La apertura del Consejo Mercado Común

Otra de las principales líneas de acción que propone Argentina hacia el Ouro Preto II, es la propuesta de ampliación del órgano de mayor importancia del Mercosur, el Consejo del Mercado Común, de las actuales carteras de Cancillería y Economía a otras áreas ministeriales. Esto permitirá el tratamiento con toda la idoneidad y la solvencia necesarias, materias como la seguridad, la justicia, la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, explicó a MABC el director de Mercosur de la cancillería argentina, ministro Raimondi.


La ampliación del Consejo

Otro de los objetivos que nos interesa es el de darle la dimensión más amplia y abarcativa posible a la integración, porque muchas veces se plantea que el Mercosur es excesivamente economicista, cuando en realidad si uno ve la agenda de los distintos foros se tratan las temáticas más diversas que a uno se le puedan ocurrir. La idea que tenemos al respecto es que el Consejo del Mercado Común, que es el órgano más importante del Mercosur, pueda ser integrado por Ministros de distintas carteras, no exclusivamente por la Cancillería y el Ministerio de Economía, sino que haya una apertura de otras carteras ministeriales en función de los temas, y así poder tratar con toda la idoneidad y la solvencia otras materias, como la seguridad, temas judiciales, de lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.

Esto es el núcleo de lo que nos interesa trabajar. Están las negociaciones externas, que son muy importantes y demandan mucho esfuerzo de los socios, donde se ha mantenido la coordinación entre los países. Este tema tal vez también debería ser objeto de una mención en el nuevo Protocolo: la negociación conjunta y coordinada.

Esta agenda es difícil desarrollarla de acá a fin de año, porque también ahí hay otra divergencia de opiniones, hay quienes desearían que el nuevo Protocolo se negocie rápidamente y se pueda firmar en la próxima Cumbre. Lo importante es hacer el trabajo a conciencia y tener los objetivos bien madurados; si se logra ese objetivo, mejor así.

En ese sentido, ¿la categoría jurídica que la otorgaba Brasil al Mercosur ha cambiado?

Esos son problemas que están en la raíz constitucional de los países, son restricciones que vienen desde las propias constituciones, donde se ponen en distinto pie de igualdad a los Tratados internacionales con la normativa interna. En Argentina y en Paraguay las cartas magnas están por encima de las leyes; en cambio en Brasil y Uruguay están a la par, forma parte de una Ley superior que puede modificar un Tratado. Pese a la dificultad que tenemos que encontrar la forma de superar, en lo que se refiere a la incorporación de normas por la vía administrativa. Hemos hecho avances en la última Cumbre, pero evidentemente el despegue verdadero se daría en la medida que exista la voluntad de ir a una reforma constitucional que equipare, aunque sea en forma recíproca y circunscripta al Mercosur, que no sea general sino que pueda ser para la integración regional, la jerarquía normativa que para nosotros tienen los Acuerdos que se van incorporando al proyecto de integración. Sería un avance muy productivo pero no está en la agenda brasileña. Hay muchas inquietudes en Brasil en este sentido. Es un proceso que está madurando, pero que hay que seguir trabajándolo.

GB