El socialismo del “vivir bien”

Morales, en el inicio de su tercer mandato por un período de cinco años, recordó los sucesivos gobiernos militares organizados en triunvirato que gobernaron durante décadas, hasta 2005, en que ganó sus primeras elecciones con el 54%.

Desde la fundación de la República, es la primera vez que una fuerza política gana las elecciones con más del 50% y 60%, como ocurrió en las elecciones de estos años, señaló en su posesión, al que asistieron los presidentes del Mercosur de  Brasil, Ecuador, Venezuela, y Paraguay, además de Costa Rica y Trinidad Tobago, el vicepresidente de Argentina, y cancilleres más delegaciones.

Estabilidad política ganada en el período de 9 años de gobierno; 10 millones de habitantes, promedio de crecimiento PBI (1975 -2005) 3.2% viró al 5.2% en 2014. Crecimiento económico de 5.5%. El superávit en 2005 trepó del -5.2%, al 2014 1.2%.

Creación de empresas: ascendió de 19.700 empresas al asumir la administración Morales en 2005 a 144.000 en 2014. Recaudación tributaria aumentó 300%, señal de que el pueblo boliviano confía en su gobierno. IDE aumentó el 20% en 9 años.

Inversión estatal: crecimiento 795% desde 629 M dólares, pero nacional, aclaró el mandatario en su intervención.  Reservas internacionales aumentaron 700% llegando a los 15.000 M dólares (45% PBI). En 6 años se produjo un ahorro de 10.000 M de dólares. Aumentaron los depósitos particulares en el sistema financiero. La deuda asciende sólo a poco más del 1% del PBI, uno de los más bajos de AL y C.

Las inversiones en el sector hidrocarburos aumentaron a pesar de las nacionalizaciones. La renta petrolera se elevó de 600 M en 2005 a 5.500 M de dólares en 2014.

La extrema pobreza se redujo al 18,8%; la desigualdad se contrajo de 148 a 42 veces el ingreso entre el sector más alto y más bajo de la sociedad boliviana, informó el mandatario. La cobertura de servicios básicos se desarrolló en todas las áreas, habiendo llegado al nivel de las Metas del ODM en el área de agua segura; 75% de la población dispone de gas envasado; en cuanto al alcantarillado se llegó sólo al 44,7% de la población beneficiada.

Morales se refirió también a las políticas para adultos mayores, que según el BID componen el 97% de la población (mayor de 65 años), y que está prácticamente incluida en el sistema previsional. También mencionó la cesión de territorio a los indígenas; la entrega de más de 1 M de títulos cubriendo 72 millones de hectáreas a lo largo del mandato. Y el acceso a la tierra de las mujeres, que alcanzó más del 40%.

Educación: casi 100% llega a cubrir el nivel primario, y el 72% el nivel secundario. La deserción escolar es de sólo 1,4%.

Plan de energía sobre hidroeléctricas, energía solar y termoeléctricas está en pleno desarrollo.

Bolivia constitucionalizó al agua como derecho humano fundamental, y llevó la propuesta a la ONU. También el debate sobre la relación con la tierra. Se despenalizó el consumo de la hoja de coca en el mismo ámbito. También se incrementó la cooperación internacional sin condicionamientos, puntualizó Morales, interrumpido por aplausos y sonidos de cuernos típicos.

Pidiendo disculpas a la delegación especial enviada por EEUU –que escuchó circunspecta las declaraciones anticapitalistas del mandatario- , Evo Morales expresó que cuando existía una base militar de la DEA en el país, la situación en relación con el narcotráfico era comprometida, pero desde que se la expulsó, “mejoró la lucha contra este flagelo, producida en cooperación con los países vecinos”, señaló. La nueva justicia boliviana, para mejorar un sistema corrupto que libera a los grandes criminales, se reformará de acuerdo al llamado a referéndum.

Se refirió a la deuda en materia de salud, y anunció la construcción de 4 hospitales de 4º nivel. Anunció la construcción de una ciudad científica. La infraestructura para comunicar con caminos pavimentados el oriente con el occidente del país, se garantizó con un crédito blando de Brasil. Los 9 departamentos contarán con aeropuertos internacionales.

En la despedida al público que colmaba el edificio de la Asamblea, con funcionarios, dirigentes sindicales y de organizaciones indígenas, saludó “a la revolución democrática y cultural”.

Alvaro García Linera, que reasumió como vicepresidente del Estado Plurinacional boliviano y presidente de la Asamblea Popular, explicó en su presentación, la opción del socialismo del nuevo milenio adoptado por su país, no pasible de ser determinado “por decreto”, que sería equivalente a una “construcción del Estado y no del pueblo”, en indirecta alusión al camino del partido único decretado por Venezuela. El nuevo sistema surge de las comunidades, como organizaciones que brotan de los intersticios del sistema capitalista, para expandirse, se explayó. Y en “la fórmula del socialismo democrático, comunitario y del vivir bien, se encuentra la única esperanza para los pueblos y la conservación de la propia naturaleza”, explicó.

Bolivia también lanzó al mundo su paradigma cultural de lucha contra la discriminación y la preservación cultural. En este estado plurinacional, hay 36 comunidades indígenas reconocidas constitucionalmente, lo mismo que sus idiomas.

“El socialismo es la lucha entre lo nuevo y lo viejo, que se dará en el continente y también en el mundo”, concluyó el vicepresidente reasumido.