La Cumbre Sudamericana de Cochabamba
Cochabamba celebrará una Cumbre Presidencial de doce mandatarios, el 9 de diciembre, que en coordinación con una Cumbre Social de representantes de sectores sociales de la región, darán a conocer un documento, considerado la base del futuro megaestado sudamericano.
Ante medios de prensa bolivianos, el canciller David Choquehuanca, explicó que Bolivia espera “instalar la piedra fundamental para la construcción de la nación sudamericana en esta cumbre”.
El coordinador de la cumbre, Pol Araníbar, coincidió en que será la primera vez que no haya una contracumbre de los sectores sociales, sino un encuentro complementario en el que incluso “habrá mesas de trabajo entre los equipos de las cumbres”.
Evo Morales: integración de diferentes velocidades
En un documento preliminar, el mandatario boliviano Evo Morales señala estar “convencido de que en nuestra próxima cita en Bolivia hay que pasar de las declaraciones a los hechos”. “Creo que debemos avanzar hacia un tratado que haga de la Comunidad Sudamericana de Naciones un verdadero bloque sudamericano a nivel político, económico, social y cultural. Estoy seguro que nuestros pueblos están más próximos que nuestras diplomacias. Creo, con todo respeto, que nosotros los presidentes debemos dar un sacudón a nuestras Cancillerías para que se desempolven de la rutina y enfrentemos este gran desafío”, señala.
“Soy consciente de que las naciones en Sudamérica tienen diferentes procesos y ritmos. Por eso propongo un proceso de integración de diferentes velocidades. Que nos tracemos una hoja de ruta ambiciosa pero flexible. Que permita a todos ser parte, posibilitando que cada país vaya asumiendo los compromisos que puede asumir y permitiendo que aquellos que desean acelerar el paso lo hagan hacia la conformación de un verdadero bloque político, económico, social y cultural. Así se han desarrollado otros procesos de integración en el mundo y el camino más adecuado es avanzar en la adopción de instrumentos de supranacionalidad respetando los tiempos y la soberanía de cada país”, dice Morales en su presentación.
“Nuestra integración es y debe ser una integración de y para los pueblos. El comercio, la integración energética, la infraestructura, y el financiamiento deben estar en función de resolver los más grandes problemas de la pobreza y la destrucción de la naturaleza en nuestra región. No podemos reducir la Comunidad Sudamericana a una asociación para hacer proyectos de autopistas o créditos que acaban favoreciendo esencialmente a los sectores vinculados al mercado mundial. Nuestra meta debe ser forjar una verdadera integración para “vivir bien””, señala.
Una serie de propuestas son enumeradas por el mandatario andino, que tienen que ver con medidas a nivel social y cultural:
Analfabetismo, desnutrición, paludismo y otros flagelos de la extrema pobreza. Construcción de un sistema público y social sudamericano para garantizar el acceso de toda la población a los servicios de educación, salud y agua potable. Más empleo en Sudamérica y menos migración. Adopción de Mecanismos para disminuir la desigualdad y la inequidad social. Lucha continental contra la corrupción y las mafias. Coordinación sudamericana con participación social para derrotar al narcotráfico. Defensa e impulso a la diversidad cultural.
Despenalización de la hoja de coca y su industrialización en Sudamérica. Así como el combate al alcoholismo no nos puede llevar a penalizar la cebada, ni la lucha contra los estupefacientes nos debe conducir a destruir el amazonas en busca de plantas psicotrópicas, tenemos que acabar con la persecución a la hoja de coca que es un componente esencial de la cultura de los pueblos indígenas andinos, y promover su industrialización con fines benéficos.
A nivel económico
Complementariedad y no competencia desleal entre las economías de la región. Desarrollar y potenciar empresas estatales. Instaurar una aerolínea estatal sudamericana, un servicio público de telecomunicaciones, una red estatal de electricidad, una industria sudamericana de medicamentos genéricos, un complejo minero-metalúrgico.
