La educación en acción

Tres pequeños países, Uruguay, Costa Rica, y el Estado de Israel, con lazos fraternos, muy estrechos, han apostado muy fuerte por la educación, y ello les ha permitido construir economías solidas.


Se pueden extraer muchas enseñanzas de ellos.

Uruguay ha privilegiado la educación. Salvo el interregno de la dictadura militar, ha sido prioridad obligada. Fue uno de los primeros hace pocos años en implantar la educación prescolar universal. Tiene una Universidad líder, la Universidad de la República, que viene fusionando cada vez más la investigación científica con los grandes problemas del país. Desarrolló un esfuerzo educativo inédito en la actual gestión de gobierno, el Plan Ceibal que integró a todos los estudiantes del país al mundo digital, y es un modelo de referencia internacional.

Costa Rica, tiene limitados recursos naturales, pero prioridades muy claras. Educación y salud pública son las primeras. Cambió su Constitución para asegurar que nunca se invierta en educación menos del 6% del Producto Bruto Nacional. Es considerado uno de los países más ecológicos del planeta, y en ello y otras áreas, la educación ha sido central.

El autor está escribiendo esta nota desde Israel. Ha tenido el privilegio de recibir aquí el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Hebrea de Jerusalem, su máximo lauro. Fue otorgado entre otros a Umberto Ecco, Vaclav Hevel, Bill Clinton, Al Gore, Jean Paul Sartre, Simone Weil. Es la primera vez que el Senado de la Universidad resolvió conferirlo a un cientista social latinoamericano. La Universidad es una expresión de como la educación ha sido una prioridad decisiva en el país. Fue fundada en 1925 por un Consejo Directivo, que integraron Albert Einstein, Sigmund Freud, y Martin Buber. Estudian en ella alumnos de 65 países. Al mismo tiempo que vanguardia en las disciplinas humanísticas, registró en el 2010, 53 patentes internacionales. Respetada mundialmente obtuvo en años recientes 5 premios Nobel. Junto al autor recibió el Honoris Causa, el Premio Nobel de química israelí Dan Schejtman, y una prominente líder beduina.

Israel no tiene materias primas estratégicas, y lucha duramente por cada gota de agua, pero su apuesta a la educación le ha permitido estar en el liderazgo mundial en el lanzamiento de empresas de tecnología de punta. La educación y la investigación científica tecnológica son base de ello. También la educación desde el prescolar en trabajo voluntario, le ha dado otro logro. Es uno de los líderes mundiales en voluntariado. Los voluntarios, generan más del 5% del producto bruto del país en inclusión social, ayuda a los desfavorecidos, e innúmeras causas de bien público. Diseminan a diario valores morales y solidaridad como lo ordena el texto bíblico.

Estos países, Uruguay, Costa Rica, Israel, son pequeños, tienen problemas muy importantes, en Israel nada menos que la amenaza de exterminio que esgrime permanentemente en los Foros Públicos el Presidente de Irán, pero han mostrado al mundo que apostar con todo por la educación, es un camino central para la gran meta de empoderar a la población para la producción, y la construcción de democracias activas.



(*) La más reciente obra del autor “Emprendedores sociales. Los que hacen la diferencia”.
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