La virtuosa complementación entre principios cooperativos y ODS
Hoy vivimos un desafío y tenemos la oportunidad de mostrar el diferencial cooperativo que es conectar y comprometernos de manera vinculante desde el mapa doctrinario de la economía social, con la propuesta de desafíos globales dada en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) acelerando la implementación conjunta, en razón de la ligazón valorativa y operativa que tienen entre sí, el apoyo recíproco y la re significación que implican.
Un punto común y repetido es que el desarrollo sostenible y la cooperación son compatibles, afines y se potencian cuando las organizaciones cooperativas se basan en sus principios y valores y a su vez articulan y se comprometen con sus comunidades.
Hoy las empresas cooperativas y mutuales han adquirido una gran relevancia en el ámbito empresarial, convirtiéndose en entidades socio-económicas de importancia y en favor de un dinámico desarrollo local/regional articulado con el territorio que genere mayores ingresos, tienda a una equitativa distribución del ingreso y una disminución de conflictos de intereses.
Pero a veces se suelen desconocer la historia, la capacidad y la contribución de la economía social y solidaria al desarrollo sostenible, que pone a las personas en el centro y resuelven sus problemas con enfoque local/regional.
Por ejemplo, al interior de cada cooperativa, uno de los modelos de la economía social, los cambios y los desafíos producidos aceleradamente exigen elegir la opción correcta de desarrollo. Por un lado, pensar participativamente una renovación y reformulación de las estrategias y de los procesos de gestión y, por otro, una urgente vuelta a la esencia, valores y principios. Es decir, ofrecer futuro y repasar integralmente las lecciones de identidad e historia de cada organización de la economía social y solidaria. Esto es, aumentar la coherencia entre los lineamientos y postulados orientadores que marcan pautas y alumbran la acción y gestión.
La brújula, faro y fuente de la diferenciación con otros modelos organizacionales está en la definición, en la tabla de valores y en los siete principios cooperativos que enmarcan al sistema y han sido oficializados por la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), ellos son: Adhesión voluntaria y abierta; Control democrático por parte de los asociados; Participación económica de los asociados; Autonomía e independencia; Educación, capacitación e información; Cooperación entre cooperativas e interés por la comunidad.
La definición de la ACI es un atributo que aporta y da sentido a la identidad: Una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada. Identidad que establece el propósito de lograr un desarrollo sostenible.
Para encarar las situaciones nuevas que debemos resolver de forma inteligente tenemos un mapa doctrinario vivo, solvente y validado por las respuestas concretas que históricamente el accionar de la economía social dio a distintas necesidades de las personas en diferentes lugares del mundo.
Conexión virtuosa e interactiva
Hoy tenemos un desafío y una oportunidad para mostrar el diferencial cooperativo que es conectar y comprometernos de manera vinculante desde el mapa doctrinario de la economía social con la propuesta de desafíos globales dada en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS o SDGs, según las siglas en inglés) de la Organización de Naciones Unidas (ONU o United Nations –UN según la siglas en inglés) acelerando la implementación conjunta, en razón de la ligazón valorativa y operativa que tienen entre sí, el apoyo recíproco y la re significación que implican.
Como antecedente histórico de vínculo e interacción entre la ONU organización líder que sirve a toda la humanidad, fundada el 26 de junio de 1945 y el movimiento cooperativo debemos destacar la aprobación de la Resolución n° A/Res/64/136 denominada “Las cooperativas en el desarrollo social” (ONU, 2010), aprobada en la 64° sesión plenaria de la Asamblea General de la ONU el 18 de diciembre de 2009.
En dicha decisión se llama la atención, insta, alienta a un desarrollo con sentido asentado en valores y reconoce que las cooperativas promueven la participación de las personas en el desarrollo socioeconómico y tienen potenciales para contribuir al logro de los objetivos globales en torno al desarrollo sostenible.
Compatible con este pensamiento y línea de acción se proclama al año 2012 como el “Año Internacional de las Cooperativas'' y se resalta su contribución al desarrollo económico y social, especialmente su impacto en la reducción de la pobreza, la creación de empleos y la integración social.
