Exportaciones argentinas con menor exposición a los shocks financieros internacionales
Mientras en décadas anteriores un shock financiero internacional causaba múltiples contratiempos, problemas para financiar el déficit del estado, salida de capitales que comprometían la convertibilidad, entre otras, en la actualidad estamos ante un nuevo escenario en donde la sensibilidad al shock externo no está dada por estos factores, sino más bien por la posible caída de la demanda internacional. Los movimientos de la FED y el resto de los bancos centrales internacionales han dado aire al mercado y redujeron la posibilidad de que se avecine una etapa de ciclos recesivos que provoquen la caída de la demanda (y los precios) de las exportaciones argentinas. El mantenimiento de las ventas externas y los elevados precios resultan fundamentales para el actual esquema económico. Esto es así porque gracias a las retenciones aplicadas, se obtienen ingresos que son uno de los componentes más importantes del superávit primario. Así lo explica un informe de coyuntura de la consultora abceb.com, que se reproduce a continuación en sus principales tramos.
Es sabido que los argentinos contamos con un extenso prontuario que rápidamente nos pone en alerta ante cualquier shock económico internacional. Al mismo tiempo, este historial nos lleva a que no sean pocos los agentes económicos que tienen como primera consulta con respecto a la economía argentina: ¿cuándo puede darse una "próxima" crisis?.
En este contexto, lo acontecido en los mercados financieros internacionales en este último tiempo se convirtió de manera acelerada en la principal preocupación. Sin embargo, la exposición de este nuevo "modelo" de economía argentina a los shocks financieros internacionales es significativamente menor a lo que sucedía una década atrás.
En aquel entonces, bajo el régimen de convertibilidad y con déficit en las cuentas del estado, la necesidad de entrada (y permanencia) de capitales y de acceso a créditos internacionales para financiar al estado y sostener el régimen, se veía amenazada por cualquier alteración del tipo de la experimentada recientemente, provocando un impacto difícil de sobrellevar.
En nuestros días el escenario es distinto y la amenaza vinculada a un shock externo estaría dada en el sector real de la economía y principalmente ante una caída pronunciada de los precios de los commodities. Éstos, representan una importante fuente tanto de los ingresos por exportaciones que sostienen el superávit comercial cómo las retenciones que tienen un papel de suma importancia sobre el superávit fiscal.
Ante este escenario, deberíamos preguntarnos cómo podría ser la transmisión del shock financiero experimentado al sector real y cómo este puede afectar las exportaciones argentinas.
Las exportaciones argentinas de bienes primarios se vieron impulsadas por el crecimiento de la demanda mundial, con China a la cabeza, principalmente en lo que tiene que ver con productos agrícolas. Los precios de estos productos se incrementaron radicalmente desde 2001 a la fecha. A pesar de que se evidenciaron algunas caídas en los precios, las mismas parecen atender al retiro de fondos especuladores, y el precio de estos productos se incrementó nuevamente luego de atravesar un par de días de tendencia descendente. Esto deriva precisamente del hecho de que la demanda por estos productos continúa sólida.
La transmisión del shock financiero a la economía real va a estar dada en la medida en que los bancos centrales no intervengan rápidamente, aunque ya han dado señales a favor de esta posibilidad, disminuyendo las tasas y permitiendo que no se retrotraiga el consumo. Si esta estrategia es llevada a cabo eficazmente, no deberíamos experimentar ninguna caída en los niveles de demanda de los productos exportados por Argentina.
En la jornada del pasado lunes 20 de agosto, los mercados nuevamente reaccionaron en forma positiva a las señales otorgadas desde la Fed. Gracias a ello, de continuar esta tendencia el impacto en el sector real del ajuste financiero experimentado será aún menor.
Durante los últimos años, los ingresos por retenciones constituyeron un factor determinante del superávit fiscal, y la continuidad de los precios elevados de los commodities permitiría repetir el efecto tanto en 2007 como en los próximos años.
Gráfico 1: Superávit primario y retenciones a las exportaciones
Fuente: abeceb.com
En conclusión, el panorama que se avecina no es desalentador. A pesar del temblor en los mercados durante la semana del 20 de agosto, se espera que la situación se estabilice en un contexto de mayor volatilidad pero en el cual la demanda mundial continúa sólida. Por otro lado y teniendo en cuenta este escenario, los principales productos argentinos de exportación seguirán encontrando destinos y sus precios se mantendrán elevados, tal como se observó durante los últimos años.
Gráfico 2: Índice de precios de commodities de los principales productos exportados por Argentina
Fuente: abeceb.com