México: su experiencia en el TLCNA y su reencuentro con Latinoamérica
En el marco del encuentro de Estudiantes y Graduados de Relaciones Internacionales, XII Cono Sur, desarrollado en Buenos Aires el 9 y 10 de noviembre, el investigador mexicano Juan Pablo Calderón Patiño, señaló el alto consenso que existe hoy en México para recuperar lazos con América Latina. Este país tiene una importante presencia en la región a través de los inversionistas mexicanos, que el próximo año habrán ubicado 20 000 md en diversos sectores en la región, especialmente en las nuevas tecnologías de la información. Argentina, ocupa el primer lugar en esas inversiones seguido de Brasil y Chile. “En este esquema es válido el ejemplo del famoso eje A,B,C + M". "A todos nos conviene una América Latina sólida", y para lograrla, es preciso "reforzar este eje", señaló Calderón en su ponencia cuyos principales tramos se reproducen a continuación.
“¿Qué nos deja el TLCAN a más de una década? Primero, que no es suficiente ser uno de los mayores exportadores sino hay instrumentos para permitir el encadenamiento de cadenas productivas regionales. Es motivo de discusión que México se limite a ser un país maquilador y ya. Su potencial, no es para eso.
En la necesidad de cumplir con las responsabilidades internas, México no sólo estará más cohesionado para enfrentar los retos del Tratado sino que tendrá un papel más dinámico en el proceso de revisión del mismo que se tiene hoy en día. En el TLCAN, es evidente el sobredimensionamiento de sus efectos, negativos y positivos, pero la realidad es que el funcionamiento de la economía mexicana no ha mejorado por su presencia.
“Un tema que rebasa al TLCAN, pero que sin duda se ha acrecentado en México es el de los dos Méxicos. El destacado académico egipcio, Samir Amin, ha mencionado que México no puede ser igual con un norte texano y un sur guatemalteco. Las interrogantes de ¿cómo lograr evitar la marginación regional de esos México? Merecen respuestas que no pueden esperar como tampoco pueden esperar la renovación de estrategias en una globalización que marcha aceleradamente.
”México, con todo y la asimetría con Norteamérica, ha logrado pasar de una relación de dependencia a una de interdependencia. Esta fórmula en conjunto con resolver los problemas de desigualdad social puede acercar más un pragmatismo de responsabilidades sociales compartidas. La histórica realidad de que conviene a Estados Unidos un México en paz y con desarrollo, es el mejor aval que garantiza también su desarrollo y seguridad.
¿Cuál es el futuro para México en el TLCAN y en Latinoamérica?
“No tenemos motivos para ser optimistas en México. Después del 11 de septiembre nuestros intereses se han entrecruzado y no ha existido un equilibrio. Washington ve como legitima prioridad la seguridad. México, el desarrollo. Se discute, mas en círculos privados de las grandes trasnacionales y de intereses excluyentes, una iniciativa llamada ASPAN, que significa Asociación para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte. Lejos de que esta discusión se de en los parlamentos y en la sociedad civil, se da en círculos cerrados de los hoy tres gobiernos conservadores de América del Norte. Lo que trae suspicacias. México siempre ha sido un defensor de la legalidad internacional y de los principios del multilateralismo. Suscribir alianzas de seguridad con Washington es recibir un pasaporte para que México compre, inmerecidamente, a los enemigos de la potencia. Es un riesgo altísimo al que me refiero y donde no hay consensos en la sociedad mexicana.
“Si la vecindad geográfica de México con Estados Unidos, es una realidad donde la política exterior mexicana desarrolla con un cuerpo doctrinario los vectores para la defensa de la soberanía nacional, también es verdad que no ocupa la totalidad de la acción de México con el exterior. Permitir esa lectura, sería equivalente a tener un aislamiento con excepción bilateral, es decir, con Estados Unidos.
“Donde hay un altísimo consenso es en recuperar nuestros nexos con América Latina. Nadie duda en México de ello y hay una permanente crítica a los errores del gobierno de Vicente Fox en enfrentamientos con Cuba, Venezuela, Bolivia y el desencuentro en Mar del Plata. La Emb. Rosario Green, ha señalado que México se encuentra entre un norte económico y un sur político. Una permanencia latinoamericanista que no esta apuesta a duda alguna y que el referente histórico habla de ello.