El tema elegido fue «Las empresas cooperativas ayudan a construir un mundo mejor» y se propusieron para conmemorar dicho Año Internacional tres objetivos principales: a) crear mayor conciencia; b) promover el crecimiento y c) establecer políticas adecuadas.
Este respaldo mutuo, historia compartida y alianza permitirá proyectar mejor el futuro, optimizar la orientación doctrinaria y darle un sentido más profundo a la ES con un trabajo que integre la plataforma de los ODS mundiales integrados en la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 (Sustainable Development Goals Fund 2020) a la par de potenciar los objetivos que propone la ONU nave insignia del multilateralismo moderno.
Antecedentes de la Agenda 2030
Los ODS que llevan por título “Transformar nuestro mundo: la agenda 2030 para el desarrollo sostenible”, también conocidos como “objetivos mundiales” o “pacto por la humanidad”, fueron aprobados por consenso y aclamación de los 193 estados miembros y según resolución 70/1 de la asamblea general de ONU del 25/09/15, se asumió el compromiso de fortalecer el sendero de desarrollo productivo con inclusión social.
Acordados internacionalmente se pusieron en marcha el 1ero. de enero de 2016 y seguirán orientado las políticas del PNUD durante los próximos 15 años, del 2015 al 2030. Por ello, se denomina agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
Los 17 ODS pretenden convertir el planeta en un lugar mejor para vivir: en armonía con la biodiversidad, con respeto hacia los ecosistemas, con recursos suficientes, salud creciente, educación universal, relaciones igualitarias y equitativas, trabajo digno y justo, consideración a la cultura y al comportamiento ético.
Los 17 objetivos son: 1. Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo; 2. Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible; 3. Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades; 4. Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos; 5. Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas; 6. Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos; 7. Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos; 8. Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos; 9. Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación; 10. Reducir la desigualdad en y entre los países; 11. Conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles; 12. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles; 13. Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos; 14. Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible; 15. Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, efectuar una ordenación sostenible de los bosques, luchar contra la desertificación, detener y revertir la degradación de las tierras y poner freno a la pérdida de diversidad biológica; 16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles y 17. Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la alianza mundial para el desarrollo sostenible.
Este plan maestro detallado e histórico de la ONU sustituye y a su vez se sustenta en la convergencia de dos procesos anteriores, uno centrado en la continuidad, ampliación, evolución y lecciones aprendidas de los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM o MDGs, por sus siglas en inglés) para el período 2000-2015, que surgieron como resultado de la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas celebrada en septiembre del año 2000 en Nueva York, que fijaron 193 países, que tenían 60 metas y estaban centrados en el desarrollo social. Es decir, los ODS nacen como una reformulación de enfoques y evolución de los ODM.
Los ODS son universales de alcance mundial y expresan, por un lado, que el desarrollo sostenible es cultura y agenda para la vida y por el otro nos exigen no olvidar al que se queda atrás. La agenda no hace distinción en los niveles de desarrollo de los países que la conforman.
Los 17 objetivos para transformar el mundo están estructurados por 169 metas, por 232 indicadores para monitorear y evaluar el aporte y cumplimiento de las metas y cubren 16 áreas temáticas que pueden ser desarrolladas en diversas escalas territoriales y reflejan la intensidad de la propuesta.
La Agenda de las 5 “P”
La Agenda 2030 es conocida en algunos ámbitos, como la agenda de las 5 “P” epígrafes o palabras que condensan los 17 ODS: Personas, objetivos 1, 2, 3, 4, 5 y 6; Prosperidad, objetivos 7, 8, 9, 10 y 11; Planeta, objetivos 12, 13, 14 y 15; Paz, objetivo 16 y Partenariado o Participación Colectiva (Alianzas), objetivo 17.
Argentina como país miembro de ONU adoptó la agenda y el Estado Nacional es el responsable primario para la aplicación, coordinación, seguimiento y evaluación de la agenda 2030 para el desarrollo sostenible, a través del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS), creado en el año 2002 mediante decreto Nº 357.
Por decreto Nº 499/2017, se estableció al CNCPS como organismo rector y responsable para posicionar, impulsar, coordinar e implementar los ODS, en tal sentido desarrolla acciones a favor de las 80 metas, 65 de ellas adoptadas y 15 adaptadas a la política, la realidad y tomando en consideración las circunstancias de nuestro país.
