Los nuevos récords del comercio argentino

En 2005 la balanza comercial arrojó un saldo positivo de 11.650 millones de dólares, 3,8% menos que en 2004. Las exportaciones crecieron 16,6% y marcaron un nuevo récord histórico (40.300 millones), en tanto que las importaciones se incrementaron 28%, rondando los 28.650 millones, aún por debajo del máximo de 1998, señala un informe de la consultora Ecolatina. Si bien el panorama para las ventas externas en el año que se inicia es alentador –se espera un superávit comercial que rondará los 11.000 millones de dólares-, es posible que los precios de los principales productos de exportación caigan levemente a lo largo de 2006, en tanto que el crecimiento de los socios comerciales más importantes será levemente inferior al de 2005. Tanto las exportaciones como las importaciones se ubicarán en niveles récord, con un registro por quinto año consecutivo de un saldo superavitario mayor a los 10.000 millones de dólares.


Dentro de las exportaciones se destacan las manufacturas de origen industrial, que crecen 29% i.a. y explican casi la mitad del aumento de los envíos

En 2006 el superávit comercial será apenas inferior: alcanzará 11.000 millones de dólares, registrando así por quinto año consecutivo un resultado favorable mayor a 10.000 millones. Tanto las exportaciones como las importaciones se ubicarán en niveles récord.

Las ventas externas crecerán 9,2% y sumarán 44.000 millones de dólares. Se prevén incrementos en todos los rubros, a excepción de combustibles y energía.

El aumento de las exportaciones primarias y de manufacturas de origen agropecuario estará estrechamente ligado a la evolución de la economía internacional. El crecimiento esperado del PBI mundial, ponderado por la importancia de cada mercado en los envíos externos de la Argentina, rondará

El principal factor de riesgo para las exportaciones industriales es la posibilidad de que Brasil crezca menos de lo previsto. En efecto, las proyecciones oficiales para el año próximo cayeron de 4% a 3,4%.

Las importaciones, por su parte, crecerán 15% y los aumentos se registrarán en todos los rubros. Sumando 33.000 millones de dólares, superarán el máximo previo en 5,2%.

La necesidad de continuar financiando el aumento sostenido de las importaciones y de mantener la política de desendeudamiento neto hace deseable estimular la expansión de las exportaciones. Además, esto favorecería la obtención de economías de escala, la especialización y la incorporación de nuevas tecnologías.

Este año las exportaciones rondarán 40.300 millones de dólares, 16,6% por encima de 2004. Este valor no sólo constituye un nuevo récord histórico, sino que supera los pronósticos de la primera mitad del año. Las importaciones, por su parte, sumarán 28.650 millones (+28% i.a.), pero aún se ubicarán por debajo del máximo previo (31.377 millones en 1998). En este marco, la balanza de bienes arrojará un superávit de 11.650 millones, 3,8% menos que en 2004.

Casi la mitad del aumento de las exportaciones proyectado para este año responde a los mayores envíos de manufacturas de origen industrial (MOI). Este rubro es el más dinámico (+29% i.a.), como consecuencia de incrementos tanto en los precios (+13%) como en las cantidades (+16%). Los componentes que contribuyen en mayor medida al crecimiento son los metales comunes y sus manufacturas, el material de transporte y los productos químicos.

Los productos primarios (PP) y las manufacturas de origen agropecuario (MOA) explican respectivamente 3,2 y 3 puntos de los 16,6 de crecimiento de los envíos externos, destacándose el complejo oleaginoso y las carnes. Los incrementos de las exportaciones de estos rubros responden a un mayor volumen que permitió compensar con creces la caída de los precios (si bien permanecen elevados en términos históricos, se redujeron respecto del año anterior). En lo que concierne a los combustibles y energía, el aporte al crecimiento será de 2,3 puntos. En este caso los mayores envíos responden exclusivamente a la suba en los precios, ya que el volumen exportado es menor.

Dentro de las importaciones, se destaca el dinamismo de los bienes de capital, los bienes intermedios y piezas y accesorios. Estos tres rubros sumados explican más de 75% del crecimiento. De todas formas, el conjunto que más crece es combustibles y lubricantes (+51%).

Récords en 2006

Durante 2006 el intercambio comercial continuará siendo superavitario. De acuerdo a las proyecciones de Ecolatina, el resultado se ubicará en torno de 11.000 millones de dólares, lo cual marcará el quinto año consecutivo con excedente comercial superior a 10.000 millones de dólares, acumulando en ese lapso más de 67.000 millones de superávit. La baja de 5,6% respecto de este año se debe a que nuevamente las importaciones crecerán a mayor ritmo que las exportaciones.