“Desde la vocación mexicana por el asilo político donde recibimos a tantos hermanos latinoamericanos que defendían los espacios democráticos, aprendimos de ellos su coraje por un exilio temporal en el que dejaron, los que regresaron a sus países con el regreso de la democracia, su corazón y talento que enriqueció a la sociedad mexicana. Hasta iniciativas de esencia latinoamericana como la creación del Grupo Contadora para contribuir en un intento de latinoamericanos para latinoamericanos a la paz en Centroamérica, que posteriormente se convertiría en el valioso Grupo de Río. Por ello, no podemos ver una Mesoamérica dividida por el Canal de Panamá y una inconexa figura de Estado-Región encarnada en una rica Comunidad Sudamericana de Naciones. Nos convoca el Foro del Desafío de coordinar intereses en Sudamérica. Ese desafío debe encontrar respuestas desde Tijuana hasta Panamá y complementarlo con enriquecer nuestra interacción con Sudamérica y viceversa. Sólo así podremos afianzar desde Tijuana, la primera puerta latinoamericana desde el norte, la última desde su mirada austral, en una América Latina sólida donde los 15000 kilómetros que separan a la ciudad norteña mexicana con Ushuaia, sean campo fértil para un nuevo diálogo, nuevas acciones y renovados bríos para enfrentar a enemigos comunes como la oprobiosa pobreza, la terrible realidad de ser la zona mas desigual del mundo y para tener un papel de acción que participe con inteligencia y decisión frente a otras áreas regionales del orbe como la Cuenca del Pacífico asiático, la Europa Comunitaria y en el nivel global, reforzar nuestra presencia en metas grandes como la reforma al andamiaje de la ONU o el de consolidar los mecanismos de solución de controversias en la OMC.
“México tiene una importante presencia en América Latina por medio de los inversionistas mexicanos. Se estima que el próximo año serán cerca de 20 000 md. Los empresarios mexicanos han invertido en diversos sectores, especialmente en las nuevas tecnologías de la información. Argentina, ocupa el primer lugar en esas inversiones seguido de Brasil y Chile. Centroamérica, con su propio ritmo, es un espacio importante y más en cuanto al desarrollo de infraestructura que la comunique mejor con el sur de México. En este esquema es válido el ejemplo del famoso eje A,B,C + M. Acrecentemos esta alianza en otros derroteros de la política, la academia, la comunicación, etc. A todos nos conviene. Una América Latina sólida exige reforzar ese eje.
“Tenemos algo para estudiar y que hoy por hoy merece respuestas inteligentes. La cuestión energética puede ser lo que el carbón y el acero fueron para la Unión Europea en cuanto amalgama de integración. México, Venezuela y Bolivia, enfrentados sólo fortalecen la posición de un Washington republicano con falsas lecturas de establecer nuevas formas de hegemonías. Brasil y Sudamérica ocupan un papel clave en energías alternativas. Mesoamérica está ensayando en la misma temática. No soslayemos el tema energético y seamos capaces de tener un eje en la materia que nos complemente y nos permita tener posiciones en conjunto que fortalezcan nuestra capacidad de influir, orientar y exigir un debate, lejano ya, de formulas únicas con pésimos resultados en lo social. Generemos alternativas para ganar el futuro, pero también para ser más competitivos frente a gigantes que como China disputa a nuestra región los millonarios fondos de Inversión Extranjera Directa.
En la necesidad de cumplir con las responsabilidades internas, México no sólo estará más cohesionado para enfrentar los retos del Tratado sino que tendrá un papel más dinámico en el proceso de revisión del mismo que se tiene hoy en día. En el TLCAN, es evidente el sobredimensionamiento de sus efectos, negativos y positivos, pero la realidad es que el funcionamiento de la economía mexicana no ha mejorado por su presencia.
“Un tema que rebasa al TLCAN, pero que sin duda se ha acrecentado en México es el de los dos Méxicos. El destacado académico egipcio, Samir Amin, ha mencionado que México no puede ser igual con un norte texano y un sur guatemalteco. Las interrogantes de ¿cómo lograr evitar la marginación regional de esos México? Merecen respuestas que no pueden esperar como tampoco pueden esperar la renovación de estrategias en una globalización que marcha aceleradamente.
”México, con todo y la asimetría con Norteamérica, ha logrado pasar de una relación de dependencia a una de interdependencia. Esta fórmula en conjunto con resolver los problemas de desigualdad social puede acercar más un pragmatismo de responsabilidades sociales compartidas. La histórica realidad de que conviene a Estados Unidos un México en paz y con desarrollo, es el mejor aval que garantiza también su desarrollo y seguridad.
¿Cuál es el futuro para México en el TLCAN y en Latinoamérica?