Morales propone “Comercio justo al servicio de los pueblos de Sudamérica”. Al interior de la Comunidad Sudamericana debe primar el comercio justo en beneficio de todos los sectores y en particular de las pequeñas empresas, las comunidades, los artesanos, las organizaciones económicas campesinas y las asociaciones de productores. Medidas efectivas para superar las asimetrías entre países. Instauración de un Banco del Sur (un Banco de Desarrollo en base al 10% de las reservas internacionales de los países de Sudamérica, lo que oscila en los 16.000 millones de dólares), orientado a atender proyectos de desarrollo productivo e integración bajo criterios de recuperación financiera y con contenido social.
Un fondo de compensación para la deuda social y las asimetrías. “Integración Física para el intercambio entre los pueblos y no sólo para exportar”. En este marco propone revisar la Iniciativa de Integración Regional Sudamericana (IIRSA), para tomar en cuenta las preocupaciones de la gente que quiere ver carreteras en el marco de polos de desarrollo y no autopistas por las que pasan contenedores para la exportación en medio de corredores de miseria y un incremento del endeudamiento externo.
Integración Energética entre consumidores y productores de la región, con la conformación de una Comisión Energética de Sudamérica.
A nivel del medio ambiente y la naturaleza
Políticas públicas con participación social para preservar el medio ambiente. Junta Sudamericana del Medioambiente para elaborar normas estrictas e imponer sanciones a las grandes empresas que no respetan dichas reglas.
Convención Sudamericana por el derecho humano y el acceso de todos los seres vivientes al Agua. Protección de la biodiversidad.
A nivel político institucional
1) Profundizar las democracias con mayor participación social. Una Comisión de Convergencia Permanente para elaborar el tratado de la CSN y garantizar la implementación de los acuerdos, compuesta por representantes de los 12 países para que, hasta la III Cumbre de Jefes de Estado, elaboren el proyecto de tratado de la Comunidad Sudamericana de Naciones tomando en cuenta las particularidades y ritmos de las distintas naciones. Así mismo, esta Comisión de Convergencia Permanente, a través de grupos y comisiones, debería coordinar y trabajar conjuntamente con la CAN, el MERCOSUR, la ALADI, OTCA y diferentes iniciativas subregio nales para evitar duplicar esfuerzos, y garantizar la aplicación de los compromisos.
El coordinador de la cumbre, Pol Araníbar, coincidió en que será la primera vez que no haya una contracumbre de los sectores sociales, sino un encuentro complementario en el que incluso “habrá mesas de trabajo entre los equipos de las cumbres”.
Evo Morales: integración de diferentes velocidades
En un documento preliminar, el mandatario boliviano Evo Morales señala estar “convencido de que en nuestra próxima cita en Bolivia hay que pasar de las declaraciones a los hechos”. “Creo que debemos avanzar hacia un tratado que haga de la Comunidad Sudamericana de Naciones un verdadero bloque sudamericano a nivel político, económico, social y cultural. Estoy seguro que nuestros pueblos están más próximos que nuestras diplomacias. Creo, con todo respeto, que nosotros los presidentes debemos dar un sacudón a nuestras Cancillerías para que se desempolven de la rutina y enfrentemos este gran desafío”, señala.
“Soy consciente de que las naciones en Sudamérica tienen diferentes procesos y ritmos. Por eso propongo un proceso de integración de diferentes velocidades. Que nos tracemos una hoja de ruta ambiciosa pero flexible. Que permita a todos ser parte, posibilitando que cada país vaya asumiendo los compromisos que puede asumir y permitiendo que aquellos que desean acelerar el paso lo hagan hacia la conformación de un verdadero bloque político, económico, social y cultural. Así se han desarrollado otros procesos de integración en el mundo y el camino más adecuado es avanzar en la adopción de instrumentos de supranacionalidad respetando los tiempos y la soberanía de cada país”, dice Morales en su presentación.
