El Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur

Ha habido a través del FOCEM una apuesta al financiamiento de proyectos de infraestructura, los cuales –en términos de la CEPAL- pueden ser un importante instrumento que facilite la integración y promueva la competitividad regional, ampliando los mercados y creando economías de escala. Desde la aprobación de los primeros proyectos después de la creación del Fondo de Convergencia Estructural del MERCOSUR (FOCEM) en el año 2005, hasta diciembre de 2011, se aprobaron 39 proyectos por un monto superior a los U$S 1.100 millones, de los cualescasi un 74 % es financiado a través del FOCEM. De acuerdo a los cuatro programas contemplados en el Reglamento FOCEM, 17 proyectos correspondieron al Programa de Convergencia Estructural (infraestructura), 11 al de Desarrollo de la Competitividad, 8 alde Cohesión Social y 3 al Fortalecimiento de la Estructura institucional, señalan Laura M. Bono2 y Laura Bogado Bordazar3 en un trabajo publicado por el Centro de Estudios Sudamericanos (CENSUD – IRI – UNLP) que se reproduce parcialmente a continuación.


El proceso de integración del MERCOSUR ha transitado por varias etapas las cuales han tenido vinculación con los diferentes momentos históricos y los cambios estructurales de los cuatro países que lo componemos.

 Pero el elemento que ha permanecido subyacente en la relación que nos vincula –con mayor o menor intensidad ha sido la convergencia política entre sus socios, el cual sigue siendo el “motor” de la integración y en otro orden ha implicado que los diferendos –en general- hayan sido solucionados recurriendo a la vía política y diplomática.

La convergencia política entonces ha permeado en todos los órdenes del proceso de integración. Incluso la discusión sobre el Fondo de Convergencia Estructural del MERCOSUR (FOCEM) ha respondido a esta lógica, ya que su aprobación fue producto de debates al más alto nivel político, devenido de reclamos permanentes y fundados de los socios menores, quienes tras varios años de participar en el proceso no podían percibir los beneficios de la integración -teniendo en cuenta las grandes disparidades existentes y menos aún el carácter solidario de la relación. El tema de las asimetrías y los procesos de integración tiene una base más profunda donde se analizan cuestiones relativas a si las uniones aduaneras promueven cierta convergencia de los niveles de ingreso per cápita, o el desarrollo de una mayor eficiencia en los patrones de producción y ganancias de bienestar más equitativo (efectos positivos) o como contrapartida si tienden a provocar una concentración industrial favoreciendo aquellas zonas cercana a los mayores mercados donde se reúnen los consumidores y proveedores en detrimento de las zonas menos desarrolladas o desconectadas de la región (efecto negativo) (Berrettoni, 2012).

Las discusiones sobre la necesidad de desarrollar un sistema de cooperación solidario con los socios menores del MERCOSUR se han venido manifestando casi desde los inicios del proceso de integración (1991), pero tuvo su momento de mayor tensión tras la crisis de los años 2001 y 2002 que sufrieron los países de la región, que dio lugar a una mayor visibilidad de las asimetrías y disparidades de todo tipo entre los Estadossocios. Fue a partir de entonces que el Consejo Mercado Común (CMC) creó en el año 2004 un Grupo de Alto Nivel, según decisión número 19/04, con el objetivo de identificar iniciativas y programas para promover la competitividad de los Estados Partes -en particular de las economías menores- y la convergencia estructural en el MERCOSUR y proponer fórmulas de financiamiento para la implementación de las iniciativas y programas mencionados, así como para el funcionamiento y fortalecimiento de la estructura institucional del bloque. El Presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del MERCOSUR (CRPM) fue designado para coordinar las actividades del Grupo de Alto Nivel.


Creación del Fondo de Convergencia Estructural del MERCOSUR (FOCEM)

En este contexto se crea en el año 2005 el FOCEM como una herramienta de naturaleza solidaria, con el fin de ayudar a disminuir las asimetrías existentes en el bloque. Parte de la cuestión estaría planteada por la gran disparidad de desarrollo que existe entre los países del MERCOSUR y asimismo entre las distintas regiones hacia el interior de los Estados y por otro lado, se discutió la necesidad de promover la convergencia estructural y la competitividad productiva, así como también la cohesión social.

La propuesta del FOCEM se estructuró en cuatro programas que contemplan diversos objetivos: propiciar la convergencia estructural (Programa I); desarrollar la competitividad (Programa II); profundizar la cohesión social (Programa III) y fortalecer la estructura institucional del MERCOSUR y el proceso de integración regional (Programa IV).

