El PBI del Cono Sur se expandirá un 3% en 2009
Las economías emergentes no sufrirán una contracción de su tamaño durante el presente año, sino un crecimiento menor, a contramano de lo que sucederá con el PBI mundial, que se reducirá un 2%, señala el Informe Económico de Marzo 2009 de la Fundación Garantizar el Desarrollo
Transcurrido el primer bimestre de 2009, contamos solamente con dos
certezas respecto a la crisis. La primera de ellas, afirma que nos encontramos ante una situación inédita en la que para encontrar un antecedente parcialmente analogable debemos remontarnos a la crisis del ´29. La segunda certeza radica en la incertidumbre respecto a cómo reaccionará la economía mundial ante los paquetes de estímulo que están aprobando las principales potencias del mundo y, por lo tanto, si son esas las políticas adecuadas para detener la caída y comenzar a transitar el camino de la recuperación.
Diversas estimaciones sobre la evolución del PBI global, aseveran que
experimentaremos una reducción del mismo de aproximadamente un 2% durante el
presente año.
• Los Estados Unidos, cuya economía supo ser la principal locomotora del crecimiento
mundial, verá caer su PBI alrededor de un 2.5%.
• La Unión Europea atravesará un período similar de recesión en el que su economía se
contraerá un 3%.
• Japón, principal economía del continente asiático, sufrirá una caída de su producto
superior al 5%. Asimismo, China deberá digerir una fuerte retracción de su crecimiento,
el cual pasará del 9% en 2008 hacia un 6.7% para el presente año
• Respecto al volumen del comercio mundial, recientes informes publicados por el FMI y
por el Banco Mundial, prevén que durante el presente año, el intercambio comercial
global descenderá entre un 2,1% y un 2,8% con relación al año anterior. Vale aclarar
que la mayor parte de esta reducción, se explica por el descenso de los precios de las
mercancías y no por una disminución de los volúmenes involucrados.
En pocas palabras, el análisis de la CIA afirma que si estas estimaciones sobre la crisis mundial se confirman, es altamente probable que la recesión económica tenga, entre sus tantas consecuencias, un incremento de la inestabilidad política en todas las regiones del planeta y, por lo tanto, han caracterizado a la crisis como la principal amenaza a su seguridad nacional.
Sin embargo, el impacto de la crisis sobre las economías emergentes parece estar siendo algo más indulgente. Durante los últimos cinco años, los países en vías de desarrollo hemos experimentado un crecimiento prácticamente inédito. En este marco, las consecuencias de la recesión global en nuestra región se traducirán, al menos por este año, en una desaceleración del crecimiento sin ingresar en un proceso recesivo. Es decir, que nuestras economías no sufrirán una contracción de su tamaño durante el presente año, sino que experimentaremos un crecimiento mucho menor. Según diversas estimaciones, podemos afirmar que el PBI del Cono Sur se expandirá un 3% aproximadamente en el 2009.
En este sentido, la reacción de los países en vías de desarrollo respecto a la crisis financiera internacional evidenció que a los golpes se aprende. La experiencia que éstos países tienen (y tenemos) en materia de afrontar situaciones críticas, resulta evidente al observar la política comercial internacional que rápidamente han implementado ante las súbitas modificaciones del escenario global.
Esta afirmación se sostiene sobre el hecho de que las principales medidas de política monetaria y económica que llevaron a cabo los principales países en vías de desarrollo para hacer frente a esta coyuntura, tendieron a depreciar el tipo de cambio en relación a aquellas más fuertes, como ser el dólar, el euro o el yen.
En lo que hace al panorama nacional, según diversas estimaciones sobre la evolución del PBI para este año, el país no entrará en recesión. La mayoría de ellas, prevé que nuestro nivel de actividad se incrementará entre 0% y 2%.
No obstante, es importante destacar que la desaceleración del crecimiento ha impactado fundamentalmente en la actividad industrial. Una reciente publicación del Indec afirma que este sector cayó un 4.6% en Enero de 2009 respecto a igual mes del año pasado y un 6.1% respecto a Diciembre de 2008.
Sin embargo, debe mencionarse la fuerte heterogeneidad en el desempeño de los diferentes sectores que conforman nuestro entramado industrial. De esta manera, así como el crecimiento de los últimos años estuvo protagonizado por el auge de las industrias automotriz y de metales básicos, en la reciente contracción de la actividad industrial también juegan un papel principal estos sectores.
