Los cupones ligados al PBI fueron el gran negocio inversor de 2010

El dólar y los plazos fijos son, sin lugar a dudas, las herramientas más frecuentadas por el ahorrista medio argentino. Estos son los activos tradicionales que el inversor minorista reconoce como reserva de valor de bajo riesgo. Sin embargo, estas opciones conservadoras, fueron las que obtuvieron menor rentabilidad. Por el lado de los activos destinados a inversores sofisticados, el año 2010 cierra con muy buenos indicadores. Los bonos nacionales registraron importantes subas. El Bocón de Consolidación - Sexta Serie (PR13) -en pesos-, escaló un 63%, mientras que el Boden 2015 -en dólares- registró un alza del 20%. Los cupones atados al PBI fueron el gran negocio de 2010; llegaron a crecer hasta un 200%. El dinamismo de estos bonos estuvo signado por el optimismo en la economía local de cara al futuro. Durante 2010 la tasa de crecimiento del producto fue mayor que la esperada. Además, registró un gran contraste en comparación con el devenir de las economías avanzadas, que recién se recuperan de la recesión, explica un informe de Abeceb.com.


Finaliza un año de inestabilidad financiera a nivel internacional. Pese a que avanza la recuperación y se acerca el fin de la “Gran Recesión” la esfera monetaria estuvo sacudida por los planes de estímulo de Estados Unidos, la guerra de monedas y las dudas en torno a la capacidad de pago de algunos países europeos.

Estos factores tuvieron un gran impacto en las economías periféricas. Las preguntas claves que surgen son:

¿Cómo repercutieron estos hechos en el plano local? ¿Qué pasó con el rendimiento de los activos financieros durante 2010? En un año marcado por elevadas tasas de inflación ¿Qué instrumentos consiguieron ganarle terreno a la suba de precios? ¿Cuáles son los activos más interesantes para hacer frente a las fluctuaciones internacionales?

El dólar y los plazos fijos son, sin lugar a dudas, las herramientas más frecuentadas por el ahorrista medio argentino. Estos son los activos tradicionales que el inversor minorista reconoce como reserva de valor de bajo riesgo.

Para quienes apostaron a la moneda norteamericana, la rentabilidad conseguida durante el año fue del 3,4%. La divisa cotizaba a 3,82 para la venta en enero y a mediados de diciembre ya se transa en 3,97 para la compra. A diferencia de la tendencia registrada en 2008 y 2009 -cuando el dólar había subido un 8,7% y un 9,4% 2009 respectivamente- el año que cierra se caracterizó por una cotización del dólar prácticamente estable, que intentó servir de ancla nominal para los precios.

En cuanto a los depósitos a plazo, la tasa promedio giró en torno al 10,4%. Dentro de las opciones tradicionales, el depósito a plazo logró sacarle una gran ventaja al dólar. La contracara que tiene esta opción es que el ahorrista no puede retirar el dinero en cualquier momento.

Si bien es cierto que el dólar y los depósitos a plazo son las alternativas más seguras, durante 2010 no consiguieron superar la dinámica del nivel de precios. Se estima que la tasa de inflación para 2010 se ubicará alrededor del 22-25%, según el IPC abeceb.com. Evidentemente, ni el dólar ni los plazos fijos han podido superar estas tasas.

Para quienes invirtieron en el euro, los resultados fueron menos alentadores. La moneda de la Eurozona cayó un 4,5% contra el peso y en lugar de ganancias, los ahorros en esta moneda ofrecieron resultados negativos. En enero se pedían 5,53 pesos por euro y a fin de año su cotización se ubica en los 5,28. El desempeño habría sido aún peor si la moneda común no se hubiera apreciado en los últimos seis meses. En el mes de junio su cotización fue la más baja y se ubicaba en los 4,6 pesos por euro. En este sentido, solo para quienes aprovecharon la circunstancia, haber comprado euros a mitad de año habría arrojado una diferencia positiva del 4,6%.

Continuando en la senda de las inversiones más conservadoras, el oro fue uno de los grandes atractivos a nivel internacional. Por la abundante liquidez de dólares y la inestabilidad global, los inversores se volcaron hacia los activos reales. Esto propició una importante suba de precios en todos los commodities. En particular, el oro subió un 24%. A principio de año el precio internacional era de 36 dólares por gramo y hoy en día se intercambia a casi 45.

Por el lado de los activos destinados a inversores más sofisticados, el año 2010 cierra con muy buenos indicadores. Los bonos nacionales registraron importantes subas. El Bocón de Consolidación - Sexta Serie (PR13), que es un bono en pesos, escaló un 63%. La estabilidad del dólar, el exitoso cierre del canje y las bajas tasas de interés en los países avanzados, determinaron una evolución muy favorable en los bonos nacionales. En tanto, el Boden 2015 (RO15), cuya denominación es en dólares, registró un alza del 20%.

Los cupones vinculados al PBI fueron el gran negocio de 2010. El bono atado al PBI denominado en pesos (TVPP) pasó de cotizar a 4,6 pesos por cupón para cerrar el año a 13,9, por lo que registró una suba del 200%.

Paralelamente, el bono en dólares (TVPY) creció un 124%. El alza en los primeros fue mayor debido a que se corre un riesgo por posibles depreciaciones de la moneda local, factor que este año no fue muy significativo. El dinamismo de estos bonos estuvo signado por el optimismo en la economía local de cara al futuro. Durante 2010 la tasa de crecimiento del producto fue mayor que la esperada. Además, registró un gran contraste en comparación con el devenir de las economías avanzadas, que recién se recuperan de la recesión.

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Finalmente, el Merval escaló un 41%. Este indicador, que sigue la evolución de las principales acciones que cotizan en la bolsa local, superó sus máximos históricos varias veces a lo largo de los últimos meses.

Actualmente se ubica en los 3300 puntos cuando en enero rondaba los 2300. El Merval pondera una serie de acciones en función del volumen negociado cuya evolución no es homogénea. Los bancos fueron quienes mostraron mejores resultados, motorizados por la estabilidad financiera a nivel macroeconómico y por el boom de consumo con tarjetas de crédito y débito.

En definitiva, las opciones tradicionales no han podido ganarle a la inflación. El dólar mostró una modesta ganancia del 3,4% y el euro una pérdida de casi un 5%. Los plazos fijos también se quedaron detrás de la inflación. Solo el oro puedo sacar ventaja en este terreno. En contraposición, las inversiones menos conservadoras mostraron importantes ganancias. Las estrellas en este campo fueron los bonos atados al PBI y las acciones de los bancos.

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