El FOCEM inicialmente se integró con cien millones de dólares aportados por los Estados parte, conforme a los siguientes porcentajes, que han sido establecidos teniendo en cuenta la media histórica del PBI del MERCOSUR: Argentina: 27%; Brasil: 70%; Paraguay: 1% y Uruguay: 2%. Los mismos tienen el carácter de contribuciones no reembolsables. Como contrapartida, la distribución de los mismos se realiza en forma proporcionalmente opuesta: Paraguay se beneficia con el 48 % de los fondos, Uruguay con el 32 %, Argentina y Brasil con el 10 % del total7. El monto inicial se fue incrementando con los aportes regulares y con los aportes voluntarios adicionales de los Estados Parte, hasta llegar al año 2011 a un total aproximado de mil millones de dólares.

En referencia al procedimiento para la presentación de los proyectos FOCEM, en agosto de 2010 se aprobó el nuevo reglamento de funcionamiento, en el cual se le otorgó mayor visibilidad al Fondo y se reforzó, en función del incremento de los proyectos aprobados y en ejecución, la estructura de la Unidad Técnica FOCEM, que funciona en el ámbito de la Secretaría del MERCOSUR.

En el Reglamento se dispuso la Cláusula de Trato Nacional por la cual en las contrataciones que se efectúen en el marco de los Proyectos FOCEM no podrá discriminarse a las ofertas y a los oferentes de los Estados Partes del MERCOSUR y por otra parte se estipula lo que se conoce como “Trato MERCOSUR” por el cual las ofertas de bienes, servicios y obras públicas, solamente podrán ser presentadas por personas físicas o jurídicas de los Estado Partes del bloque.


Los proyectos FOCEM aprobados y en ejecución. Su contribución al desarrollo

Ha habido a través del FOCEM una apuesta al financiamiento de proyectos de infraestructura, los cuales –en términos de la CEPAL- pueden ser un importante instrumento que facilite la integración y promueva la competitividad regional, ampliando los mercados y creando economías de escala. Asimismo, concluye que la integración física disminuye los costos de producción e incrementa la productividad, creando nuevas oportunidades de negocios e inversión, y profundiza las sinergias entre los diferentes actores económicos con lo cual se mejora la capacidad de negociación de la región en el contexto internacional.

Desde la aprobación de los primeros proyectos hasta diciembre de 2011, se aprobaron 39 proyectos por un monto superior a los U$S 1.100 millones, de los cuales casi un 74 % es financiado a través del FOCEM. De acuerdo a los cuatro programas contemplados en el Reglamento FOCEM, 17 proyectos correspondieron al Programa de Convergencia Estructural (infraestructura), 11 al de Desarrollo de la Competitividad, 8 al de Cohesión Social y 3 al Fortalecimiento de la Estructura institucional (Berrettoni, 2012)

En cuanto a las características de los proyectos puede verse que se ha incrementado el interés por parte de los Estados en los proyectos FOCEM, sino también se mantiene el proyecto de ejecución regional PAMA ("MERCOSUR Libre de Fiebre Aftosa"), aprobado en 2007 y se han presentado proyectos de carácter binacional, hecho que aconteció por primera vez en el año 2010. Cabe tener presente que algunos de los proyectos aprobados en años anteriores (2007-2009) continúan su curso. En algunos casos han comprometido toda la cuota que les correspondía en un solo proyecto (caso de interconexión eléctrica entre Brasil y Uruguay).

En tanto en los últimos años, se evidencia una mayor inclinación a la presentación de proyectos relacionados con el Programa I de Convergencia Estructural (7 proyectos) y al Programa II de Desarrollo de la Competitividad, donde se financiaron 3 proyectos (Bono, 2011).

Cabe mencionar, que la evolución de los montos destinados a los proyectos y la reforma de la estructura, nos han dado la pauta de que el FOCEM se mantiene como uno de los programas más importantes del MERCOSUR, aunque aún se trata de un fondo en plena expansión, representando un porcentaje bastante reducido del Producto Interno Bruto (PIB) del bloque. De acuerdo a las cifras disponibles en el Informe de Indicadores Macroeconómicos del MERCOSUR 2010, los fondos del FOCEM a 2011 representan el 0,042 % del PIB del bloque.

En el caso de la infraestructura, este Fondo no sólo ha financiado proyectos vinculados al fomento de la interconexión física a través de rutas, ferrocarriles, redes eléctricas o de telecomunicaciones (a nivel nacional como regional), los cuales sin duda han significado un aporte muy importante al desarrollo de las regiones beneficiadas, sino que ha financiado también otro tipo de proyectos que podríamos denominar de infraestructura social.

