La panadería del pueblo
Los ciudadanos de El Alto tienen ahora su panadería gracias a la alianza entre Fundación Loma Negra, el Municipio de El Alto y el INTI. De este modo se generaron puestos de trabajo y precios competitivos que benefician a sus habitantes.
En la localidad de Villa El Alto, provincia de Catamarca, hasta hace unos meses sus habitantes tenían que trasladarse a otros pueblos para comprar pan y pagarlo más caro porque no había una panadería en la zona.
A partir de esta problemática, Fundación Loma Negra junto con el Municipio El Alto decidieron buscar una familia emprendedora del rubro para financiar el proyecto de una panadería y, de esta manera, generar fuentes de trabajo y disminuir el precio final del producto. “El Consejo de Desarrollo Comunitario (CDC) puso manos a la obra, hasta que apareció una familia originaria de estas tierras, que tenía un pequeño emprendimiento en su casa de una manera muy rústica”, cuenta Lorena Pastoriza, Técnica de Proyecto de Fundación Loma Negra, que estudió las posibilidades del emprendimiento y la formulación del proyecto.
Beatriz Mansilla es una joven emprendedora que comenzó vendiendo pasta frola y alfajores que cocinaba en su casa con una receta de su mamá. Así fue haciéndose conocida y con el aumento de pedidos decidió incorporar a su hermano en las ventas. “Me enteré que Fundación Loma Negra estaba interesada en financiar proyectos de panadería y me puse en contacto de inmediato”, cuenta Mansilla, que incorporó a toda su familia al emprendimiento.
Mediante la firma de un convenio con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) se formalizó el compromiso para capacitar, acondicionar el espacio físico y adquirir e instalar el equipamiento. Así se puso en marcha el emprendimiento denominado Panadería “Parada 42”con el objetivo de incentivar la producción local y promover la elaboración de productos panificados a precios competitivos que beneficien a los habitantes de la Villa El Alto y zonas aledañas.Asimismo, el acuerdo firmado establece que las maquinarias y utensilios están en comodato por un año con la posibilidad de cesión definitiva para el equipo productivo mientras que un pequeño porcentaje de la inversión realizada por las entidades será devuelto en especies a las instituciones con más necesidades de la comunidad, especialmente a las escuelas que cuentan con comedores.
A principios de año, comenzaron las capacitaciones por parte del INTI que aún están vigentes. La primera etapa consistió en conocer el uso y mantenimiento de las maquinarias, con sus requisitos mínimos para su utilización y clases sobre higiene y seguridad alimentaria, cuidado de los productos, entre otros. “Hoy tienen lo básico para operar, a medida que aumenten su producción van a ir necesitando más conocimientos”, explica Hugo Pollo, Técnico del INTI del Programa ABC (Abastecimiento Básico Comunitario) y agrega: “Como no sabían preparar panes salados, les dictamos clases de panificación francés y pan de grasa. Y como para fin de año quieren producir pan dulce, que requiere uso de conservantes, también vamos a incluirlo en las capacitaciones”.
Fuente: Boletín Grupo Brasil
Natura certificó como Empresa B por la sustentabilidad de sus negocios
La compañía es la primera empresa de capital abierto de Latinoamérica en recibir la certificación de Empresa B. El sello fue otorgado por la Organización B Lab en reconocimiento a Natura por promover una sociedad más sustentable a través de su actuación empresarial y por su compromiso de generar impacto positivo en las sociedades y comunidades donde actúa.
Natura recibió la certificación de Empresa B (Benefit Corporation), convirtiéndose en la primera empresa de capital abierto de Latinoamérica que recibe la certificación, y la mayor del mundo por ingresos y cantidad de colaboradores.
La entrada al Movimiento B Corp que nació en los Estados Unidos diez años atrás y que empieza a forjarse en otros países como sistema B, es una alusión a los beneficios sociales y ambientales que se proponen las empresas que forman parte.
La certificación fue otorgada por B Lab en Estados Unidos y avalada por su representante en Latinoamérica Sistema B por considerar a Natura como una empresa que asocia el crecimiento económico con la promoción del bienestar social y ambiental y por su compromiso de generar impacto positivo en las sociedades y comunidades donde actúa. Ya son más de 1165 Empresas B certificadas en el mundo y 146 en Latinoamérica hasta la fecha.
Para certificarse como empresa B y recibir el sello, Natura presentó sus políticas y prácticas relacionadas con cuatro temas a una auditoría independiente por parte de B Lab: la gobernanza, la comunidad, los empleados y el medio ambiente. La empresa respondió un cuestionario de 165 preguntas y presentó pruebas para demostrar la veracidad de sus respuestas además de entrevistas en profundidad con los ejecutivos de la compañía.
Con este certificado, la misión socio-ambiental de Natura estará expresada dentro del estatuto de la empresa y esto significa garantizar que el crecimiento de los negocios se refleje en su razón de ser. Como la evolución es un proceso inherente a las empresas B Corp, cada dos años la empresa deberá renovar el certificado demostrando actualizaciones constantes en su estrategia de sustentabilidad.
“Más que contribuir con la sociedad a partir de la adopción de prácticas sustentables, queremos promover un movimiento creciente de concientización y búsqueda de soluciones para un futuro más equilibrado y justo, desde el punto de vista económico, social y ambiental”, afirma Roberto Lima, presidente de Natura. “La conquista de esta importante certificación refuerza nuestra creencia de que debemos buscar el lucro, base de nuestra operación, pero que no debe ser esa la finalidad única de nuestra existencia”.
La nueva Visión de Sustentabilidad de Natura, con mirada hacia 2050, involucra un total de 34 indicadores socioambientales y 23 compromisos públicos para 2020 agrupados en tres pilares: Marcas y Productos, Red, y Gestión y Organización.
Fuente: Boletín Grupo Brasil