El Mercosur avanza en acuerdos con distintos bloques

En el actual contexto internacional, Argentina desplegó en el MERCOSUR una ambiciosa agenda de relacionamiento externo, impulsando las negociaciones en curso en la región y con países de extrazona que presenten oportunidades para la exportación de productos de mayor valor agregado, la cooperación científica y la integración productiva.


El bloque, que ya cuenta con la incorporación de Venezuela y Bolivia celebrará su XLVII Cumbre Presidencial el 16 y 17 de diciembre en Paraná, provincia de Entre Ríos, Argentina, su actual país titular pro tempore.

Acudirán a la reunión ocho jefes de Estado, según adelantó el gobernador de Entre Ríos y precandidato presidencial, Sergio Urribarri, además de representantes de sus Estados Asociados, Chile, Colombia, Perú, Ecuador, Guyana y Surinam, ambos pendientes de ratificación.

En las últimas semanas, el MERCOSUR avanzó en proyectos para establecer nexos comerciales y económicos con la incipiente Unión Aduanera Euroasiática (UAE), la Unión Europea (UE) y con la Alianza del Pacífico, que integran México, Colombia, Chile y Perú.

Estos pasos indican que el bloque, que ha sido por años reticente a emprender acuerdos con otros mecanismos, comenzó a desprenderse de esos cánones restrictivos, por lo que algunos lo critican de proteccionista, y se abre a otros esquemas regionales de integración. Con la UAE, que a partir de enero será la Unión Económica Euroasiática, compuesta por Rusia, Belarús y Kazajstán, firmó el pasado 25 de noviembre en Buenos Aires un Memorando de Entendimiento para establecer una activa cooperación sobre la base de la complementación comercial.

Carlos Bianco, secretario de Economía Internacional de Argentina, quien presidió el encuentro junto al Ministro de Comercio de la Comisión Económica Euroasiática, Andrey Slepnev, discutió temas de interés para ambos bloques junto a los expertos, como cuestiones arancelarias, asuntos aduaneros, estadísticas, macroeconomía, reglamentos técnicos y asuntos sanitarios, entre otros.

Los expertos esperan tener listo el Memorando antes de que Argentina termine su mandato al frente del MERCOSUR para su firma cuando Brasil asuma la presidencia de este mecanismo. El documento allanará el camino para un libre movimiento de productos entre estos dos bloques.

Será el paso previo a un acuerdo marco que profundizará y diversificará las relaciones económicas y el intercambio comercial sobre la base de la complementación, dijo Bianco.

Uno de los sectores que animará este intercambio será el alimentario pues ambos mecanismos se complementan muy bien en este campo.

Sin embargo, el proyecto se extiende también al área manufacturera y a campos de tecnología de punta como el satelital y el nuclear para uso pacífico.

"También vemos promisorias las relaciones en el sector energético, en particular en productos petroquímicos a partir del desarrollo que tienen los países de la UAE y el fomento que le estamos dando a esta industria en el MERCOSUR", señaló Bianco.

Esta segunda reunión entre los bloques da continuidad a la mantenida el pasado 17 de septiembre en Moscú entre el Secretario Carlos Bianco y el Presidente de la Comisión Económica Euroasiática, Víctor Jristenko. En esa ocasión hubo manifestaciones favorables de ambas partes en el sentido de estrechar relaciones y avanzar en la suscripción de un Memorándum de Entendimiento en materia económica, comercial y de inversiones

La UAE es una unión política y económica, establecida en 2007, que conforma un mercado de alrededor de 170 millones de habitantes y un PIB combinado que asciende a dos billones 400 mil millones de dólares, lo que la convierte en un mercado sustancialmente atractivo, además de un vasto potencial en materia energética y minera.

 

Negociadores con UE

Dos días después, los representantes de Comercio de MERCOSUR sostuvieron una video-conferencia con los jefes negociadores de la Unión Europea. En dicha oportunidad, el MERCOSUR reiteró a la Unión Europea que cuenta con una oferta de bienes, servicios, inversiones y compras gubernamentales ambiciosa y equilibrada, conforme a lo manifestado por los Presidentes en su Declaración de julio pasado. En este mismo sentido manifestó su interés por conocer los avances de la Unión Europea en la consolidación de su propia oferta a los efectos de fijar una fecha para el intercambio de las mismas.