El incremento de los envíos externos de productos primarios estará estrechamente ligado al crecimiento de la economía internacional (+4%, ponderado por la importancia de cada mercado en las exportaciones argentinas) y en particular, al desempeño de China, principal destino de los productos del complejo oleaginoso. Si bien las proyecciones de crecimiento del país asiático para 2006 indican una leve desaceleración en comparación con las últimas dos décadas (9% anual), el ritmo de expansión continuará siendo elevado: rondará 8,5%.

Las perspectivas para las exportaciones MOA también son alentadoras, aunque no se descarta que los precios se reduzcan (sin embargo, se mantendrán elevados en términos históricos). Es necesario señalar que lo que suceda en las negociaciones comerciales multilaterales condicionará la evolución futura de estos envíos al exterior, ya que estos bienes son los que enfrentan mayores restricciones de acceso a los países desarrollados. De todas formas, no se vislumbran importantes avances en el corto plazo y, aun bajo el supuesto poco realista de que se logrará una reducción sustancial de los picos arancelarios y los subsidios sobre estos productos (que además no se materializaría en el mediano plazo), todavía existirían múltiples barreras no arancelarias difíciles de sortear (normas sanitarias y de trazabilidad, indicaciones geográficas, legislación sobre bioterrorismo, requisitos de etiquetado, etc).

Aumentarán las compras al resto del mundo en todos los rubros. Dadas las necesidades de inversión, se espera que las importaciones de bienes de capital y sus piezas y accesorios se encuentren entre las más dinámicas. El ingreso de bienes intermedios desde el exterior se expandirá impulsado por el aumento de la producción industrial, en tanto que los avances en materia de recomposición de los ingresos reales estimularán las compras de bienes de consumo.

Teniendo en cuenta que la oferta doméstica de petróleo crece a un ritmo mucho más lento que la demanda, el excedente es cada vez más bajo. En este marco, las importaciones de combustibles y lubricantes seguirán aumentando sostenidamente.

Desafíos

Si bien el panorama para las ventas externas es alentador, es posible que los precios de los principales productos de exportación caigan levemente durante 2006, en tanto que el crecimiento de los socios comerciales más importantes será levemente inferior al de este año.
En un contexto donde es clave obtener divisas para financiar el incremento sostenido de las importaciones y continuar con la política de desendeudamiento neto, resulta importante diseñar estrategias destinadas a estimular el crecimiento sostenido de las exportaciones. Además, el impulso de las ventas externas entraña otras ventajas. Por ejemplo, teniendo en cuenta que la economía argentina es relativamente pequeña, muchas actividades no pueden desarrollarse eficientemente basándose sólo en el mercado interno. De esta forma, incrementar las exportaciones les permite obtener economías de escala y beneficios derivados de la especialización.

Por otro lado, el desarrollo de las exportaciones favorece la incorporación de nuevas tecnologías y la adopción de las “mejores prácticas” internacionales. Es decir, al competir en los mercados mundiales las empresas se ven obligadas a introducir mejoras de manera continua, ya sea por innovación o por imitación de firmas más competitivas. Adicionalmente, estos beneficios pueden generar derrames positivos sobre el resto de la economía.

De todas maneras, existen algunos obstáculos tanto internos como externos que deberán ser sorteados. Desde el exterior, se destacan las restricciones arancelarias y no arancelarias que los países desarrollados imponen a los productos donde la Argentina tiene mayores ventajas comparativas.

Por otra parte, como estos productos tienen baja elasticidad – ingreso*, su mercado internacional es menos dinámico que el de otros productos. Esta situación refuerza la necesidad de estimular las exportaciones no tradicionales y diversificar la oferta exportable. A nivel local, no se descarta que se acentúen los mecanismos fiscales orientados a mantener los precios internos bajo control (retenciones), los cuales incentivan a los productores a incrementar su oferta en el mercado doméstico en detrimento de los envíos al exterior. Por otra parte, se prevé que el tipo de cambio real baje lentamente (el mercado espera una apreciación de 5% durante 2006, de acuerdo a las expectativas implícitas en el IRFE), por lo cual la ventaja cambiaria irá desapareciendo. Es por ello que en ausencia de mejoras en la competitividad no-precio, se dificultará el acceso a los mercados externos.

* Variación de la cantidad demandada cuando varía el ingreso.

MABC