La diplomacia de las Cumbres
La necesidad de poner más énfasis en los mecanismos de seguimiento de lo que se acuerda al más alto nivel político y de aprovechar la diplomacia multilateral de las Cumbres por parte de nuestros países, son aspectos puestos de relieve por Félix Peña* en su trabajo.
Sólo unos pocos de los puntos incluidos en la Declaración de Lima, tienen calendarios y hojas de ruta concretas para su incorporación a la realidad. Incluso reiteran mucho de lo que se ha sostenido en Cumbres anteriores. Quizá sea por ello que el Presidente Alan García, al clausurar el evento como anfitrión de la Cumbre, señaló la importancia de asegurar en el futuro el seguimiento y cumplimiento de lo acordado.
Lo cierto es que los resultados de Lima, refuerzan la impresión de que será necesario en adelante poner más énfasis en los mecanismos de seguimiento de lo que se acuerda al más alto nivel político. La experiencia acumulada por la propia Unión Europea en otras regiones puede ser útil al respecto. En particular, algunos de los métodos de trabajo que se emplean en las relaciones con el Asia en el marco de la ASEM, podrían ser tomados en cuenta para futuros desarrollos en el ámbito euro-latinoamericano.
En tal sentido, puede destacarse que uno de los compromisos de Lima apunta en la buena dirección. Es el contenido en el punto 53 de la Declaración Final, redactado en los siguientes términos: "Hemos decidido considerar la creación de una Fundación ALC-UE concebida como un estímulo para deliberar sobre estrategias comunes y acciones orientadas al fortalecimiento de nuestra asociación bi-regional, así como a aumentar su visibilidad. Con este objetivo, se establecerá un Grupo de Trabajo bi-regional abierto para preparar los posibles términos de referencia de dicha Fundación. Un informe será presentado a la Reunión de Altos Funcionarios, para ser considerado en su primera reunión de 2009".
La propuesta se habría originado en España y es por ello que puede estimarse que su concreción se producirá, o antes o durante la Cumbre del 2010 a realizarse en ese país. Fueron los parlamentarios de ambas regiones, en la reunión que realizaron también en Lima antes de la Cumbre, quienes impulsaron la iniciativa en los siguientes términos: "Crear una Fundación Euro-Latinoamericana para la promoción del diálogo entre los socios, de carácter mixto, en línea con las ya existentes para otras áreas geográficas".
Un precedente concreto de tal Fundación y que probablemente se tomará en cuenta en los trabajos preparatorios de su creación, es el de la Asia-Europe Foundation establecida en 1997 (sobre sus antecedentes, su organización y sus múltiples actividades, especialmente aquellas destinadas a profundizar las relaciones entre las sociedades civiles de ambas regiones, incluyendo los medios académicos, ver http://www.asef.org).
La diplomacia de las Cumbres
Resulta útil extraer algunas conclusiones de este nuevo episodio de la diplomacia de las Cumbres. Una se refiere al carácter inevitable de las Cumbres. Cualquiera que sea la opinión que se pueda tener sobre su relevancia relativa, lo cierto es que ellas – sean las de alcance regional, como la próxima Cumbre de las Américas que tendrá lugar en Trinidad Tobago en abril de 2009 o inter-regional, como la Cumbre de la APEC también en Lima, en noviembre próximo – seguirán realizándose y que se han transformado en una dimensión ineludible de la diplomacia multilateral. El no asistir o el no tener una presencia significativa, puede tener costos que corresponderá ponderar a cada país. Otra conclusión se refiere al hecho de que sus resultados para cada país participante – más allá del alcance de sus Declaraciones finales –, dependen de la estrategia que desarrolle para aprovechar el respectivo evento en términos de su imagen internacional y de su capacidad de interlocución con otros países y, en particular, con aquellos que tienen un papel protagónico en el sistema internacional y en la competencia económica global.
Ello implica que en la agenda de cada país, conviene tener presente el calendario – y también la sede – de las próximas Cumbres relacionadas con los principales espacios de su inserción internacional. Una preparación adecuada trasciende a los respectivos gobiernos, ya que en forma creciente el impacto real y mediático de cada Cumbre depende también del grado de participación de empresarios, parlamentarios y representantes de la sociedad civil, especialmente en los eventos paralelos que suelen desarrollarse.
(*) Director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación Standard Bank, y del Módulo Jean Monnet y del Núcleo Interdisciplinario de Estudios Internacionales de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF
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