Instituciones en el Mercosur y producción de sentido
Uno de los aspectos que se considera cuando se aborda el proceso de institucionalización del MERCOSUR, es la construcción de legitimidad. En el artículo que se reproduce a continuación, Sebastián Cabañuz propone explorar los modos de abordar la cuestión, y se refiere además en este sentido a los límites que plantean nuevas iniciativas, así como otras perspectivas para abordar la construcción de una ‘identidad común’.
Introducción
A principios del siglo XX Hans Kelsen, uno de los principales exponentes del positivismo jurídico alemán; preocupado en ese entonces por definir el espacio de conocimiento del derecho ante el desarrollo que en este sentido habían alcanzado otras disciplinas, busco desarrollar parámetros que permitiesen delimitar su campo de estudio de una forma ‘objetiva’. Siguiendo tal propósito, destaco que mientras en otras disciplinas –en especial, en el caso de las ciencias naturales- los vínculos entre dos fenómenos distintos se caracterizan por la existencia de relaciones causales, dicha vinculación no existe en el derecho. Esto es, el vínculo entre un delito y su sanción no se explica como fenómeno natural sino por la existencia de una norma que establece una sanción ante cierto hecho. Así, a partir esta relación entre un hecho y su sanción, esta ‘relación de imputación’ de acuerdo con una norma jurídica, Kelsen plantea la posibilidad de delimitar estrictamente y de forma ‘objetiva’ el campo de análisis del derecho al análisis de esas relaciones de imputación; análisis de ese ‘deber ser’ establecido por las normas.
Así, al partir de esta forma de delimitar el análisis del derecho a la relación ‘norma/sancion’ en un sentido abstracto, se suele considerar los efectos que la misma prescribe (deber ser) como aquellos que efectivamente producirá (ser). Identificación no necesariamente valida en las ciencias sociales.
De este modo, ante la duda sobre ¿cómo pensar la construcción de legitimidad de un proceso de integración? se resalta la necesidad de que ‘la ciudadanía tiene que tener un espacio donde expresarse’ . Esto es la necesidad de crear espacios formales de participación; ante lo cual puede preguntarse: si el déficit es de legitimidad e identidad y no un déficit de canales institucionales, ¿por qué se piensa como respuesta la creación de espacios formales? Esto es, ¿por qué la formalidad del espacio de participación bastaría para lograr un mayor sentido de pertenencia, de identificación en torno al proceso de integración en construcción? En este sentido, la elaboración de iniciativas, como el programa ‘Somos MERCOSUR’ si bien ha permitido dar cuenta de una mayor difusión de la información entre los sectores ya de por si interesados en el proceso de integración (a través de la realización de conferencias, seminarios y otras actividades); no ha permitido modificar el modo en que los actores sociales, (sean estos empresas, personas u organizaciones civiles) se relacionan entre si. Haciendo del modo en que los integrantes se reconocen entre si; esto es el modo en que los mismos conforman –o bien pueden llegar a conformar- una identidad común, una cuestión sin elaborar.
La institución en su trama histórica
Ante dicha perspectiva, es interesante destacar el modo en que Foucault analiza el desarrollo histórico de ciertas instituciones –por ejemplo la cárcel, en ‘Vigilar y Castigar’-, el modo en que reintroduce el análisis de la subjetividad; para pensar cómo elaborar una ‘identidad común’.
El mismo, frente a la posibilidad de analizar las funciones, los objetivos y los fines mismos de las instituciones a partir del ‘deber ser’ sancionado por las normas, encontrando como trasfondo de su sanción ‘la voluntad del legislador’ en un sentido abstracto y ahistórico nos propone analizar su desarrollo en la misma trama histórica, estudiar la metamorfosis de los métodos punitivos a partir del modo como se ejerció concretamente y en los detalles, con su especificidad, sus técnicas y sus tácticas. Abordando los cambios institucionales (la separación de la autoridad penitenciaria del poder judicial, la eliminación de la sanción pública del reo, etc.) como una forma de construir un modo legitimo de intervención.
Situando así la construcción de la legitimidad como uno de los efectos de un cambio en el modo de relacionarse de las partes (preso/estado, en este caso) y no solo por el carácter legal de la misma.
La construcción institucional como herramienta
Tomando el ejemplo mencionado como referencia, puede explorarse la construcción de dicha legitimidad del proceso de integración a partir de la promoción de cambios en el modo de relacionarse de los actores involucrados. En este sentido, una posible estrategia puede pensarse a partir del modo en que fue regulado el sector automotriz. El mismo, por tratarse de un sector especialmente sensible para Brasil y la Argentina fue desrregulado a partir de una serie de acuerdos comerciales; que a diferencia de la inmensa mayoría de los productos, no solo impulsaron la liberalización comercial a partir de la reducción de los aranceles, sino también fueron delineando una especialización productiva y con ello un modo de ‘cooperación’ e inserción especifico de las empresas de cada uno de los países; al margen de que en el caso especifico los objetivos considerados para tal regulación fueron exclusivamente económicos.
Así, considerando la interrelación entre dichos modos de inserción productiva, sus prácticas y consecuencias específicas –económicas y simbólicas- con la legitimidad que para dichos actores tiene el proceso de integración en construcción, resulta interesante considerar el tipo de prácticas promovidas por los marcos institucionales elaborados (estimulando formas de complementación o de competencia; o dicho de otra forma: estimulando el reconocimiento del otro ¿como un par o como un rival?) como una forma efectiva de abordar la construcción de legitimidad. Ello, en razón de que las instituciones de hecho no desarrollan solo las funciones que le atribuyen las leyes… sino que también ‘producen un sentido’ en los actores sociales involucrados.
Sebastián Cabañuz, abogado orientado a sociología de la integración, sebastiancab@hotmail.com
Notas
1. En este sentido, desarrollo su ponencia Maria Claudia Drummon, Consultora Legislativa del Senado Federal del Brasil en el ‘Seminario sobre legitimidad social y participación ciudadana en la construcción del MERCOSUR’. Organizado por la Universidad Tres de Febrero; noviembre de 2005.
2. Expresado por Lorenza Sebasta en su articulo ‘Las instituciones de la Unión Europea como objeto de comparación: algunas reflexiones metodologicas’, pagina 54; en: ‘Instituciones, democracia e integración regional en el MERCOSUR. Editorial Prometeo, 2006. ‘Giorgio Alberti, Elsa Llenderrozas y Julio Pinto (compiladores).