“Nuestra integración es y debe ser una integración de y para los pueblos. El comercio, la integración energética, la infraestructura, y el financiamiento deben estar en función de resolver los más grandes problemas de la pobreza y la destrucción de la naturaleza en nuestra región. No podemos reducir la Comunidad Sudamericana a una asociación para hacer proyectos de autopistas o créditos que acaban favoreciendo esencialmente a los sectores vinculados al mercado mundial. Nuestra meta debe ser forjar una verdadera integración para “vivir bien””, señala.
Una serie de propuestas son enumeradas por el mandatario andino, que tienen que ver con medidas a nivel social y cultural:
Analfabetismo, desnutrición, paludismo y otros flagelos de la extrema pobreza. Construcción de un sistema público y social sudamericano para garantizar el acceso de toda la población a los servicios de educación, salud y agua potable. Más empleo en Sudamérica y menos migración. Adopción de Mecanismos para disminuir la desigualdad y la inequidad social. Lucha continental contra la corrupción y las mafias. Coordinación sudamericana con participación social para derrotar al narcotráfico. Defensa e impulso a la diversidad cultural.
Despenalización de la hoja de coca y su industrialización en Sudamérica. Así como el combate al alcoholismo no nos puede llevar a penalizar la cebada, ni la lucha contra los estupefacientes nos debe conducir a destruir el amazonas en busca de plantas psicotrópicas, tenemos que acabar con la persecución a la hoja de coca que es un componente esencial de la cultura de los pueblos indígenas andinos, y promover su industrialización con fines benéficos.
A nivel económico
Complementariedad y no competencia desleal entre las economías de la región. Desarrollar y potenciar empresas estatales. Instaurar una aerolínea estatal sudamericana, un servicio público de telecomunicaciones, una red estatal de electricidad, una industria sudamericana de medicamentos genéricos, un complejo minero-metalúrgico.
Morales propone “Comercio justo al servicio de los pueblos de Sudamérica”. Al interior de la Comunidad Sudamericana debe primar el comercio justo en beneficio de todos los sectores y en particular de las pequeñas empresas, las comunidades, los artesanos, las organizaciones económicas campesinas y las asociaciones de productores. Medidas efectivas para superar las asimetrías entre países. Instauración de un Banco del Sur (un Banco de Desarrollo en base al 10% de las reservas internacionales de los países de Sudamérica, lo que oscila en los 16.000 millones de dólares), orientado a atender proyectos de desarrollo productivo e integración bajo criterios de recuperación financiera y con contenido social.
Un fondo de compensación para la deuda social y las asimetrías. “Integración Física para el intercambio entre los pueblos y no sólo para exportar”. En este marco propone revisar la Iniciativa de Integración Regional Sudamericana (IIRSA), para tomar en cuenta las preocupaciones de la gente que quiere ver carreteras en el marco de polos de desarrollo y no autopistas por las que pasan contenedores para la exportación en medio de corredores de miseria y un incremento del endeudamiento externo.
Integración Energética entre consumidores y productores de la región, con la conformación de una Comisión Energética de Sudamérica.
A nivel del medio ambiente y la naturaleza
Políticas públicas con participación social para preservar el medio ambiente. Junta Sudamericana del Medioambiente para elaborar normas estrictas e imponer sanciones a las grandes empresas que no respetan dichas reglas.
Convención Sudamericana por el derecho humano y el acceso de todos los seres vivientes al Agua. Protección de la biodiversidad.
A nivel político institucional
1) Profundizar las democracias con mayor participación social. Una Comisión de Convergencia Permanente para elaborar el tratado de la CSN y garantizar la implementación de los acuerdos, compuesta por representantes de los 12 países para que, hasta la III Cumbre de Jefes de Estado, elaboren el proyecto de tratado de la Comunidad Sudamericana de Naciones tomando en cuenta las particularidades y ritmos de las distintas naciones. Así mismo, esta Comisión de Convergencia Permanente, a través de grupos y comisiones, debería coordinar y trabajar conjuntamente con la CAN, el MERCOSUR, la ALADI, OTCA y diferentes iniciativas subregio nales para evitar duplicar esfuerzos, y garantizar la aplicación de los compromisos.
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