La Unión Europea, por su parte, manifestó que aún no ha finalizado el proceso de consultas internas con sus Estados miembros respecto de su propia oferta, que espera concluirlo a la brevedad y que hasta entonces no puede realizar el intercambio de ofertas de apertura comercial.

Entre los rubros que el MERCOSUR le presentó a la UE figuran bienes, servicios, inversiones y compras gubernamentales ambiciosas y equilibradas, señaló un comunicado de la Cancillería argentina.

Los representantes suramericanos también manifestaron su interés por conocer los avances de la UE en la consolidación de su propia oferta a fin de fijar una fecha para el intercambio de las mismas, pero han quedado a la espera de que los europeos se pongan de acuerdo.

 

Reunión de cancilleres AP-Mercosur

Cancilleres de los países del Mercosur y de la Alianza del Pacífico analizaron el 24 de noviembre, en un encuentro en Santiago de Chile, las posibilidades de concretar una integración gradual entre ambos bloques, marcados por una profunda diferencia en cuanto a la vinculación comercial con el resto del mundo.

Mientras la presidente de Chile, Michelle Bachelet, abogó por “dejar de una vez por todas de lado el prejuicio de que hay dos bloques contrapuestos que no dialogan entre sí, el canciller argentino Héctor Timerman sostuvo que “la estrategia de inserción externa de cada uno de nosotros responde, como no puede ser de otra manera, a modelos nacionales” y admitió que “en ese sentido, puede haber diferencias”.

La mandataria socialista aseguró que las diferencias entre los dos bloques “no son un obstáculo” para concretar una integración eficaz. “Es momento de aunar esfuerzos y de que emprendamos caminos de mayor cooperación”, insistió la gobernante.

Bachelet destacó que Chile es miembro del Mercosur desde hace 18 años, además de fundador de la Alianza del Pacífico, iniciativa que a su juicio no puede dejar de mirar al Atlántico, razón por la cual pidió encarar esfuerzos conjuntos para llevar la voz de toda la región al mundo. Esto -dijo- “no es sinónimo de homogeneización” y convocó a “dejar ese prejuicio de dos bloques separados (...), no tenemos excusas para aislarnos unos de otros”, aseveró.

Del encuentro organizado por el gobierno trasandino, con el fin de propiciar un diálogo entre los dos bloques regionales, participaron también ministros y viceministros de Economía y Comercio de los países miembro de ambos bloques, empresarios y sindicalistas latinoamericanos.

En materia de comercio, ambos bloques mantienen posturas diferentes ya que mientras en el Mercosur hay una tendencia más proteccionista, la Alianza del Pacífico promueve una liberación comercial casi sin restricciones.

Al respecto, Bachelet reconoció que “no es realista postular hoy una integración en materia arancelaria, pero sí podemos avanzar en otras áreas”.

A su vez, el canciller chileno Heraldo Muñoz consideró que si bien “el Mercosur y la Alianza del Pacífico responden a modelos económicos y formas distintas de inserción en la economía, constituyen dos componentes esenciales, cuya convergencia gradual y pragmática otorgaría importantes beneficios a los países integrantes de cada uno de estos bloques”, y admitió que lograrlo “no será una tarea simple”.

A su turno, Timerman planteó la necesidad de industrializar las economías latinoamericanas y de no “seguir siendo simplemente proveedores de materias primas”. “La industrialización debe ser la base de la integración regional”, exhortó Timerman.

La cancillería indicó en un comunicado que Timerman remarcó que “Argentina tiene firmados acuerdos comerciales con todos los países de la Alianza del Pacífico, acuerdos que en su mayoría tienen cronogramas de desgravación arancelaria muy avanzados, por lo que los esfuerzos para impulsar más aún la integración deberían enfocarse en aumentar el comercio regional, todavía lejos de su potencial, y profundizar la integración productiva y las cadenas de valor entre los países de ambos bloques”.