“No tenemos motivos para ser optimistas en México. Después del 11 de septiembre nuestros intereses se han entrecruzado y no ha existido un equilibrio. Washington ve como legitima prioridad la seguridad. México, el desarrollo. Se discute, mas en círculos privados de las grandes trasnacionales y de intereses excluyentes, una iniciativa llamada ASPAN, que significa Asociación para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte. Lejos de que esta discusión se de en los parlamentos y en la sociedad civil, se da en círculos cerrados de los hoy tres gobiernos conservadores de América del Norte. Lo que trae suspicacias. México siempre ha sido un defensor de la legalidad internacional y de los principios del multilateralismo. Suscribir alianzas de seguridad con Washington es recibir un pasaporte para que México compre, inmerecidamente, a los enemigos de la potencia. Es un riesgo altísimo al que me refiero y donde no hay consensos en la sociedad mexicana.
“Si la vecindad geográfica de México con Estados Unidos, es una realidad donde la política exterior mexicana desarrolla con un cuerpo doctrinario los vectores para la defensa de la soberanía nacional, también es verdad que no ocupa la totalidad de la acción de México con el exterior. Permitir esa lectura, sería equivalente a tener un aislamiento con excepción bilateral, es decir, con Estados Unidos.
“Donde hay un altísimo consenso es en recuperar nuestros nexos con América Latina. Nadie duda en México de ello y hay una permanente crítica a los errores del gobierno de Vicente Fox en enfrentamientos con Cuba, Venezuela, Bolivia y el desencuentro en Mar del Plata. La Emb. Rosario Green, ha señalado que México se encuentra entre un norte económico y un sur político. Una permanencia latinoamericanista que no esta apuesta a duda alguna y que el referente histórico habla de ello.
“Desde la vocación mexicana por el asilo político donde recibimos a tantos hermanos latinoamericanos que defendían los espacios democráticos, aprendimos de ellos su coraje por un exilio temporal en el que dejaron, los que regresaron a sus países con el regreso de la democracia, su corazón y talento que enriqueció a la sociedad mexicana. Hasta iniciativas de esencia latinoamericana como la creación del Grupo Contadora para contribuir en un intento de latinoamericanos para latinoamericanos a la paz en Centroamérica, que posteriormente se convertiría en el valioso Grupo de Río. Por ello, no podemos ver una Mesoamérica dividida por el Canal de Panamá y una inconexa figura de Estado-Región encarnada en una rica Comunidad Sudamericana de Naciones. Nos convoca el Foro del Desafío de coordinar intereses en Sudamérica. Ese desafío debe encontrar respuestas desde Tijuana hasta Panamá y complementarlo con enriquecer nuestra interacción con Sudamérica y viceversa. Sólo así podremos afianzar desde Tijuana, la primera puerta latinoamericana desde el norte, la última desde su mirada austral, en una América Latina sólida donde los 15000 kilómetros que separan a la ciudad norteña mexicana con Ushuaia, sean campo fértil para un nuevo diálogo, nuevas acciones y renovados bríos para enfrentar a enemigos comunes como la oprobiosa pobreza, la terrible realidad de ser la zona mas desigual del mundo y para tener un papel de acción que participe con inteligencia y decisión frente a otras áreas regionales del orbe como la Cuenca del Pacífico asiático, la Europa Comunitaria y en el nivel global, reforzar nuestra presencia en metas grandes como la reforma al andamiaje de la ONU o el de consolidar los mecanismos de solución de controversias en la OMC.
“México tiene una importante presencia en América Latina por medio de los inversionistas mexicanos. Se estima que el próximo año serán cerca de 20 000 md. Los empresarios mexicanos han invertido en diversos sectores, especialmente en las nuevas tecnologías de la información. Argentina, ocupa el primer lugar en esas inversiones seguido de Brasil y Chile. Centroamérica, con su propio ritmo, es un espacio importante y más en cuanto al desarrollo de infraestructura que la comunique mejor con el sur de México. En este esquema es válido el ejemplo del famoso eje A,B,C + M. Acrecentemos esta alianza en otros derroteros de la política, la academia, la comunicación, etc. A todos nos conviene. Una América Latina sólida exige reforzar ese eje.
“Tenemos algo para estudiar y que hoy por hoy merece respuestas inteligentes. La cuestión energética puede ser lo que el carbón y el acero fueron para la Unión Europea en cuanto amalgama de integración. México, Venezuela y Bolivia, enfrentados sólo fortalecen la posición de un Washington republicano con falsas lecturas de establecer nuevas formas de hegemonías. Brasil y Sudamérica ocupan un papel clave en energías alternativas. Mesoamérica está ensayando en la misma temática. No soslayemos el tema energético y seamos capaces de tener un eje en la materia que nos complemente y nos permita tener posiciones en conjunto que fortalezcan nuestra capacidad de influir, orientar y exigir un debate, lejano ya, de formulas únicas con pésimos resultados en lo social. Generemos alternativas para ganar el futuro, pero también para ser más competitivos frente a gigantes que como China disputa a nuestra región los millonarios fondos de Inversión Extranjera Directa.
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