Para la implementación se firmaron convenios de adhesión con la mayoría de las provincias. En abril de 2016 se firmó el primer convenio alcanzando un total de 22 provincias a agosto de 2020. En el mes de agosto del presente año adhirieron las provincias de Entre Ríos y Santa Cruz.
Los ODS hacen centro por un lado en un enfoque de derechos humanos, reconociendo que son “asuntos internos de interés internacional” (Charles Beitz, La idea de los derechos humanos), entendiendo que los derechos humanos son para todos, en todas partes, sin importar quiénes somos o a quién amamos, y, por otro, en el Estado de derecho que es clave para la implementación y el cumplimiento de los ODS, considerando la desigualdad como regresiva para la vida de una sociedad y generadora de conflictos.
Derechos humanos especialmente los de segunda generación y Estado de derecho son conceptos centrales y están ligados en una agenda democrática, de construcción de ciudadanía y de sostenibilidad.
Los ODS, aunque son de carácter internacional no significan uniformidad respetan las políticas, las culturas y las realidades nacionales y locales, que cada Estado debe adaptar y decidir.
ODS y la economía social van de mano
Dado que es necesario fortalecer todas las modalidades de cooperación e incrementar su impacto y alcance se logró un avance institucional importante para caminar juntos y en sentido convergente.
El avance es la declaración conjunta que suma fuerzas en el trabajo colegiado, en favor de la Agenda 2030 que se expresa en el acta conjunta suscripta entre el CNCPS y el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), la Confederación Cooperativa de la República Argentina (COOPERAR), Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO), Confederación Argentina de Trabajadores Cooperativos Asociados (CONARCOOP), Confederación Argentina Interfederativa de Cooperativas de Electricidad y otros Servicios Públicos (CONAICE), Confederación Argentina de Mutualidades (CAM) y Confederación Nacional de Mutualidades de la República Argentina (CONAM), firmada el 20 de noviembre de 2019.
La declaración suscripta establece el “…fomento de la cooperación y complementación entre las partes, coordinando e integrando iniciativas de sus respectivas competencias institucionales que contribuyan a la efectiva implementación de la Agenda 2030 y sus correspondientes metas…”, alineando políticas y acciones.
Mercosur Cooperativo. Una relación proyectada al futuro.
Vinculado con esta propuesta en el Mercosur las reuniones especializadas de cooperativas (RECM) y de agricultura familiar (REAF), acordaron un trabajo conjunto para el “Fomento del cooperativismo y asociativismo en la agricultura familiar en el Mercosur”, poniendo especial énfasis en el cumplimiento de los ODS nº 1, 2, 3, 4, 5, 8 y 10.
Para institucionalizar una relación de trabajo intensa entre ambas reuniones a nivel regional y las políticas públicas focalizadas en el cooperativismo y la agricultura familiar se elevó al Consejo del Mercado Común (CMC) la solicitud para su aprobación en el marco de la Dec. CMC nº 24/1. En la LIII sesión del CMC, el 17 de diciembre de 2018, se toma el texto sugerido y es aprobado como Recomendación CMC 02/18.
Las cooperativas y la agricultura familiar son buenos agentes para el cumplimiento de la Agenda 2030 y los ODS, sensibilizar sobre el compromiso común y construir puentes de diálogo constructivo y de cooperación es el primer paso que se proponen ambas reuniones para una eficaz y eficiente implementación en el MERCOSUR.
Cultura del Encuentro
Finalizamos este comentario que busca informar y sensibilizar sobre los ODS y los principios de la economía social destacando el componente colectivo y ético de la inter vinculación virtuosa, así como su compromiso con el bien común.
Es importante la visión de conjunto y valorar a la economía social como un enorme acelerador de la agenda 2030.
Nos quedan 9 años. Pasemos del compromiso a los hechos y de las palabras a la acción. Para ello, estar y seguir unidos es de vital importancia, teniendo presente en esta construcción no hay caminos para la unidad. Por el contrario, la unidad es el camino.
Lic. Eduardo H. Fontenla
Licenciado en Cooperativismo y Mutualismo y licenciado en Ciencia Política y Gobierno