Por su parte, el canciller de Brasil, Luis Alberto Figueiredo, dijo que el encuentro “es un intento de ver de manera objetiva y concreta la posibilidad de convergencia entre los países de la región”, y enfatizó que “no estamos conversando para poner presiones sino para comprender mucho mejor los caminos y maneras de hacer marchar esa idea de todos nosotros de una integración regional”.

En esta instancia, las gestiones del Mercosur y la Alianza del Pacífico se focalizan en lograr un avance gradual y flexible en cuestiones como la movilidad de personas, integración energética y de infraestructura, entre otros temas.

 

AP y Mercosur representan el 80 % del comercio intrarregional

La Alianza del Pacífico (AP) y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) representan combinados más de 80% del comercio exterior regional, así como de su población, y más de 90% de su producto interno bruto (PIB) y de sus flujos de inversión extranjera directa, según un nuevo informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

El documento La Alianza del Pacífico y el MERCOSUR. Hacia la convergencia en la diversidad fue presentado el 24 de noviembre a los Gobiernos del continente como contribución al seminario Diálogo sobre la Integración Regional: la Alianza del Pacífico y el MERCOSUR, que se desarrolló en Santiago de Chile bajo la organización del Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país.

El informe destaca que ambas agrupaciones cuentan entre sus miembros a las siete mayores economías de América Latina y el Caribe, según tamaño de su PIB (en 2013, en orden decreciente): Brasil, México, Argentina, Colombia, Venezuela, Chile y Perú. La Alianza del Pacífico (AP) está compuesta por Chile, Colombia, México y Perú, mientras que el MERCOSUR lo conforman Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela.

En 2013, el comercio total entre ambos grupos de países alcanzó los 47.400 millones de dólares, con exportaciones de la AP al MERCOSUR de 23.700 millones de dólares, monto muy similar al de los envíos del MERCOSUR a la Alianza, agrega el documento.

Dados los actuales niveles de intercambio, la CEPAL señala que la convergencia entre la AP y el MERCOSUR no solo traería beneficios para sus países miembros, sino que constituiría una oportunidad histórica para avanzar hacia una verdadera integración regional.

“Un proceso de integración de características regionales parece, pues, más adecuado a los signos de los tiempos y a las exigencias del cambio estructural en pro de la igualdad en América Latina. La gradual convergencia entre la Alianza del Pacífico y el MERCOSUR podría constituir un catalizador decisivo de ese proceso”, señala Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, en el prólogo del estudio.

América Latina y el Caribe muestra una situación de estancamiento en materia exportadora desde fines de los años noventa, ya que su participación en las exportaciones mundiales ha fluctuado entre 5% y el actual 6%, pese a los altos precios registrados por varios de los productos básicos exportados por la región durante la mayor parte de la década pasada. Además, muestra una baja inserción en la economía del conocimiento ya que destinó en promedio 0,84% del PIB regional entre 2005 y 2012 a investigación y desarrollo (I+D), aunque el gasto en esta área en casi todos los países de la región (excepto Argentina y Brasil) fue inferior a 0,5% del PIB.

Según el organismo de las Naciones Unidas, una integración final de todas las subregiones de América Latina y el Caribe debiera ser el norte que guíe los esfuerzos de las distintas agrupaciones y foros en los próximos años. Además, una acción regional concertada permitiría fortalecer la voz de la región en los principales encuentros de debate mundiales y en sus relaciones con otros actores relevantes del sistema internacional.

Para ello la CEPAL propone a los países una agenda de trabajo que fomente la integración regional centrada en los siguientes puntos: facilitación del comercio, tanto intrarregional como con el resto del mundo; movilidad de personas; ciencia, tecnología y prospectiva; sostenibilidad; transporte; energía; política industrial; y aproximación conjunta a Asia Pacífico, entre otros.

Además propone que tanto los esquemas de integración como las organizaciones empresariales –y en especial las empresas translatinas- mejoren el diálogo mutuo para promover cadenas de valor regionales o subregionales competitivas.

mercosurabc