Los enemigos más amigos
Luis Tibiletti destaca en su nota como tarea inmediata de todas las fuerzas políticas democráticas, la construcción de la nueva identidad de defensa sudamericana, como los presidentes de la región al crear el Consejo Sudamericano de Defensa. Reflexión enmarcada en los sucesos en el entrenamiento de marinos chilenos de hace pocos días.
Hace ya casi 30 años un general brasilero sentenció que los ejércitos de Argentina y Brasil eran los ejércitos “enemigos más amigos del mundo, que se reunía todos los fines de semana de uno y otro lado de la frontera a comer alternativamente asado y fechoada”.
Pero además llegó a la conclusión de que eso era muuuuy caro y como jefe de operaciones del ejército de Brasil Manuel Teixeira eliminó la hipótesis de guerra con Argentina del planeamiento y comenzó el traslado de las unidades de la frontera hacia el Amazonas.
A 20 años de la cuasi guerra por el Beagle Argentina y Chile crearon el Comité Permanente de Seguridad Argentino-Chileno (COMPERSEG) integrado por funcionarios de Cancillerías, ministerios de Defensa y Estados Mayores. Tuve oportunidad al festejarse los 10 años de su creación de hacer un exhaustivo análisis de su funcionamiento en un trabajo conjunto entre Ser en el 2000 y Flacso Chile que nos encomendaran ambos ministerios de defensa. La sorpresa fue que todas las iniciativas de integración como la ya formada Brigada Conjunta Cruz del Sur provenían de los militares mientras que los ministerios de defensa no poseían siquiera archivadas las acta del comperseg y no tenían ni siquiera UNA persona en ambos ministerios dedicado exclusivamente al seguimiento de los acuerdos alcanzados en cada reunión (2x año).
Ambos países tienen un EXCELENTE RECORD MUNDIAL de PAZ, ya que no existen en el mundo otros países que compartan fronteras terrestres de semejante extensión (2da o tercera del mundo según las fuentes) sin haber desarrollado guerras entre ambos. Muy por el contrario Argentina y Chile comparten que haya sido un ejército bi- nacional como el de San Martín y O´Higgins el que los libertara.
Por eso frente al lamentable suceso de los marinos de Chile preparándose para la guerra contra sus vecinos y mucho peor que ello las declaraciones patéticas de un supuesto hombre de la democracia como el parlamentario Gonzalo Arenas de la UDI justificándolas, y el hecho de que también en nuestro país se vivió al comienzo de la democracia un caso similar de militares que colocaban como blanco en sus entrenamientos a chilenos, urge comprender la necesidad que los sistemas de conducción política de la defensa en toda nuestra América del Sur se pongan a trabajar en la transformación de las identidades estratégicas de nuestros pueblos y particularmente de los militares.
Cuentan para eso con dos obras señeras escritas justamente por hombres de la democracia de Chile. Una es el excelente libro de Jorge Tapia Valdés –el exministro de Justicia del Presidente Allende- quien describió con precisión la era de los ESTRATEGOCRATAS (refirirendose al gobierno de los generales y quienes siguen las ideas de la GRAN ESTRATEGIA que termina siendo igual que SEGURIDAD NACIONAL) y el daño que ello ocasiona al funcionamiento democrático . Otra la extensa obra de otro exiliado y luego decano de Sociología de la Universidad Hurtado de Chile Jorge Larraín Ibañez referida a las identidades nacionales y regionales en nuestra América. De allí se desprende la existencia de varias fuentes de ella y precisamente en el caso chileno describe la del militarismo como una de las que están en permanente tensión en especial con las concepciones de muchos grandes hombres chilenos que fueron constructores de la identidad del nacionalismo integrador – la Patria Grande- entre ellos ni más ni menos que
Andrés Bello.
Esto debe ser tarea inmediata de todas las fuerzas políticas democráticas para garantizar que realmente seamos capaces de construir la nueva identidad de defensa sudamericana como ordenaran nuestros presidentes democráticos al crear el Consejo Sudamericano de Defensa.
* Profesor de Teoría y Práctica de la construcción de la Paz – Universidad del Salvador
Pero además llegó a la conclusión de que eso era muuuuy caro y como jefe de operaciones del ejército de Brasil Manuel Teixeira eliminó la hipótesis de guerra con Argentina del planeamiento y comenzó el traslado de las unidades de la frontera hacia el Amazonas.
A 20 años de la cuasi guerra por el Beagle Argentina y Chile crearon el Comité Permanente de Seguridad Argentino-Chileno (COMPERSEG) integrado por funcionarios de Cancillerías, ministerios de Defensa y Estados Mayores. Tuve oportunidad al festejarse los 10 años de su creación de hacer un exhaustivo análisis de su funcionamiento en un trabajo conjunto entre Ser en el 2000 y Flacso Chile que nos encomendaran ambos ministerios de defensa. La sorpresa fue que todas las iniciativas de integración como la ya formada Brigada Conjunta Cruz del Sur provenían de los militares mientras que los ministerios de defensa no poseían siquiera archivadas las acta del comperseg y no tenían ni siquiera UNA persona en ambos ministerios dedicado exclusivamente al seguimiento de los acuerdos alcanzados en cada reunión (2x año).
Ambos países tienen un EXCELENTE RECORD MUNDIAL de PAZ, ya que no existen en el mundo otros países que compartan fronteras terrestres de semejante extensión (2da o tercera del mundo según las fuentes) sin haber desarrollado guerras entre ambos. Muy por el contrario Argentina y Chile comparten que haya sido un ejército bi- nacional como el de San Martín y O´Higgins el que los libertara.
Por eso frente al lamentable suceso de los marinos de Chile preparándose para la guerra contra sus vecinos y mucho peor que ello las declaraciones patéticas de un supuesto hombre de la democracia como el parlamentario Gonzalo Arenas de la UDI justificándolas, y el hecho de que también en nuestro país se vivió al comienzo de la democracia un caso similar de militares que colocaban como blanco en sus entrenamientos a chilenos, urge comprender la necesidad que los sistemas de conducción política de la defensa en toda nuestra América del Sur se pongan a trabajar en la transformación de las identidades estratégicas de nuestros pueblos y particularmente de los militares.
Cuentan para eso con dos obras señeras escritas justamente por hombres de la democracia de Chile. Una es el excelente libro de Jorge Tapia Valdés –el exministro de Justicia del Presidente Allende- quien describió con precisión la era de los ESTRATEGOCRATAS (refirirendose al gobierno de los generales y quienes siguen las ideas de la GRAN ESTRATEGIA que termina siendo igual que SEGURIDAD NACIONAL) y el daño que ello ocasiona al funcionamiento democrático . Otra la extensa obra de otro exiliado y luego decano de Sociología de la Universidad Hurtado de Chile Jorge Larraín Ibañez referida a las identidades nacionales y regionales en nuestra América. De allí se desprende la existencia de varias fuentes de ella y precisamente en el caso chileno describe la del militarismo como una de las que están en permanente tensión en especial con las concepciones de muchos grandes hombres chilenos que fueron constructores de la identidad del nacionalismo integrador – la Patria Grande- entre ellos ni más ni menos que
Andrés Bello.
Esto debe ser tarea inmediata de todas las fuerzas políticas democráticas para garantizar que realmente seamos capaces de construir la nueva identidad de defensa sudamericana como ordenaran nuestros presidentes democráticos al crear el Consejo Sudamericano de Defensa.
* Profesor de Teoría y Práctica de la construcción de la Paz – Universidad del Salvador
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