúl Ochoa.
Esto obedece en el caso del Brasil, a que su producción se destina cada vez más a su propio mercado interno y USA hace años que mantiene su producción en 3.5/3.9 M de Tons sin variantes, por lo tanto la producción de aceite de soja de Argentina de alrededor de 6 M de Tons es clave.
Por otro lado, los chinos deben haber observado que a pesar de la interrupción de los embarques, los “crushers” locales han logrado colocar su producción ya sea pasando más a biodiesel o vendiendo a India y otros destinos.
Cautelosamente - tal sus características – abrirán de a poco de nuevo sus “compuertas” para abastecerse de lo que sea necesario. Hacia futuro la intención china ya observada en los últimos dos años, es la de aumentar progresivamente la capacidad de “crushing”, pero lo cierto es que su demanda sigue creciendo y por lo tanto no les conviene perder el único abastecedor que aumentó su capacidad de molienda en los últimos años, como es Argentina, asegura Ochoa.
Además los chinos tienen buena información y saben que con el maíz y la soja se deberá ser muy cautelosos en los próximos meses, si como todo indicara por la evolución de los precios, Estados Unidos tiene rindes menores a los esperados. Ese país es el exportador de maíz mundial (65 % de la oferta exportable), contándose a Argentina y Brasil entre el 22 % restante, aunque el último cada vez menos por su intensa utilización como ración.
Si hay menos maíz, habrá más presión sobre la soja (salvo que Estados Unidos dejara de lado su costoso e inoperante programa de etanol de maíz en el que consumiera 120 M de Tons sobre 345 M de la última cosecha), razona el profesor de la Universidad de Tres de Febrero.
A las necesidades chinas de abastecimiento de mercado, debe agregarse la misión presidencial y empresaria que visitó China en el mes de julio, en donde el tema de la apertura de exportaciones de aceite de soja fue central en la agenda, a pesar de no haberse alcanzado un acuerdo público en ese momento.
Las pérdidas para los productores
En un informe de la consultora abeceb, se menciona que a partir de los roces comerciales que se dieron a principio de año con el Gobierno chino, las cantidades exportadas de aceite de soja hacia este país cayeron un 89% en los primeros siete meses del año. Si bien esta caída de 1,2 millones de toneladas es menor al aumento de 4,8 millones de toneladas de poroto de soja, el valor por tonelada vendida de aceite de soja es un 56% mayor, lo cual produce una pérdida de valor agregado en las exportaciones.
En los primeros sietes meses del año pasado, las exportaciones totales de aceite de soja alcanzaban un valor de U$S 2.142 millones tras venderse casi 3 millones de toneladas. En igual período para el presente año, las toneladas vendidas se encuentran un 13,5% por debajo, llegando a un valor de U$S 2.093 millones.
Al mismo tiempo, gracias a la cosecha record, las cantidades exportadas de poroto de soja pasaron de 3,4 millones de toneladas en los primeros siete meses de 2009 a 9,2 millones en igual período de 2010, lo que representa un aumento de 169,4%. En valor, dicha comparación arroja un crecimiento de 153,8%, llegando a U$S 3.296 millones, afirma abeceb.
Argentina segundo productor mundial
Más allá de la polémica sobre si la medida de bloqueo de exportaciones de aceite es o no una represalia a las sanciones antidumping por parte de Argentina, la realidad de la producción y comercialización de este producto muestra que para China es complicado sostener esta medida por un tiempo prolongado sin hacer cambios en su propia estructura productiva, sostiene la consultora.
Para dimensionar la importancia mundial de Argentina en materia de aceite de soja basta señalar que en el mundo se exportan aproximadamente 12 millones de toneladas de este producto en un año, de los cuales la mitad corresponden al excedente del consumo interno argentino, que es aproximadamente el 93% de la producción nacional. Es decir, la mitad de lo se comercializa en el mundo es de producción nacional.
Esa capacidad exportadora de la Argentina es fruto de que el país abarca el 18% de la producción total del planeta y produce con uno de los costos más bajos. Si bien Estados Unidos es el principal productor mundial (24,1%), su consumo interno no le permite mayores exportaciones. Argentina sólo consume el 7% de la aceite de soja que produce, lo demás se exporta.
El consumo de China, de aproximadamente 10 millones de toneladas anuales, llega al 25,6% de la producción mundial de aceite de soja. El 70% de esto es cubierto por la producción interna china y el restante 30% es aportado por las importaciones. De esta manera, las exportaciones argentinas de aceite de soja explican el 23% del consumo interno de este producto en China, señala el informe.
Obviamente que para la Argentina el rol de China como comprador es vital, debido a que el aceite de soja es fundamental en nuestro comercio exterior de Argentina. Este producto es el de mayor peso en las exportaciones luego de la harina de soja. China es, por lejos, el principal mercado de Argentina en este rubro ya que abarca aproximadamente el 50% del total de lo vendido al exterior.
Graciela Baquero