En este sentido, según el informe del Indec aludido precedentemente, la industria
automotriz se derrumbó en Enero de 2009 un 49.3% respecto a igual mes del año
anterior y la exportación cayó un 60%. Asimismo, la producción de acero declinó un
29.3% en igual período.
A pesar de estos datos que pueden resultar desalentadores, es importante recalcar los
resultados de la encuesta cualitativa industrial relevada por el Indec que mide las expectativas de las firmas. A continuación, destacamos algunos resultados de este trabajo en el que se observa que los empresarios esperan un escenario estable para el mes de Febrero respecto a Enero:
• El 98.8% de las firmas no prevé modificaciones en su dotación de personal.
• El 85.3% de las empresas espera un ritmo estable en la cantidad de horas trabajadas.
• El 84.1% anticipa un ritmo estable en la demanda interna.
• El 74.6% de las firmas anticipa que sus exportaciones se mantendrán estables o
aumentarán.
Todos somos concientes de que las Pymes son más vulnerables que las grandes industrias a los diferentes problemas que afectan a nuestra economía como la contracción de las demandas externa e interna, las restricciones financieras, las dificultades de acceso al crédito y los retrasos en las cadenas de pagos, entre otros.
Sin embargo, a pesar de que probablemente sean las principales afectadas por la crisis, es importante destacar tres características que hacen pensar que las Pymes podrían
constituirse en el destinatario privilegiado de las políticas públicas que el Gobierno nacional implementará para sostener los niveles de actividad y empleo:
• Son empresas de capital Nacional.
• Son responsables del 50% del PBI argentino.
• Ocupan al 70% del empleo total.
En consecuencia, esta crisis puede significar una oportunidad para avanzar con una agenda pendiente en materia de políticas hacia las Pymes. De esta manera, este escenario en principio cargado de negatividad, podría transformarse en el catalizador para consolidar un conjunto de acciones públicas que, a nuestro criterio, deberían constituirse sobre los siguientes dos pilares:
• Sancionar un paquete legislativo que institucionalice un nuevo marco normativo, laboral e impositivo que contemple las características específicas de las Pymes y que incentive la reinversión de utilidades.
• Facilitar el acceso al crédito y a los programas públicos de asistencia, fortaleciendo y
ampliando las opciones de financiamiento existentes.
certezas respecto a la crisis. La primera de ellas, afirma que nos encontramos ante una situación inédita en la que para encontrar un antecedente parcialmente analogable debemos remontarnos a la crisis del ´29. La segunda certeza radica en la incertidumbre respecto a cómo reaccionará la economía mundial ante los paquetes de estímulo que están aprobando las principales potencias del mundo y, por lo tanto, si son esas las políticas adecuadas para detener la caída y comenzar a transitar el camino de la recuperación.
Diversas estimaciones sobre la evolución del PBI global, aseveran que
experimentaremos una reducción del mismo de aproximadamente un 2% durante el
presente año.
• Los Estados Unidos, cuya economía supo ser la principal locomotora del crecimiento
mundial, verá caer su PBI alrededor de un 2.5%.
• La Unión Europea atravesará un período similar de recesión en el que su economía se
contraerá un 3%.
• Japón, principal economía del continente asiático, sufrirá una caída de su producto
superior al 5%. Asimismo, China deberá digerir una fuerte retracción de su crecimiento,
el cual pasará del 9% en 2008 hacia un 6.7% para el presente año
• Respecto al volumen del comercio mundial, recientes informes publicados por el FMI y
por el Banco Mundial, prevén que durante el presente año, el intercambio comercial
global descenderá entre un 2,1% y un 2,8% con relación al año anterior. Vale aclarar
que la mayor parte de esta reducción, se explica por el descenso de los precios de las
mercancías y no por una disminución de los volúmenes involucrados.
En pocas palabras, el análisis de la CIA afirma que si estas estimaciones sobre la crisis mundial se confirman, es altamente probable que la recesión económica tenga, entre sus tantas consecuencias, un incremento de la inestabilidad política en todas las regiones del planeta y, por lo tanto, han caracterizado a la crisis como la principal amenaza a su seguridad nacional.
