Flujos acumulados alcanzaron más de $ 110 mil millones

La influencia global de China va en aumento. En América Latina, las empresas chinas no sólo están aumentando sus inversiones, sino que se están expandiendo rápidamente hacia nuevas áreas de la economía. Para explorar las implicaciones para todas las partes interesadas en la región, el Consejo Atlántico, en asociación con la OCDE, lanzó el 26 de junio un estudio revelador que analiza datos que antes no estaban disponibles para el público.


Nuevos números muestran aumentos dramáticos de la IED de China en América Latina -más allá del petróleo y la minería, China se concentra hoy en TIC, electricidad, finanzas y energía alternativa.

Los orígenes de la IED china en América Latina se ubican en las empresas estatales chinas que invirtieron en las industrias extractivas (petróleo, gas, cobre, mineral de hierro), una estrategia para apuntalar los recursos naturales y alimentar su creciente economía. La inversión en materias primas persiste, incluso después de una caída significativa en los precios de las materias primas en 2015, cuando otras firmas extranjeras comenzaron a retirarse de las mayores inversiones en extracción en América Latina, sostiene un reporte del Centro Adrianne Arsht de América Latina del Consejo Atlántico y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

De acuerdo con el informe “La IED (Inversión Extranjera Directa) china en América Latina: Nuevas Tendencias con Implicaciones Globales”, ahora las empresas chinas están cambiando su enfoque hacia el sector de servicios, en línea con el cambio en la economía doméstica de China, donde los servicios ahora comprenden más del 50 por ciento del PIB. Esta creciente atención en los servicios, desde la generación y transmisión de electricidad hasta la tecnología de la información y la comunicación, las finanzas y el transporte, representa una creciente confianza en la venta de productos a los consumidores de clase media en América Latina.

Los flujos acumulados de la IED china en América Latina han alcanzado más de $ 110 mil millones, con $ 60 mil millones solamente para Brasil. Europa sigue siendo la mayor fuente de IED de la región, pero China está recuperándose. Los flujos anuales de IED de China han sido de más de 10.000 millones de dólares en cuatro de los últimos cinco años. En 2014 y 2015, China representó un promedio de 10 por ciento de los flujos globales de IED hacia América Latina, un sorprendente cambio de los bajos niveles de inversión incluso hace pocos años.

Las firmas chinas seguirán invirtiendo fuertemente durante la próxima década, y la meta del presidente Xi Jinping de 250.000 millones de dólares en 2025 es ciertamente alcanzable. Esto puede ser un desarrollo muy positivo para América Latina si las inversiones benefician a todas las economías regionales. Para aprovechar al máximo, China y los países de América Latina deberían crear una base sólida para los futuros flujos transfronterizos.

En cuanto al equilibrio regional, el reporte evidencia que mientras Estados Unidos desarrolla su propia estrategia en la región, “el compromiso económico de China avanza a toda velocidad”.

El grueso de la inversión extranjera directa proveniente de China hacia la región desde 2003 ha tenido como destino Brasil y Perú, con un monto combinado de 79 mil millones de dólares.

México, Argentina, Bolivia y Chile han sido también centros receptores de estos flujos, al igual que otras naciones del continente y el Caribe, aunque los volúmenes registrados distan por mucho de los que se han destinado a las primeras dos.

De acuerdo con el reporte, entre 2013 y 2016 China destinó el 50 por ciento de su inversión directa al sector de servicios, en áreas como el transporte, las finanzas, la electricidad, las tecnologías informáticas y de comunicación y la energía alternativa.

Este volumen contrastó de manera notable frente al 21 por ciento que representaron los recursos destinados a este sector en años anteriores.

De manera adicional, China se ha convertido en una importante fuente crediticia para los países de la región con préstamos superiores a los 140 mil millones de dólares desde 2005, sostiene el reporte, desarrollado por Rolando Avensano, Angel Melguizo y Sean Miner.

Mientras tanto, Estados Unidos se ha retirado de la PPT, que incluye a tres países en

Latinoamérica (Chile, Perú, México) y tiene como objetivo declarado renegociar el TLCAN.

En este contexto incierto, no sería sorprendente ver a México cambiar su posición frente a China. Una relación más estrecha con el gigante asiático podría dar a México alguna influencia en futuras negociaciones del TLCAN, afina el informe.

La Integración económica de América Latina con China podría redefinir los vínculos entre

los bloques regionales en el futuro, explica. Al mismo tiempo que insta a los países latinoamericanos a mantener su autonomía, y el uso de plataformas regionales para fortalecer el poder de la región en las próximas negociaciones con China.

 

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