Todo ello ha requerido de la necesidad de generar profundos cambios en las sociedades y en las clases dirigentes de los Estados que componen el bloque, además de una profundización hacia este nuevo modelo de integración con especial hincapié en la “dimensión social” del proceso, situación que se ha comprobado en las decisiones técnicas y políticas (de alto nivel) aprobadas en el último quinquenio en el MERCOSUR.

Un claro ejemplo de ello ha sido el impacto que generó en Paraguay las obras de infraestructura relacionadas con el sector de la vivienda.

En 2007 se aprobó en la estructura del FOCEM y en el marco del programa “Cohesión Social” el proyecto, del cual Paraguay es beneficiario, denominado “MERCOSUR-Hábitat” que propicia la promoción social, el fortalecimiento del capital  humano y social en asentamientos en condiciones de pobreza, con un aporte total de USD 12,915,680.00 del cual USD 7,500,000.00 son aportes FOCEM y el resto aporte local (USD 5,415,680.00). Abarca la construcción de 1400 viviendas y el mejoramiento de su entorno.

En referencia al procedimiento para la presentación de los proyectos FOCEM, en agosto de 2010 se aprobó el nuevo reglamento de funcionamiento, en el cual se le otorgó mayor visibilidad al Fondo y se reforzó, en función del incremento de los proyectos aprobados y en ejecución, la estructura de la Unidad Técnica FOCEM, que funciona en el ámbito de la Secretaría del MERCOSUR. En este sentido, la nueva estructura se compone de un Coordinador Ejecutivo, quien tendrá funciones relacionadas con la administración, gestión, contratación y coordinación de los recursos humanos y de 17 funcionarios, duplicando de esta manera el número de técnicos y asistentes del Fondo.

En el nuevo reglamento se establece la integración financiera del FOCEM la cual descansa en los aportes regulares que efectúan los Estados en dos cuotas semestrales en los meses de Mayo y Noviembre y en los aportes voluntarios que puedan realizar los mismos, así como los recursos que provengan de terceros países o de organismos internacionales. Asimismo se podrá computar recursos provenientes de cuentas
remuneradas, las cuales se incluirán en el presupuesto FOCEM de cada año. Cabe destacar que el FOCEM carece de la facultad de endeudamiento (Bono, 2010).


Consideraciones finales

Desde la creación del MERCOSUR, tanto Uruguay y Paraguay han bregado por un posicionamientos más igualitario respecto de los beneficios que trae aparejada la integración regional.

Si bien en un comienzo esta integración se planteaba fundamentalmente en términos comerciales y los reclamos se esgrimían en ese marco, hoy el MERCOSUR ofrece no solo a los Estados Parte del mismo, sino también a sus ciudadanos herramientas para una integración más justa y solidaria desde el punto de vista social.

En este sentido, podemos afirmar que en los países socios del MERCOSUR existe un amplio consenso político para avanzar en la aprobación de los proyectos financiados por el FOCEM. Estos son considerados una herramienta fundamental para la integración y el desarrollo de determinadas áreas y actividades que estaban siendo relegadas del proceso. En este sentido, se ha dado un primer impulso a los proyectos de infraestructura (dentro del programa de Convergencia Estructural) para continuar luego con el financiamiento de los denominados programas de Cohesión Social y Desarrollo de la Competitividad (encadenamientos productivos fundamentalmente).

Asimismo, la sociedad civil organizada ha intentado, desde siempre, abrir espacios de discusión y debate, para el seguimiento, la participación e incidencia en el proceso de integración. Estos esfuerzos se han visto limitados, muchas veces por la estructura institucional del bloque, sin perjuicio de ello podemos vislumbrar en este tipo de proyectos que hoy nos acerca el MERCOSUR a través del FOCEM, una puerta mediante la cual la sociedad civil puede acercarse al proceso de integración a través de la consecución de uno de los derechos más elementales como lo es el de la vivienda digna y así poder dimensionar las ventajas de la integración regional, a veces tan alejada del ciudadano común.






1 El presente trabajo se enmarca en el proyecto de investigación del Programa de Incentivos de la Universidad Nacional de La Plata denominado: “Estrategias para la integración física regional” (2010-2013).
2 Bono, Laura: Prof. de Derecho Internacional Público (UNLP) Coordinadora del Departamento de América Latina y el Caribe y del CENSUD del Instituto de Relaciones Internacionales (IRI-UNLP).
3 Bogado Bordazar, Laura: Magister en relaciones Internacionales (IRI-UNLP).
Laura Bogado Bordazar y Laura Bono