Sin embargo, el impacto de la crisis sobre las economías emergentes parece estar siendo algo más indulgente. Durante los últimos cinco años, los países en vías de desarrollo hemos experimentado un crecimiento prácticamente inédito. En este marco, las consecuencias de la recesión global en nuestra región se traducirán, al menos por este año, en una desaceleración del crecimiento sin ingresar en un proceso recesivo. Es decir, que nuestras economías no sufrirán una contracción de su tamaño durante el presente año, sino que experimentaremos un crecimiento mucho menor. Según diversas estimaciones, podemos afirmar que el PBI del Cono Sur se expandirá un 3% aproximadamente en el 2009.
En este sentido, la reacción de los países en vías de desarrollo respecto a la crisis financiera internacional evidenció que a los golpes se aprende. La experiencia que éstos países tienen (y tenemos) en materia de afrontar situaciones críticas, resulta evidente al observar la política comercial internacional que rápidamente han implementado ante las súbitas modificaciones del escenario global.
Esta afirmación se sostiene sobre el hecho de que las principales medidas de política monetaria y económica que llevaron a cabo los principales países en vías de desarrollo para hacer frente a esta coyuntura, tendieron a depreciar el tipo de cambio en relación a aquellas más fuertes, como ser el dólar, el euro o el yen.
En lo que hace al panorama nacional, según diversas estimaciones sobre la evolución del PBI para este año, el país no entrará en recesión. La mayoría de ellas, prevé que nuestro nivel de actividad se incrementará entre 0% y 2%.
No obstante, es importante destacar que la desaceleración del crecimiento ha impactado fundamentalmente en la actividad industrial. Una reciente publicación del Indec afirma que este sector cayó un 4.6% en Enero de 2009 respecto a igual mes del año pasado y un 6.1% respecto a Diciembre de 2008.
Sin embargo, debe mencionarse la fuerte heterogeneidad en el desempeño de los diferentes sectores que conforman nuestro entramado industrial. De esta manera, así como el crecimiento de los últimos años estuvo protagonizado por el auge de las industrias automotriz y de metales básicos, en la reciente contracción de la actividad industrial también juegan un papel principal estos sectores.
En este sentido, según el informe del Indec aludido precedentemente, la industria
automotriz se derrumbó en Enero de 2009 un 49.3% respecto a igual mes del año
anterior y la exportación cayó un 60%. Asimismo, la producción de acero declinó un
29.3% en igual período.
A pesar de estos datos que pueden resultar desalentadores, es importante recalcar los
resultados de la encuesta cualitativa industrial relevada por el Indec que mide las expectativas de las firmas. A continuación, destacamos algunos resultados de este trabajo en el que se observa que los empresarios esperan un escenario estable para el mes de Febrero respecto a Enero:
• El 98.8% de las firmas no prevé modificaciones en su dotación de personal.
• El 85.3% de las empresas espera un ritmo estable en la cantidad de horas trabajadas.
• El 84.1% anticipa un ritmo estable en la demanda interna.
• El 74.6% de las firmas anticipa que sus exportaciones se mantendrán estables o
aumentarán.
Todos somos concientes de que las Pymes son más vulnerables que las grandes industrias a los diferentes problemas que afectan a nuestra economía como la contracción de las demandas externa e interna, las restricciones financieras, las dificultades de acceso al crédito y los retrasos en las cadenas de pagos, entre otros.
Sin embargo, a pesar de que probablemente sean las principales afectadas por la crisis, es importante destacar tres características que hacen pensar que las Pymes podrían
constituirse en el destinatario privilegiado de las políticas públicas que el Gobierno nacional implementará para sostener los niveles de actividad y empleo:
• Son empresas de capital Nacional.
• Son responsables del 50% del PBI argentino.
• Ocupan al 70% del empleo total.
En consecuencia, esta crisis puede significar una oportunidad para avanzar con una agenda pendiente en materia de políticas hacia las Pymes. De esta manera, este escenario en principio cargado de negatividad, podría transformarse en el catalizador para consolidar un conjunto de acciones públicas que, a nuestro criterio, deberían constituirse sobre los siguientes dos pilares:
• Sancionar un paquete legislativo que institucionalice un nuevo marco normativo, laboral e impositivo que contemple las características específicas de las Pymes y que incentive la reinversión de utilidades.
• Facilitar el acceso al crédito y a los programas públicos de asistencia, fortaleciendo y
ampliando las opciones de financiamiento existentes.
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