Mercosur y empresariado. Aprovechar los escenarios pos negociadores
La presencia de Argentina en organismos multilaterales como la OMC y en bloques regionales como el del MERCOSUR, producen efectos positivos en la estrategia-país en materia de comercio internacional de cara a las empresas, sectores y regiones del país. El aprovechamiento en defensa de los intereses empresarios se produce tanto en el seguimiento y "decodificación"de las negociaciones; como en la canalización de intereses a través de foros y la participación del empresariado en la integración productiva del MERCOSUR. Sin descuidar el desarrollo de estrategias empresarias para competir en escenarios post-negociadores.
La experiencia de la Argentina en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y en el Mercosur, así como la de muchos otros países que en los últimos años han participado en negociaciones comerciales internacionales en el ámbito global, regional o bilateral, es que de ellas resultan reglas de juego que al ser aplicadas, producen efectos en al menos tres planos relevantes para la estrategia-país en materia de comercio internacional e inserción competitiva en la economía mundial.
Ellos son:
• el condicionamiento de las políticas públicas que se pueden aplicar, especialmente en materia del comercio de bienes y de servicios, de inversión extranjera y propiedad intelectual, de compras gubernamentales;
• el desplazamiento de ventajas competitivas a favor o en contra de las empresas que operan desde el país, como consecuencia de cómo los resultados de las negociaciones pueden afectar las condiciones para acceder a los mercados de terceros países o de operar en ellos. Tal desplazamiento suele producirse "por goteo", esto es, con efectos que se manifiestan en plenitud a través del tiempo. Por ejemplo, recién este fin de año producirá sus plenos efectos lo acordado en materia de cuotas textiles en el Acuerdo de Textiles y Vestimentas, aprobado en 1994 al concluirse la Rueda Uruguay. Otro ejemplo, es el efecto que producirá sobre productos de origen argentino, la maduración de los programas de liberación arancelaria acordados por Chile, entre otros, con los Estados Unidos y con la Unión Europea , y
• el efecto sobre la imagen externa y la credibilidad del país, en la perspectiva de las estrategias y decisiones de inversión, tanto de redes transnacionales de producción y de comercio, como de otros inversores, incluso los propios.
La Argentina participa en la actualidad en por lo menos tres frentes negociadores relevantes.
Ellos son:
• el multilateral global en el marco de la Rueda Doha en la OMC. El plazo originalmente previsto para concluir las negociaciones era diciembre de 2005. Sin embargo, tras el fracaso de la reunión ministerial de Cancún en 2003, ha producido una dilación en las negociaciones. En julio se acordó el marco para el desarrollo de las negociaciones, las que podrían concluir - en un escenario optimista - a fines de 2005, como más temprano;
• el regional en torno a tres ejes:
a. El del Mercosur;
b. El de la ALADI, que incluye una amplia red de acuerdos preferenciales y de libre comercio, el último de los cuales ha sido el celebrado entre países de la Comunidad Andina y los del Mercosur, y
c. El del espacio sudamericano, que incluye además de la red de acuerdos celebrados en el marco de la ALADI, acciones conjuntas en el campo de la energía, la infraestructura física y el financiamiento.
• El regional hemisférico y el inter-regional en torno, a su vez, a tres ejes:
a. El del ALCA, especialmente con los Estados Unidos. Las negociaciones han quedado interrumpidas y se presume serán retomadas tras la inauguración de la nueva administración americana. De todas formas, la mayor parte de los países del Hemisferio están hoy participando de una amplia red de acuerdos preferenciales, que incluye particularmente la desarrollada en el ámbito ya mencionado de la ALADI y la que numerosos países han enhebrado con los Estados Unidos e, incluso, con el Canadá;
b. El del Mercosur con la Unión Europea (ver en el anexo 2, un análisis sobre la situación y perspectivas de esta negociación a la luz de los resultados de la reunión de Lisboa, el pasado 20 de octubre), y
c. El de los acuerdos preferenciales que los países del Mercosur están negociando con países extra-regionales, como la India y Sudáfrica, sin perjuicio de otros que puedan negociarse en el futuro, por ejemplo, con China.
¿Cuáles son los principales requerimientos planteados por el Mercosur y los demás frentes negociadores comerciales internacionales, a las empresas que operan en el país?
Tales requerimientos se refieren a la vez, a la representación de los intereses defensivos y ofensivos que resulten de las respectivas estrategias empresarias, y sobre todo, al aprovechamiento de los escenarios post-negociadores.
Los principales son:
• El seguimiento de las negociaciones y su "decodificación" en la perspectiva de empresas, sectores y regiones del país. Muchos países facilitan tal tarea a través de la diseminación de información oportuna y relevante por páginas Web oficiales;
• La canalización de intereses ofensivos y defensivos de cada empresa a través de las instituciones empresarias de cúpula, sectoriales y locales, y de los foros de participación habilitados por los negociadores. En muchos países existen foros empresarios especialmente orientados al seguimiento de las negociaciones y a la articulación de intereses intra-sectoriales. La Coalición Empresaria del Brasil es, entre otros, un ejemplo en tal sentido;
• La participación activa en los mecanismos orientados a facilitar e incentivar la integración de cadenas de valor, especialmente en el ámbito del Mercosur y, eventualmente, de otros acuerdos preferenciales. Es el caso de los denominados "foros de competitividad" instalados recientemente en el Mercosur, y
• El desarrollo de estrategias empresarias -o de grupos de empresas asociadas- para competir en los escenarios post-negociaciones comerciales.